Donald Trump sale brevemente del hospital
Decidió saludar a sus seguidores que se encuentran en las afueras de la institución hospitalaria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió brevemente esta tarde del hospital Walter Reed para saludar a sus seguidores, que se encuentran en los alrededores de la institución hospitalaria.
Fuertemente custodiado por el servicio secreto y portando mascarilla, Trump fue visto dentro de un vehículo oficial saludando a las personas que desde el viernes se encuentran apostados en el hospital donde fue recluido luego de arrojar positivo a Covd-19 y presentar síntomas relacionados con el virus.
Justo antes del saludo, el presidente Trump colgó un vídeo en sus redes sociales en el que agradece las atenciones recibidas en el hospital y también de las personas que lo han apoyado durante este momento.
“Les voy a dar una pequeña sorpresa a todos esos grandes patriotas que tenemos en las calles, que han estado ahí afuera por tanto tiempo cargando banderas de Trump y que aman a este país”, comentó Trump antes de pasearse brevemente por los alrededores del hospital.
Más temprano en el día, los médicos de la Casa Blanca anunciaron que el presidente había mostrado mejoría en su condición y que podrían darlo de alta mañana, lunes.
Sin embargo, el médico personal del presidente, Sean Conley, reconoció que hay "altibajos", pero el equipo que atiende al presidente está "extremadamente feliz" con los progresos desde la hospitalización.
El presidente registró el sábado un segundo episodio en el que el nivel del oxígeno en sangre cayó a cerca del 90 %, aunque no aclaró si, como sucedió el viernes, el mandatario requirió oxígeno suplementario.
Desde ayer a Trump se le suministra el esteroide Dexametasona en respuesta a las caídas en al saturación de oxígeno, que nunca fueron inferiores al 90%.
Conley, que el sábado sembró dudas con un parte médico confuso al que se sumaron declaraciones desde la Casa Blanca contradictorias, justificó su resistencia a confirmar que Trump había recibido oxígeno el viernes antes de ser trasladado al hospital porque no quería ensombrecer el mensaje de que el mandatario había experimentando una muy significante mejoría.
PREOCUPACIONES EL VIERNES
El jueves por la noche, cuando se hizo público su positivo, y en las primeras horas del viernes el presidente se encontraba bien, solo con síntomas leves, pero cerca del mediodía del viernes el nivel de oxígeno en sangre cayó por debajo del 94 % y la fiebre era "alta", por lo que recomendaron suplemento de oxígeno, según Conley.
Trump se resistió a que le fuera suministrado oxígeno suplementario, porque no tenía dificultades respiratorias, pero finalmente cedió ante las recomendaciones de su facultativo.
"Me preocupaba un progresión rápida de la enfermedad", apuntó el médico del presidente, por lo que se tomó la decisión de hacer un seguimiento más a fondo en la planta presidencial del Walter Reed.
El presidente no ha mostrado dificultades respiratorias desde el sábado y no ha tenido fiebre, y según afirmó hoy Robert O'Briend, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, está "firmemente en control del Gobierno" y recibirá hoy informes de inteligencia y seguridad por videoconferencia.
TRATAMIENTO PARA ENFERMOS GRAVES
La Dexametasona, que tiene efectos secundarios como ardores o dolores de cabeza, suele ser suministrada normalmente en casos graves de la COVID-19.
Del mismo modo, el antiviral Remdesivir, del que Trump recibe hoy su tercera dosis como parte de un tratamiento de cinco días, se aplica en casos de pacientes hospitalizados.
El Remdesivir, que ha sido autorizado de emergencia por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés), es normalmente combinado con anticuerpos monoclonales, como ha ocurrido en el caso de Trump.
El cóctel de anticuerpos de Regeneron, que Trump recibió el viernes, y el Remdesivir atacan al virus y frenan su expansión.
Trump, de 74 años y con sobrepeso, es un paciente con especial riesgo de desarrollar una variante seria de la COVID-19, por lo que se le ha sometido también a escáneres pulmonares y a un control exhaustivo de las funciones cardíacas, hepática y en los riñones.
Conley también añadió que en los escáneres pulmonares que se le han practicado a Trump sólo han visto "hallazgos esperados" y no hay "mayores preocupaciones clínicas" a ese respecto.
EL BROTE DE LA CASA BLANCA
El brote de la COVID-19 no sólo ha afectado a Donald Trump y a su esposa, Melania Trump, y la lista se amplió este domingo a uno de los ayudantes del presidente, Nicholas Luna, según el diario The Washington Post.
Existen dos posibles focos del virus: el evento de presentación el sábado 26 de septiembre de la nominada a jueza del Tribunal Supremo Amy Coney Barret en la Casa Blanca, donde asistieron al menos siete personas con casos ahora confirmados, y los preparativos para el primer debate presidencial del martes pasado en Cleveland (Ohio).
Durante esas fechas y hasta que el positivo de la asesora de Trump Hope Hicks desató las alarmas el jueves, Trump y su equipo realizaron mítines en varios estados, eventos en la Casa Blanca y un evento con un centenar de donantes en Nueva Jersey.
Alyssa Farah, directora de comunicación estratégica de la Casa Blanca, aseguró hoy que han iniciado el rastreo de contactos para determinar el origen y la extensión del brote que afecta a la cúpula del poder de Estados Unidos.