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Estudio del USDA revela que una gran cantidad de venados estuvieron expuestos al Covid-19

Al momento, no ha habido indicios de que un humano contraiga una infección de los ciervos.

En total, un tercio de los ciervos analizados tenían anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Eso significa que con toda probabilidad, una gran cantidad de ciervos han estado expuestos al virus.
Foto: Archivo

Un reciente estudio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), reflejó que un gran número de ciervos salvajes estuvieron expuestos al SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

La excirujana general de los Estados Unidos, la Dra. Antonia Coello de Novello, alertó a NotiCel sobre los reveladores resultados de esta investigación que fue publicada el miércoles por el USDA y cuyos hallazgos fueron detallados en un publicación del portal arstechnica.com.

En el estudio el USDA establece que una gran cantidad de estos animales en los Estados Unidos pueden servir como reservorio (organismo que aloja virus, bacterias u otros microorganismos que pueden causar una enfermedad contagiosa y que puede propagarse hasta producir una epidemia) del SARS-CoV-2, aunque no muestran síntomas.

Al momento, no ha habido indicios de que un humano contraiga una infección de los ciervos.

La razón por la que se hizo un estudio con venados, es debido a que el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del USDA busca "identificar especies que puedan servir como reservorios o huéspedes del virus, así como comprender el origen del virus y predecir sus impactos en la vida silvestre y los riesgos de -transmisión de especies".

Se trata del mismo grupo que identificó la propagación del virus a un visón salvaje en 2020 y utilizando una población de ciervos en cautiverio, el USDA ya había determinado que el virus puede infectar a los ciervos. El USDA verificó poblaciones en un total de 32 condados en cuatro estados, obteniendo muestras de sangre para buscar anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2. En total, un tercio de los ciervos analizados tenían anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Eso significa que con toda probabilidad, una gran cantidad de ciervos han estado expuestos al virus.

El Covid-19 se propaga cuando una persona infectada exhala gotitas y partículas respiratorias muy pequeñas que contienen el virus. Estas gotitas y partículas respiratorias pueden ser inhaladas por otras personas o depositarse sobre sus ojos, nariz o boca. No hay muchos contextos en los que sea probable que se produzca este tipo de exposición entre humanos y ciervos salvajes, pero comprender cómo se produce la transmisión será fundamental para determinar si la existencia de un gran reservorio viral en los ciervos representa una amenaza para los humanos.

De acuerdo al estudio, es posible que la exposición al virus de los animales salvajes se genere por una transmisión poco común a los ciervos seguida de una amplia propagación dentro de la población u otra especie, posiblemente una domesticada, que podría ser portadora del virus entre humanos y ciervos. Además el virus puede contraer mutaciones que lo ayuden a adaptarse a los ciervos como huésped y resultar peligroso para los humanos si el virus regresa a los humanos. Hasta ahora, el único caso en el que se ha estudiado con el SARS-CoV-2 es una cepa que se está adaptando al visón.

No obstante, según las investigaciones, la presencia de un reservorio difícil de controlar y la posibilidad de una mayor evolución del virus, significa que será importante comprender cómo el virus llega a la población de ciervos y si se está propagando entre ellos.