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Juicio Casellas: Relatan detalles del supuesto 'carjacking'

En el segundo día de juicio contra Pablo Casellas, acusado de asesinar a su esposa Carmen Paredes, trascendió que el club de tiro del que salía el corredor de seguros cuando sufrió un supuesto 'carjacking' un mes antes del asesinato de su esposa, sólo tenía cancha de escopeta y no de armas cortas como las que llevaba Casellas en el baúl de su carro y que los asaltantes supuestamente le robaron.

Los testigos narraron cómo el corredor les contó que fue emboscado por tres hombres que le tirotearon en dos ocasiones durante el 17 de junio de 2012.

'Estaba sumamente nervioso', contó el licenciado Andrés Nevárez González. 'Vimos una persona viniendo a pie por el medio del camino. Venía solo, estaba sudado, bien rojo, con sangre bajándole por el brazo. Estaba bien nervioso', comentó el testigo, quien ese día practicaba el ciclismo junto a otros dos por el área de Toa Baja, cuando decidieron pasar por el Club Metropolitano de Tiro, del que todos eran aficionados.

Casellas le relató a los hombres que lo habían emboscado tres hombres 'a tiro limpio' y que su guagua estaba llena de tiros. Entonces uno de los hombres entró a la guagua y sin decirle nada le pegó un tiro, según el testigo. Nevárez González mencionó que según Casellas, el asaltante le pidió todo lo que tenía, pero le insistió por más y fue ahí que Casellas le mencionó que en la parte de atrás de la guagua tenía unas armas. Tan pronto el asaltante se movió a buscar las armas, él aprovechó y se escondió detrás de unas 'yerbas altas', donde lo volvieron a tirotear y esperó hasta que los hombres se fueran.

Nevárez González, además, detalló que el acusado insistía que si hubiese tenido con él un 'arma especial que le gustaba mucho', se hubiera podido defender, a lo que el testigo le contestó que tuvo suerte de estar vivo.

A preguntas del abogado de defensa, el cuarto testigo Luis Ignacio Echenique, un cirujano proctólogo, que también andaba de ciclista ese día, mencionó que la herida que llevaba Casellas en el brazo lucía similar al de una bala, pero no fue hasta el redirecto de fiscalía que especificó que era de apenas un centímetro. 'Parecía una llaguita', mencionó luego. El licenciado Nevárez mencionó, por su parte, que tenía una línea de sangre que salía de unos 'hoyos negros más pequeños que una moneda de diez centavos', especificó.

El testigo contó también que cuando llegaron los paramédicos lo chequearon, lo vendaron y dijeron que estaba estable. También había llegado a la escena el padre del acusado, el juez Salvador Casellas, a quien Nevárez González llamó para notificarle de lo sucedido.

En juicio trascendió, además, que el club de tiro del que salía el corredor de seguros sólo tenía cancha de escopeta, y no de armas cortas como las que llevaba Casellas en el baúl de su carro y que los asaltantes supuestamente le robaron. 'Verdad que en el club de tiro también se pueden disparar armas cortas?', cuestionó el abogado Harry Padilla. 'No, señor', contestó el testigo, al especificar que en ese momento no, pero ahora sí las incorporaron.

Fiscalía no pidió redirecto para abundar sobre el tema, luego de que el dato saliera a relucir durante el contra interrogatorio que realizó Harry Padilla. 'Esto es un rompecabezas que poco a poco se irá formando, pero no vamos a discutir nada de la prueba', se limitó a contestar a la prensa, la fiscal Janet Parra. 'Nada me impacta. La prueba irá surgiendo', agregó.

Otro de los ciclistas que andaba ese día es Pedro Casellas, quien resultó tener un parentesco lejano con Pablo Casellas, aunque nunca se habían conocido. A preguntas de Padilla, Nevárez indicó que el encuentro con el acusado fue 'totalmente sorpresa' pues ninguno lo había planificado.

Al otorgar el receso para el almuerzo, el hermano de Carmen Paredes salió abrazado junto a su madre, AracelisCintrón, quien fue la primera testigo del juicio, que comenzó el martes. 'Ésta es nuestra vida. Tenemos que estar aquí por mi hermana. No tenemos todos los recursos, pero estamos aquí por ella', contestó el hombre compungido.

Agente de la policía infiere en sala: 'Me estuvo raro'

Luego de que reanudara la sesión, el fiscal Sergio Rubio interrogó al agente Rodolfo González, quién realizó el informe preliminar del 'carjacking'. El agente mencionó que Casellas le había informado que tuvo que romper el cristal para tirarse del carro y escapar. 'Me estuvo raro que se hubiera tirado por el cristal sin ningún rasguño', mencionó el policía, con objeciones de la defensa.

El testigo mencionó, además, que de la entrevista que le hizo al acusado se desprendió que los hechos habían ocurrido frente al portón del Club Metropolitano de Tiro, pero que notó el portón cerrado y sin ningun rastro de cristales rotos o casquillos de balas. 'Los casquillos y cristales rotos estaban detrás de la guagua. Observé que estaban los cristales y casquillos como si fueran ahí los hechos', comentó González, al indicar que el carro se encontraba a una distancia de varios metros del club de tiro.

Mencionó, además, que Casellas reaccionó con coraje a sus cuestionamientos. ''Van a seguir preguntándome?', aseguró el testigo que le preguntó el acusado.

El otro agente que testificó fue el agente del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) Ricardo Costales, quien tenía a su cargo la investigación del 'carjacking'.

Costales declaró en ante el jurado que Casellas le había relatado que había escuchado cuatro disparos cuando se encontraba en el área del portón del club de tiro, y que habían impactado el cristal trasero de su guagua.

'[Él] sale corriendo hacia el polígono y de la maleza sale un hombre trigueño oscuro y le apunta con arma de fuego y le dice que le diera todo lo que tenía', declaró Costales a preguntas de la fiscal Parra.

Luego de que Casellas le contestara al agresor que 'lo cogiera todo' pero que 'no le hiciera daño', éste supuestamente le dice que se mueva al asiento del pasajero. En ese momento del relato, el agente cuestiona a Casellas sobre cómo es posible que le dijera que se moviera al asiento del pasajero si había salido corriendo del carro.

'[Él] se puso hostil y me dijo ‘ustedes no me creen'', declaró Costales.

El agente trato de explicarle que era su deber hacer preguntas y que eso parte de la investigación, pero en eso el padre de Casellas, el juez federal Salvador Casellas, intervino aduciendo que su hijo no estaba bien de salud y que lo llevaría al hospital.

Al igual que con el testimonio del agente González, el testimonio del agente del CIC coincidió en que no había evidencia alguna de los disparos o de los cristales rotos en el área del polígono, sino que la escena estaba en el área en donde se encontró la guagua.

En un contra interrogatorio de más de una hora de duración, el licenciado Harry Padilla logró que el agente admitiera la falta de detalles en sus notas y la superficialidad de la investigación. Sin embargo, el fiscal Sergio Rubio utilizó el redirecto para que González aclarara que sólo se trataba de una investigación preliminar que luego fue remitida al Centro de Investigación Criminal, por lo que meramente anotó la información que le comunicó Casellas.

Pablo Casellas. (Josian Bruno Gómez/NotiCel)
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