Ante el caso que ha estremecido a la ciudadanía de un padrastro que violó a su hijastra de 13 años y al presente tiene 34 semanas de embarazo.

En Puerto Rico hay un problema de abuso sexual contra menores y una tendencia a que sea por parte de familiares cercanos tales como padres, madres, tíos y abuelos, aseguró la trabajadora social y consejera de casos de agresión sexual del programa ERAAS (Equipo de Respuesta Ante Agresión Sexual), de Hogar Ruth, Bárbara Meléndez.

Ante la pregunta de este medio de si existe un problema de abuso sexual contra menores de edad su respuesta fue, "definitivamente, y lo más impresionante es que donde mayor se perpetúa es dentro del núcleo familiar”.

Un factor que hace que los menores de edad sean tan vulnerables al abuso sexual por parte de los familiares es que la cultura enseña a respetar a los mayores, pero no establece límites.

“Siempre a los niños se les enseña el respeto hacia los adultos,que lo que diga papá es lo que se debe hacer y ese puede ser posiblemente un factor que lleve a nuestros niños a que si se acerca papá a cometer un abuso el niño tiene en la mente que tiene que respetar lo que el adulto le diga y por ende debe acceder”, comentó la consejera de casos de agresión sexual en Hogar Ruth en entrevista con NotiCel.

En el programa ERAAS de Hogar Ruth la trabajadora social atiende casos de menores en las edades de siete a 17 años, la cual describe como la incidencia mayor.

“La mayor incidencia lamentablemente es con menores de edad, ya que es un factor de mucha vulnerabilidad. Otros factores de vulnerabilidad son las condiciones de salud y el poco acceso a los servicios”, dijo Meléndez.

¿Cuáles son las banderas rojas?

Ante el caso de la menor de 13 años que quedó embarazada de su padrastro tras tres años de abuso sexual, la trabajadora social desglosó algunas banderas rojas a las cuales los adultos cercanos a un menor que posiblemente sea víctima de abuso sexual debe estar pendiente.

"Tenemos que estar bien atentos a algunas señales, banderas rojas, que pueden ser cambio de comportamiento en nuestros niños, que sean bien alegres, joviales, y de momento están tristes, estallan en llanto, muestran coraje, comienzan a somatizar dólares corporales, o le duele mucho la cabeza, dolor de barriga, no quieran visitar a X familiar, moretones o arañazos, que se estén quejando de algún dolor en el área genital, que cuando los vayamos a bañar veamos el área enrojecida o irritable y cambios en el área académica”, indicó la consejera de casos de agresión sexual.

Un tema esencial para la trabajadora social es que el adulto siempre debe partir de creer lo que le está comentando el menor de edad, en lugar de cuestionarlo o hacerlo sentir culpable.

“Siempre vamos a partir desde que le creemos. Cuando un menor se nos acerca a nosotros como adultos es porque siente la confianza, nos ve como un modelo, un ejemplo, una figura que nos va a proteger. No vamos a entrar en una etapa de investigación, eso le corresponde a la policía de Puerto Rico, nosotros simplemente vamos a escuchar, y si el abuso sexual ha ocurrido dentro de 72 horas es bien importante que sea atendido de manera de emergencia”, señaló Meléndez.

¿A quién llamar?

La consejera en agresión sexual dijo que es de suma importancia que toda persona tenga en sus contactos líneas de ayuda de abuso sexual, ya que uno nunca sabe cuando debe ayudar a un amigo, estudiante, hijo, sobrino, o en fin, cualquier persona en su vida.

“Si no sabemos qué hacer ante unas alegaciones como estas, porque nos podemos bloquear, está la primera línea de emergencia del país, que es el 911, están nuestros números de teléfono como el programa ERAAS al 787-237-6020, que es una línea de orientación de emergencias, a la oficina es 939-456-3141 y el albergue de emergencia de Hogar Ruth al 787-883-1884", comentó la trabajadora social.

Otros contactos importantes que destacó fue el la Coordinadora Paz para la Mujer, cuyo número es 787-281-7579 y la línea de orientación de Policía al 787-343-0000.

“Es bien importante que toda la ciudadanía se oriente, porque no sabemos en que momento vamos a vivir la experiencia, o a través de algún familiar o algún vecino y nosotros podamos ser ese ente que ayude”, sostuvo la consejera en agresión sexual.

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