Denuncian que la construcción podría obstruir la flora y la fauna, y comprometer la salud de los residentes

Los residentes de la comunidad Alturas en Vega Baja se manifestaron para oponerse al proyecto que pretende instalar una torre de telecomunicaciones en un mogote que está rodeado de residencias habitadas, mayormente, por personas de la tercera edad.

La portavoz de la comunidad Ruth Vázquez explicó que llevan un año intentando frenar el proyecto, y “acudieron a las agencias pertinentes”. Sin embargo, se espera que comience la construcción el próximo 9 de enero.

El mogote está rodeado de vegetación y de residencias, y según Vázquez la ubicación de la torre presenta peligrosidad para los residentes en caso de un huracán. Asimismo, la portavoz presentó un documento del United States Department of the Interior: Fish and Wildlife Service que certifica que en el mogote habita la boa puertorriqueña, que está en peligro de extinción, y el sapo concho. De igual manera, la residente mostró un documento del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) que certifica que el mogote está en una zona cársica, y que el área “está protegida por ley”.

Vázquez mencionó que el 9 de diciembre de 2021, la compañía QMC Telecom, LLC. presentó una solicitud de permiso de construcción ante la Oficina de Gerencias de Permisos (OGPe) para la construcción de una facilidad de telecomunicaciones a utilizarse para la coubicación de compañías proveedoras de servicio celular.

“La OGPe ha decidido quitarles a los residentes de nuestra comunidad la tranquilidad al otorgarle un permiso de construcción a una compañía que pretende instalar una antena de telecomunicaciones en un mogote que se encuentra en el mismo corazón de las urbanizaciones El Rosario y Alturas de Vega Baja. Esta construcción estará a solo pasos de 66 residencias y familias que van a ser directa y seriamente afectadas por esta obra”, expresó Vázquez.

Como parte de las oposiciones, Vázquez informó que el ruido de los trabajos será “ensordecedor” debido a la proximidad de las casas con el mogote, y se espera que la construcción dure de cuatro a cinco meses. Asimismo, según la portavoz, en la comunidad ya existen 8 antenas, y la ley establece que las antenas tienen que estar a una milla de distancia entre sí. No obstante, Vázquez citó la Declaración Jurada de sobre la coubicación, debido a que el documento plantea que solo dos antenas cumplen con la milla de distancia estipulada por la ley.

“Estamos aquí en apoyo a la comunidad de Alturas, entendemos que aquí se está cometiendo un gran atropello. Primero, no se está respetando que es un mogote, y los mogotes deben cuidarse porque son hábitat de flora y fauna puertorriqueña. Segundo, porque se está otorgando un permiso violando la Ley 89-2000 que es la que tiene que ver con la construcción de antenas en Puerto Rico. No se guardan las distancias apropiadas y se están violando múltiples razones” afirmó Wilson Rivera Ramos, portavoz del Frente de Comunidades contra la Proliferación de Antenas en Puerto Rico (FCCPA).

Rivera Ramos informó que redactaron un proyecto de ley, que es el Proyecto del Senado 319 (P. del S. 319) para “hacerle justicia a los ciudadanos puertorriqueños con la construcción de torres”.

El P. del S. 319 dispone crear la “Ley de Seguridad Ciudadana sobre la Construcción, Instalación y Ubicación de Torres de Telecomunicaciones de Puerto Rico” para establecer los parámetros y distancias para la construcción de torres de telecomunicaciones en las que se instalen estaciones de transmisión de radiofrecuencias.

“Disponer los requisitos de anclaje y diseño de éstas; establecer un sistema de uso integrado o co-ubicación; requerir notificación de colindantes, según la distancia dispuesta en esta Ley; disponer que la Oficina de Gerencia y Permisos (OGPe) adopte todas aquellas providencias reglamentarias pertinentes para el cumplimiento de esta Ley; derogar la Ley 89-2000”, señaló el documento sometido a la legislatura.

Pese a que la medida se radicó, solo se realizaron dos vistas públicas; la última fue el 14 de octubre de 2021. Posteriormente, no se realizaron más vistas relacionadas al tema.

De igual manera, el portavoz Rivera Ramos, señaló que le despierta sospecha las figuras de poder que están “envueltos en la construcción”.

“Nos causa suspicacia toda la situación, porque la empresa que está interesada en montar esta torre es la empresa QMC. Esa empresa es propiedad de Rafael Somoza, quien es primo de Guillermo Somoza, aquel señor que fue secretario de Justicia en Puerto Rico. La esposa de Rafael Somoza es de apellido Oronoz, y este apellido es de quien fue la presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico. O sea, que aquí hay un poder grande en esa empresa. El hecho de que esas figuras con esos apellidos tan cercanos a la política estén envueltos en la construcción de esta torre en un mogote de Vega Baja nos crea suspicacia”, expresó el portavoz de FCCPA.

Como parte de los testimonios, el residente Jaime Enrique Meléndez Ortiz, quien padece de asma y leucemia, expresó que la radiación de las atenas le afecta en su situación de salud.

“Tener el polvorín aquí todos los días, y que los niños no puedan salir a correr con sus bicicletas sería nefasto para la comunidad”, señaló Meléndez Ortiz, quien lleva 30 años viviendo en la comunidad.

El alcalde de Vega Baja

En el caso del alcalde de Vega Baja, Marcos Cruz Molina, existe confusión entre los residentes, ya que Cruz se opuso al proyecto, pero el pasado 9 de diciembre “el municipio cobró los arbitrios”.

“El alcalde dice que se opone a la construcción, pero cobró casi $9 mil de un contrato de arbitrio. Como primer ejecutivo de un pueblo, que es quien da las instrucciones, no sé cómo su oficina de cobro de arbitrios o él permitieron que esto sucediera. Su doble discurso es lo que no comprendemos”, señaló la legisladora municipal Evelyn Meléndez.

De igual manera, la legisladora municipal resaltó que hay una escuela cerca del área de construcción, por esta razón, los ruidos pueden afectar el desempeño académico.

La comunidad señaló que seguirán firmes, y en oposición a la construcción porque es “la calidad de vida está en juego”.