La joven de 27 años dijo estar "superfeliz" tras salir de prisión mediante una clemencia ejecutiva.

“Superfeliz”. Eso dijo Ashley Marie Torres Feliciano cuando se le preguntó que describiera con una palabra su sentir al salir ayer de prisión.

Anoche, por primera vez en más de una década, la joven peñolana de 27 años, durmió en su hogar y no tras los barrotes de una fría prisión. Su liberación ocurrió en la época navideña por lo que no había tiempo que perder para saborear una de las comidas clásicas de esta temporada, los pasteles, los que no saboreaba “hace mucho tiempo”.

Torres Feliciano salió de la Cárcel de Mujeres de Bayamón ayer alrededor de las 5:00 de la tarde y fue recibida bajo una llovizna, por sus familiares, allegados, sus abogados del Proyecto Inocencia y los medios de comunicación, que por las pasadas semanas reseñaron su caso y su petición de liberación.

Esas gestiones prosperaron, cuando el 31 de diciembre, la ahora exgobernadora Wanda Vázquez Garced, concedió clemencia ejecutiva a 41 confinados y confinadas, entre ellas, Torres Feliciano, quien cumplió 11 años de una sentencia de 111 años al ser convicta por ser coautora del asesinato de su hermano.

“Logré lo que quería… (ver a su madre y su hija), es una cosa inexplicable", expresó a los medios Torres Feliciano al dar sus primeros pasos fuera de la prisión y decir que fue su hija la que le dio las fuerzas en todo este tiempo.

“Siempre le decía juntas lo vamos a lograr”, dijo Torres Feliciano al anticipar que sus planes ahora son "trabajar y estudiar y echar hacia adelante. Tengo varias (cosas que le gustaría estudiar), la Justicia Criminal también me gusta".

Sobre su tiempo tras las rejas, Torres Feliciano dijo que fue "fuerte, sobrevivir con muchas personas que piensan diferente que uno. Es difícil porque acá es un mundo y allá es otro mundo. Lo más difícil de este proceso es que se me juzgó siendo inocente".

No obstante, al agradecer al Proyecto Inocencia, a los medios y a los estudiantes que abogaron por su liberación, agregó que le brinda su "perdón a todos las personas que me juzgaron. Dios en todo este proceso ha sido bueno conmigo".

Poco antes de abordar el vehículo que la llevaría a su hogar en Peñuelas, Ashley le envió un mensaje a las compañeras de prisión por la pasada década: “las quiero mucho, que no pierdan la fe, sigan hacia adelante”.

Mientras Ashley estuvo presa, su madre, doña Lucrecia Feliciano dijo con mucha emoción que siempre mantuvo la fe rezando frente a un altar “de Santa Bárbara, mi preferida. Feliz estoy, no tengo ni palabras. Gracias te doy padre amado”.

Por su parte el abogado Julio Fontanet, del Proyecto Inocencia, dijo que la lucha por sacar a Ashley “valió la pena”.

“Fue duro, llegamos a varios tribunales y eventualmente la opción mas viable era el indulto. La gobernadora lo evaluó con responsabilidad con su experiencia como fiscal y lo concedió, porque en este caso, más que una victimaria, Ashley es una víctima de todo este proceso. Reitera que en el sistema de justicia penal se cometen errores y aquí hubo un error. Este caso refleja lo imperativo que es reevaluar la ley de menores en Puerto Rico que permite que una niña de 16 años sea juzgada como adulto. Eso es inaceptable, eso es violatorio al derecho internacional”, dijo Fontanet.

Entre las condiciones que le impusieron a Ashley, la joven deberá permanecer bajo arresto domiciliario por los próximos diez años. El primer año deberá permanecer en su residencia mientras será monitoreada electrónicamente. Luego, deberá permanecer se su residencia de 9:00 p.m. a 6:00 a.m. por los siguientes nueve años.

Torres Feliciano fue condenada a 111 años de cárcel cuando apenas tenía 16 años por ser coautora del asesinato de su hermano, Nelson Torres Feliciano.

Los hechos se remontan al año 2009, cuando en una fiesta familiar la pareja de la joven - Steven Quirindongo- discutió con ella y la golpeó frente a su familia. Su ahora fallecido hermano la defendió y comenzó una pelea con Quirindongo. No obstante, tras gritos y varios minutos de confusión, el cuerpo de Nelson apareció gravemente herido de arma blanca.

Posteriormente, el joven falleció en un hospital del país, pero su hermana fue acusada de ser coautora del asesinato pues presuntamente, fue quien le dio una navaja a su pareja para cometer el acto. No obstante, la joven negó constantemente los hechos.

ENFERMERA SALE SIN GRILLETE

Ayer también fue liberada de la misma prisión en la que se encontraba Ashley, la enfermera Sharelys López, quien fue parte de las clemencias otorgadas por Vázquez Garced.

López cumplía una sentencia de 15 años de prisión desde el 2013 tras ser acusada por maltrato de menores, actos lascivos y agresión sexual. La enfermera siempre alegó que era inocente.

A su salida de la cárcel, en sus expresiones a los medios, López dijo sentir "mucha emoción, fueron muchos años, casi ocho años (presa) y contenta y agradecida con Dios y con la exgobernadora. Mi tiempo llegó y tenía que llegar. Esto fue obra de Jehová de las muchas veces que le pedí de rodillas".

López es madre de una niña de diez años. Dijo que en sus primeras horas en libertad iba a "abrazar a mi hija y mi papá, porque pues, no tengo a mi mamá, pero está la mamá de mis hermanos, que es como si fuera mi mamá. A mi tía también que es como una mamá para mí".

A López se le concedió un indulto condicional por el término de cinco años cumpliendo restricciones que incluyen estar en su residencia de 9:00 p.m. a 6:00 a.m. No tendrá que usar grillete.

Otro perdón que generó mucha discusión fue el de Edwin Domínguez, exesposo de la candidata a la gobernación por el Movimiento Victoria Ciudadana, Alexandra Lúgaro.

Domínguez y sus abogados estaban anoche completando el proceso para salir de la cárcel.

Domínguez, convicto por violar órdenes de protección emitidas al amparo de Lúgaro y su hija de 10 años, recibió un perdón condicionado que baja su condena a cuatro años y establece que el primero de esos cuatro años, tendrá que permanecer en su hogar las 24 horas del día.

SIN ESPACIO PARA FALLAR

Torres Feliciano, así como López y Domínguez, recibieron el indulto pero tendrán que cumplir con una serie de condiciones, las que son monitoreadas por la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP).

“Todos tienen una serie de condiciones que ya la exgobernadora las expresó, entre ellas tanto Ashley como el señor Domínguez a un arresto domiciliario con monitoreo electrónico por espacio de varios años. También que no pueden estar en contacto con personas que hayan cometido delitos ni de mala reputación. Si no (cumplen), se le revoca inmediatamente, el proceso de revocación es uno bien sencillo, porque la clemencia es una gracia que si se incumple cualquiera de esas condiciones, inmediatamente tiene que terminar de cumplir el término en prisión“, dijo a Telenoticias (Telemundo), la licenciada Aixa Pérez Mink, presidenta de la JLBP.