ATM reconoce derroche de millones en contratos de mantenimiento de lanchas
El director ejecutivo de la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM), Luis Abreu Noble, reconoció los movimientos irregulares en los contratos otorgados a la compañía Subbase Drydock para reparar y mantener las lanchas que dan servicio a Vieques y Culebra y aseguró estar investigando si en efecto hubo alguna ilegalidad.
En ese sentido, Abreu Noble afirmó que ya la ATM no mantiene contratos con Subbase. Por años, la corporación pública ratificó varios contratos con esa compañía - con base en St Thomas - y aprobó múltiples enmiendas solicitando aumentos sin justificación y sin rendir cuentas sobre el trabajo realizado.
'Los contratos se paralizaron de esa forma. Los contratos salen con una tarea específica, tú la cumples, la resuelves y mi embarcación vuelve para acá. No acepto que se me hagan contratos en base a la necesidad, sino en base a lo que yo se lo que tengo que reemplazar y yo se que es lo que tengo que cambiar. Eso lamentablemente ocurrió en el pasado, pero no ha vuelto a ocurrir, ni volverá a ocurrir', declaró el director ejecutivo a NotiCel.
Desde el 2008 la ATM ha contratado los servicios de Subbase y Conrad Shipyard para dar mantenimiento a varias lanchas en su flota. Entre estas estuvo Vieques II, Cayo Norte, Cayo Largo, Cayo Blanco, Isla Bonita, Isleño, Santa María, Caribeña y Culebra II.
El caso más extremo lo fue Culebra II que desde el 2008 estuvo en reparación en el varadero de Subbase en St Thomas. Pese a que el costo para su reparación fue de $2,800,000, la embarcación nunca volvió a dar servicio en Puerto Rico.
Sin refutar ese hecho, Abreu Noble explicó que lo que ocurrió fue que en la medida que otras lanchas requerían mantenimiento en Subbase, la empresa pausaba el servicio a Culebra para atender otras embarcaciones cuyas certificaciones de inspección de la Guardia Costera estaban próximas a vencer. Aunque el director ejecutivo señaló que fue a St. Thomas para indagar cuán rápido podían regresar Culebra II y Caribeña, fue infructuoso en su intento y posteriormente el huracán Irma azotó la Isla, provocando el hundimiento de Culebra II y causando daños adicionales a Caribeña.
En el caso de Caribeña, el director ejecutivo explicó que esa embarcación sufrió una serie de perforaciones que afectaron su capacidad de permanecer a flote. Pese a que ambas embarcaciones estaban aseguradas, están en proceso de que culmine el trámite de la aseguradora con Caribeña, un proceso en el que Subbase mantiene comunicación con ellos para indicar las reparaciones que deben llevar a cabo.
'En este proceso estamos en conversaciones para traer algunos equipos y ver que tan pronto una de las aseguradoras nos libere la propuesta que ellos sometieron para hacerle la reparación a Caribeña, traerla a Puerto Rico y completar los trabajos que se tienen que hacer', sostuvo Abreu Noble.
Mantenimiento constante
Cuestionado por este medio sobre las fallas constantes reconocidas tanto por los usuarios regulares del servicio como personal de la ATM destacado en los terminales de Fajardo y las islas municipios, el director ejecutivo señaló que en gran medida el problema yace en la vejez de las embarcaciones. Y es que la mayoría de la flota de la corporación pública tiene más de 20 años en operación. En el caso de la lancha Santa María - que al momento está fuera de servicio - esta fue construida en 1990.
Pero más allá de la antigüedad de las embarcaciones, según el director ejecutivo tambien se trata de un asunto de mantenimiento regular que los propios empleados de la ATM deben llevar a cabo con las lanchas que requiere constantes cambios de aceite. Esto pues, aunque las embarcaciones operan dentro un horario establecido, la realidad es que, debido a la escasez de lanchas y la necesidad de servicio, una embarcación puede estar encendida y operacional por periodos de casi 24 horas, con poco tiempo de descanso y en ocasiones sin recibir el requerido mantenimiento.
'… a medida que los años van avanzando ya no es solamente cambio de aceite y filtro. Ya tengo que cambiarle los 'coolers', tengo que cambiarle otras piezas que para poder cambiarlas tengo que paralizarlas y entonces tengo que coordinar. Mientras más lanchas yo tenga en servicio, puedo hacer los arreglos para sacar una embarcación y poder atenderla mecánicamente sin yo poder afectar el servicio', explicó Abreu Noble.
Luis Abreu, director la Autoridad de Transporte Integrado (ATI). (Nahira Montcourt / NotiCel)