Hasta bajo el azuloso cielo de Bayamón germinan asambleas de pueblo
'Hay que darle gracias a Ricky Rosselló, porque por la metida de pata que dio estamos aquí'.
Esa afirmación de Pedro Méndez recibió el aplauso de poco más de 40 personas que el domingo por la tarde se congregaron para darle continuidad a un novedoso espacio participativo ajeno al concepto de liderato partidista y con una popularidad que ha alcanzado a más de 20 municipios.
Méndez y buena parte del público que lo escuchaba no se congregó en una plaza identificada con actividades independentistas o en un municipio baluarte del Partido Popular Democrático (PPD). Al contrario, son de un municipio donde Ricardo Rosselló Nevares ganó el 43% del voto y donde el alcalde, también novoprogresista, ganó con 73% del voto.
De hecho, si el grupo hubiera querido, caminaban seis minutos y llegaban al hogar espiritual de la estadidad en Puerto Rico, la Casa Museo José Celso Barbosa.
La segunda Asamblea de Pueblo de Bayamón, celebrada en la tarde del domingo en la parte inferior de la alcaldía de dicho pueblo, podría ser un tanto indicativo de la forma de las cosas por venir, como también un ejercicio de democracia participativa con una finalidad incierta.
Las asambleas surgieron en las postrimerías del movimiento masivo #RickyRenuncia, propulsados por las históricas manifestaciones que lograron la expulsión de Ricardo Rosselló Nevares de La Fortaleza. Y tal como se desarrollaron las manifestaciones del verano, las Asambleas de Pueblo corren un rumbo paralelo, con una convocatoria orgánica que responde al interés ciudadano de acabar con la corrupción, la impunidad y la expropiación de tierras y recursos naturales en manos de grandes intereses corporativos.
A la veintena de asambleas que han surgido – en San Juan, Caguas, Carolina, Canóvanas, Gurabo entre otros – se sumó la de Bayamón, contando con una bocina, dos micrófonos y pocos lugares para sentarse, invitando a un despliegue de sillas de playa. El encuentro fue organizado y manejado por el trío de Jackie Hernández, Eudel Rodríguez y Sonita Franqui, quienes comenzaron la reunión con un repaso relámpago de procedimientos parlamentarios, una dinámica notoria por su capacidad de alargar decisiones, pero aceptada como vehículo para dilucidar consenso entre grupos numerosos.
Las reglas de participación se circunscribieron a un plazo de 3 minutos para expresarse y presentar propuestas y al rechazo de políticas partidistas como tema de discusión. Una previa reunión ya había determinado que los temas de consenso son: Educación, la crisis constitucional, la auditoría de la deuda, la derogación de la reforma laboral, el fortalecimiento de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la visibilización de la comunidad LGBTTQ y el rechazo al recién presentado Mapa de Clasificación de la Junta de Planificación.
Según aclaró Hernández, las Asambleas de Pueblo buscan atender asuntos del propio municipio donde se celebran para traer atención a asuntos cercanos. No obstante, ante asuntos que afectan a la población de la Isla en general, la intención es conectar estos encuentros dentro una red de Asambleas, un concepto que poco a poco toma forma con el apoyo de las redes sociales, particularmente Facebook.
Regidos por el procedimiento parlamentario, la asamblea del domingo produjo desahogos que giraban en torno al repudio de la Junta de Control Fiscal (JCF), los propuestos cambios a la zonificación del municipio y al interés de promover el desarrollo de Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en el casco urbano. Igualmente desató debates sobre la viabilidad de un boicot electoral, la privatización del sistema eléctrico y una consideración para declarar la deuda como 'odiosa'.
En algunos momentos, entre discusiones, propuestas enmiendas y votaciones, se percibía entre algunos participantes una expresión no verbal de desilusión con el proceso, detalle que fue manifestado por uno de los participantes como cuestión de orden. Ante estas frustraciones, otros participantes recordaron que estos procedimientos pueden ser extensos por diseño, pero la paciencia y la participación los hace efectivos.
'No son para reprimir, pero sí hay que explicarle a la gente que no está acostumbrada a esto que el propósito de las leyes parlamentarias no es limitar, es poner un orden para que todo se lleve cuidadosamente, que no se pierda ningún tipo de información y que permita la mayor participación de las demás personas', señaló Isabel González a NotiCel, no sin antes destacar que estos procedimientos se tornan aún más importantes mientras más grandes sean las asambleas.
En gran medida, las asambleas cumplen un propósito de desahogo entre sus participantes; un foro compuesto por ciudadanos comunes que rehúsan ignorar el alcance de la corrupción pública sobre las vidas de todos los puertorriqueños. El componente organizativo se manifiesta en la creación de comités de trabajo, algo que en Bayamón sigue en desarrollo, pero no inexistente.
Concluidos los trabajo, una veintena de participantes permanecieron en el área conversando entre ellos y con el trío organizador. De esa asamblea no surgieron convocatorias adicionales a la próxima Asamblea de Pueblo, no se comprometieron a protestas particulares ni a estrategias combativas para atender los asuntos de interés. Pero ese no es el propósito de estas asambleas a esta temprana etapa.
'La cuestión de aquí es que sea bien democrático, que sea bien orgánico, que aquí no es imponer ideas, Aquí nosotros como coordinadores no estamos exponiendo nada, aquí las personas se expresan en pleno y eso se lleva a votación. Todo se lleva a votación', explicó Rodríguez al finalizar el evento.
En fin, las Asambleas de Pueblo persiguen cultivar y fomentar los mismos sentimientos de indignación y empoderamiento que llevaron a las protestas que provocaron la renuncia de un gobernador. Aunque con reclamos variados, pero con el mismo espíritu de apertura y participación que distinguieron los sucesos del verano de este año.