Sobreviviente boricua de COVID-19 narra cómo el equipo médico la salvó
Además de atenderla, oraban por ella.
Jillianzka Otero Rodríguez, una maestra que actualmente trabaja en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín fue la primera paciente del Centro Médico de Río Piedras que venció el coronavirus. Ahora, además de exhortar a que se le permita tener un celular a todos los pacientes de la enfermedad, también se dispone a donar su sangre para identificar anticuerpos que ayuden a mitigar los daños en otros pacientes.
En una entrevista con Jay Fonseca en el espacio de 'Día a Día' que emite Telemundo, la joven abordó su situación clínica diciendo que hubo momentos en los que pensó que la grave tos que sufría no le permitiría continuar con vida.
"Pasaron noches que yo llamaba a mi papá y mi tía, y yo les decía, yo siento que no voy a amanecer. Yo siento que yo no voy a poder respirar y me voy a morir. O sea, yo me asfixiaba. Yo sentía que yo me iba a morir. Todas las noches yo sentía que no iba a amanecer", narró la joven al mismo tiempo que dijo que sus principales síntomas fueron, además de la tos, fiebre alta.
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En esos momentos de incertidumbre, la voz de su familia se hizo presente mediante la aplicación de 'Facetime'. Pero además, el equipo médico que la atendía se sumó al juego y tomando un turno al bate, la apoyaron no solo con el tratamiento ideal para su condición, sino también con palabras de aliento en momentos en los que pensó que su vida acabaría.
"Los mismos enfermeros oraban por mi. Si no llega a ser por el equipo, mi familia, los doctores, el equipo de intensivo... Ellos (los enfermeros) llegaban a cualquier hora... Ellos (los enfermeros) me dieron vida y mi familia, a través de 'Facetime'", sostuvo Otero Rodríguez agradecida.
La dama, que también es maquillista, continuó narrando que aunque en varias ocasiones le propusieron entubarla, siempre pedía "un día más" para monitorear su condición.
"Conmigo no usaron un respirador... Gracias a Dios tampoco nunca hubo la necesidad de que me entubaran", agregó.
Parte de la rutina nocturna de la maestra de profesión, fue llamar todas las noches a su papá, su tía y algunas amistades, por lo que recomienda que todos los pacientes tengan a la mano un celular que les permita tener apoyo familiar durante la enfermedad, también conocida como COVID-19.
"Uno de mis doctores me regaló su cargador", contó mientras agradecía la labor del equipo médico que la atendió y que la acompañaba durante la transmisión en vivo.
Jillianzka recibió la noticia de que ya no padece COVID-19 por parte del mismo equipo médico que la trató. Pese a que una prueba que se le realizó arrojo negativo al virus, permanecerá tres días más en el Centro Médico de Río Piedras como medida para tratar sus vulnerables pulmones.
Tras los próximos tres días, será dada de alta en su totalidad pero deberá permanecer 14 días en aislamiento en su residencia.
"Quédense en su casa", dijo también la joven.
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