Denuncian discrimen de la policía contra comerciantes de Piñones
Señalan que, aunque tienen las mismas licencias que un "fast food", el plan de la Policía para cumplir con la Orden Ejecutiva impacta su operación y les deja pérdidas económicas.
Un grupo de comerciantes del área de Piñones, en Loíza, denunció discrimen por parte de la Policía de Puerto Rico debido a la forma en que implantaron un plan para evitar multitudes en la zona para cumplir con la Orden Ejecutiva por el COVID-19.
“Desde ayer, la Policía implementó su plan de seguridad que incluye un bloqueo antes de la entrada al puente conocido como Boca de Cangrejos. Nosotros tenemos básicamente las mismas licencias y permisos de operación que los restaurantes de comida rápida sin embargo, la Policía no establece puntos de cotejo ni bloqueos en las entradas de esos restaurantes pero deciden hacerlo en la entrada de Piñones”, denunció Christopher Sánchez, dueño del restaurante SunCity Rooftop y portavoz del grupo.
“Esta determinación impacta doblemente al comerciante. Por ejemplo, una persona llama para ordenar el "carry out", el restaurante prepara la comida, y cuando la persona llega al punto de cotejo incumple con las disposiciones de la orden ejecutiva y la Policía le prohíbe el acceso. Esto significa que el restaurante pierde el alimento que preparó y deja de recibir el pago del mismo. Imagínese esa situación multiplicada por cada negocio”, añadió.
Sánchez hizo un llamado a las personas que visitan el área a cumplir con las medidas de prevención y seguridad impuestas por el gobierno de Puerto Rico para de esta forma poder suplir las necesidades de los clientes así como la de los comerciantes. También, hizo un llamado al comisionado de la Policía de Puerto Rico, Henry Escalera, a sostener una reunión de emergencia para atender la situación.
“Nosotros, los comerciantes, enfrentamos un gran reto debido a todo lo ocurrido durante este año y debido a las medidas de prevención implementadas. El limitar el acceso a Piñones representa pérdidas sustanciales para los negocios y pudiera convertirse en un problema de seguridad y de flujo vehicular ya que el puente es una de las entradas y salidas más concurridas entre Carolina y Loíza”, sostuvo.
“Entendemos que la Policía tiene que velar porque se cumpla con las disposiciones establecidas en la orden y coincidimos en que hay otras maneras que serían eficaces, las cuales tendrían un menor impacto en las ventas de nuestros negocios. La Policía puede establecer un patrullaje más efectivo y orientar a los ciudadanos que visitan el área tal y como lo hacen los comerciantes. El agente que se encuentra en el punto de cotejo decide quién entra a Piñones y quién no”, concluyó.