Empleados federales dijeron hoy que el cierre del gobierno federal no es un asunto que afecta sólo a los 10,000 trabajadores federales en Puerto Rico sino a todo el país, y estimaron que ya ha costado al menos unos $30 millones a la economía local.

De esa forma, empleados federales que protestaron hoy en Guaynabo le pidieron al gobierno, a los legisladores, al liderato republicano local y a los grandes donantes republicanos de Puerto Rico 'como los Fonalledas' a que ejerzan presión sobre los republicanos de Washington para que termine de una vez el cierre federal que ya ha entrado en su segunda semana.

Héctor Ortíz, vicepresidente de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales (American Federation of Government Employees), dijo que lo más que le preocupa es que si no se aprueba un presupuesto, el gobierno americano tendrá que suspender pagos a partir del 17 de octubre, fecha en que los Estados Unidos se quedaría sin liquidez, lo que podría ocasionar una recesión como la del 2008.

'Entonces van a empezar a recortar gastos y cortar empleos y entonces sí que veremos los efectos', dijo Ortiz a NotiCel.

Si los 10,000 empleados federales no trabajan y no devengan salario, se crea un efecto multiplicador que afecta a la banca, los negocios, municipios, el medio ambiente, seguridad y otros servicios esenciales y no esenciales.

También se afectan los cientos de contratistas del sector privado que tampoco están cobrando debido al cierre.

'Es un efecto multiplicador', dijo Ortíz.

El cierre ya ha ocasionado el cierre de tres atractivos turisticos de Puerto Rico y ha afectado severamente las labores en el Observatorio de Arecibo.

De los 10,000 empleados federales, hay unos 5,000 que son esenciales y están trabajando sin cobrar.

Muchos de estos empleados, como los del Agencia Federal para Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y del Departamento de Defensa, ya estaban trabajando en horario reducido debido a falta de fondos y su dinero está limitado. Ninguno de los empleados federales ha recibido un aumento de salario en tres años.

Por otra parte, Víctor Ramírez, presidente de la Federación Americana de Empleados gubernamentales (American Federation of Government Employees), que agrupa a cerca de 6,000 empleados federales de varias agencias, destacó que el 15 de octubre, les toca pagar planilla federal y no tienen dinero.

'Queremos que el gobierno y los legisladores ejerzan presión allá para que se abra el gobierno federal', dijo.

El presidente de la Federación de Trabajadores de Puerto Rico, José Rodríguez Báez, dijo que se han reunido con algunos políticos del país para que no hagan donativos a congresistas republicanos que se niegan a aprobar un presupuesto federal,

El tranque se debe a que una minoría dentro de la mayoría republicana de la Cámara baja - unos 49 representantes (y cinco senadores) que se identifican con el movimiento ultra-conservador del 'Tea Party' - ha usado el debate del presupuesto y el límite de la deuda para exigir que se posponga la reforma de salud que el Presidente Obama promulgó en 2010, lo que ha imposibilitado llegar a un acuerdo.

Rodríguez Báez criticó al gobierno, y en especial al secretario del Trabajo Vance Thomas, por ser insensibles ante la magnitud de tener a los empleados federales en la calle.

Hizo un llamado a los republicanos del país a que 'perciban el daño que hacen los republicanos de alla, a los del 'Tea Party',' a Puerto Rico y 'que no se queden callados.'

'Hacemos un llamado a esos republicanos como los Fonalledas y otras a que ejerzan presión', dijo Rodríguez Báez.

Aunque ninguno de los empleados pudo estimar cuánto le ha costado a Puerto Rico el cierre federal, Rodríguez Báezestimó que podría ser $30 millones entre varias agencias. Dijo que el Departmento del Trabajo está invirtiendo unos $1.2 millones para mantener el Negociado de Seguridad del Empleo funcionando.

Al expresar la importancia que tienen los empleados federales, Ramírez destacó la labor de los empleados de la EPA para proteger el medio ambiente y asegurarse que el agua que se consume sea una limpia.

La Administración del Seguro Social, según Angelie Torres, empleada de la agencia, está operando limitadamente pero 'cambia de día a día' y las transacciones toman mucho tiempo. 'El retraso continuará exacerbando mientras no haya personal', destacó.

Los cheques regulares de seguro social están llegando porque se habían aprobado previamente. 'Pero mientras más se tarde el cierre, se retrasa todo y estará funcionando a nivel lento', dijo.

A partir del 17 de octubre, cuando se termine la liquidez, se espera que se paralicen los servicios completamente, advirtió Ramírez. 'Cuando vayan al Hospital de Veteranos y otras agencias recuerden que nosotros también somos víctimas de ese cierre y queremos trabajar pero no podemos hacer nada', dijo.