''Corto circuito'' con el tema de energía eléctrica en Puerto Rico
En menos de 24 horas, el gobernador cambió su postura sobre el desempeño de LUMA Energy y el Negociado de Energía repartió fuete tanto al consorcio como a la AEE.
En menos de 24 horas, el tema de la energía en Puerto Rico dio un vuelco de 180 grados.
Por un lado, luego de más de un año de defender su gestión, el gobernador de Puerto Rico finalmente expresó ayer que no estaba conforme con el desempeño de LUMA Energy, encargada de la transmisión y distribución de la energía en Puerto Rico.
Además, anunció la creación de la Secretaría Auxiliar de la Gobernación para Asuntos Energéticos que liderará el ingeniero Francisco Berríos Portela.
Y como si fuera poco, el Negociado de Energía (NEPR) repartió a diestra y siniestra, tanto al consorcio como a la Autoridad de Energía Eléctrica.
Todo ello, luego que se vivieran tres eventos en menos de una semana que afectaron el servicio de energía en Puerto Rico, el último de ellos el miércoles, donde una avería en una importante línea de transmisión 50200 dejó sin luz por varias horas a más de 230,000 abonados.
Ni siquiera la conferencia de prensa que celebró LUMA Energy en la tarde del jueves, en la que se suponía aclararan qué ocasionó, pareció detener la vorágine que se ha desarrollado en las últimas horas.
Luego de intentar hacer un llamado de unión de esfuerzos en aras de buscar una solución al problema energético y de insistir en que el servicio ha mejorado desde que asumieron el control de la transmisión y distribución en la Isla, el NEPR hizo público un devastador informe en el que refleja que el consorcio no ha mejorado en cuanto a la duración de las interrupciones del servicio.
“Las conclusiones más sobresalientes, sobre la confiabilidad del sistema eléctrico, apuntan a que no ha habido mejoría en cuanto a la duración de las interrupciones de servicio. En cuanto a generación, el costo total de la Autoridad para producir energía sigue superando las métricas históricas”, dijo el presidente del Negociado, Edison Avilés Deliz en declaraciones escritas.
Según el informe presentado ayer, el promedio mensual de duración de interrupción en el servicio (SAIDI, por sus siglas en inglés), se redujo hasta el mes de enero de 2022. De ahí en adelante, y hasta el presente, la duración de interrupción ha ido en aumento.
“El promedio anual de duración de interrupción en el servicio ha ido en aumento consistente desde junio hasta el presente, y se coloca por encima de la métrica histórica (“baseline”) de 1,243 minutos”, reza el reporte.
Pero LUMA Energy no fue el único en ser amonestado.
El NEPR negó a la Autoridad varios proyectos de conversión a gas natural de las unidades 7 a la 10 de San Juan, por insistir que son incompatibles con el Plan Integrado de Recursos (PIR) de Puerto Rico.
“Varias de estas unidades, particularmente San Juan 10, han estado fuera de servicio por años. A las unidades 7, 8 y 10 no se les ha realizado mantenimiento desde el periodo de 2008-2010. Gastar dinero en estas unidades es insistir en tecnología caduca”, expresó Avilés Deliz en comunicado de prensa.
“Aun si aceptamos que la Autoridad necesita tener acceso a generación con gas natural, la alternativa no es seguir gastando dinero en equipos con más de cincuenta años de operación. Estos gastos tampoco son opciones más rápidas; algunas de estas conversiones no serían completadas hasta después del 2030, cuando ya se supone estemos mucho más adelantados en la transición hacia fuentes renovables”, agregó.
Mientras, el calendario sigue su deshojar de cara al mes de noviembre, cuando se supone que venza el contrato suplementario de 18 meses que vence el 30 de ese mes. LUMA firmó un acuerdo por 15 años pero si al finalizar noviembre no se ha reestructurado la deuda de la AEE, el Gobierno podría rescindir del contrato o renegociarlo sin penalidades para el gobierno local.