Luto en Puerto Rico por la partida de un periodista sin igual
El veterano periodista Efrén Arroyo falleció ayer sorpresivamente en su residencia en Guaynabo.
La noticia de última hora llegó poco antes del mediodía: Efrén Arroyo, uno de los periodistas más queridos y respetados de Puerto Rico, falleció en su hogar, ante la indiscutible sorpresa de un pueblo que por más de cuarenta años vivió en primera fila la historia a través de su letra, su voz y su verbo.
"Estamos de luto. El compañero Efrén Arroyo, tenemos que decir, ha fallecido", dijo en cámara, interrumpiendo la programación, la periodista Luz Nereida Vélez.
"El llamado historiador por excelencia, ha fallecido", agregó el periodista y compañero de labores, Jorge Gelpí Pagán, quien le acompañó a dar la noticia al pueblo.
Arroyo falleció en su residencia en Guaynabo, luego de protagonizar humildemente y sin aspavimientos, 41 años en el periodismo puertorriqueño. De hablar impecable, de narración perfecta, y de sonrisa humilde y atractiva. Tenía 68 años de edad.
Las historias que dejó en la calle, con su existencia, se hicieron notar de inmediato en las redes sociales en las que no sólo se expresaron periodistas, compañeros y figuras públicas, sino también el pueblo al que cautivó.
NotiCel llegó hasta el que fue su hogar en Guaynabo. Allí llegaron amigos y colegas y observaron el momento de la partida física hacia la funeraria, en medio de cuestionamientos sobre las razones de su muerte, que según su hijo Efrén, pudo ser resultado de una monga desatendida, sin descartar el covid-19. No obstante, las razones continúan siendo una incógnita.
Las historias y huellas que Arroyo dejó en muchos de sus compañeros son innumerables. El equipo de WAPA Televisión se juntó para recordarlo en un homenaje del que fueron partícipe- de manera remota- dos de sus hijos, Efrén y Camila.
Desde la Funeraria Ehret, ambos hablaron sobre lo que les enseñó su padre. Para Camila, fue un hombre que le enseñó "a vivir". A Efrén lo hizo amar el periodismo.
"Yo me gocé a mi padre. Me lo disfruté en vida. Salía con él todos los días", recordó Efrén hijo.
"Mi papá era una persona bien especial. Wapa TV fue su casa desde el 1980, el año que yo nací", dijo su hijo quien agregó que "cuando un padre es bueno y te inculca valores... deja un vacío que llenaremos con recuerdos".
Mientras, en el canal donde trabajó por tantos años, la edición estelar de Noticentro se convirtió en un homenaje póstumo al veterano periodista, en el que se mostraron imágenes de su trayectoria y fluyeron entre profundas emociones las anécdotas de sus compañeros en estos 40 años de servicio.
Galería: Emotiva despedida en WAPA al veterano Efrén Arroyo
''Ha sido un día bien duro para nosotros. Un día que no pensábamos que íbamos a tener en estos días. No hay nada que nos indicara que esto iba a pasar y ha sido fuerte asimilar la noticia. Ha sido duro digerirla, pero estamos honrando, recordando, celebrando a un maestro del periodismo", dijo el director de noticias, Rafael Lenín López al inicio del programa especial para recordar a su colega.
''Efrén Arroyo, para nosotros y para el país, era una referencia histórica del periodismo. Es de esas figuras que marcan una generación, una profesión. Fue maestro de todos. Era nuestra enciclopedia, nuestro historiador, la persona a la que acudíamos cuando teníamos que hacer una pregunta o teníamos una duda'', agregó.
Arroyo, nació en Santurce y tras estudiar Arte Dramático y Educación Audiovisual en la Universidad de Puerto Rico (UPR), comenzó su carrera en los medios de comunicación en el 1978, en la radioemisora WKAQ.
Luego, en el 1980, se trasladó a laborar en WAPA Televisión, como parte del equipo de Noticentro. Entre algunas pausas, allí permaneció hasta ayer.
Tan reciente como en el mes de abril de este año, WAPA le otorgó un reconocimiento y un homenaje en vida por su destacada labor, trayectoria y compromiso. En ese momento, se le nombró “Historiador de WAPA”.
El dolor trascendió taller. Y desde todos los canales de televisión y medios de comunicación, la voz solidaria se alzó, entre lágrimas, para homenajear a un maestro.
Descansa en paz, Efrén.