El juicio contra Pablo Casellas Toro, acusado de asesinar a su esposa Carmen Paredes el 14 de julio del año pasado, quedó reseñalado para el 29 de julio, anunció esta tarde el juez superior de Bayamón, Jose Ramírez Lluch, quien excusó a Casellas Toro porque se recupera de una caída.

La defensa de Casellas Toro había solicitado al juez Ramírez Lluch, que le permita al acusado por el asesinato de Paredes ausentarse hoy de la vista sobre el estado de los procedimientos que se celebraría a las 2:00 de esta tarde en su sala.

De acuerdo con la defensa, Casellas Toro continúa 'delicado de salud' luego que sufrió una caída en la casa de su padre, el juez federal Salvador Casellas, quien es su custodio durante su arresto domiciliario.

Las partes se vieron las caras esta tarde, luego que el pasado 29 de abril la jueza Vivian Duriex Rodríguez falló en contra de la defensa de Casellas Toro que solicitó sin éxito se suprimiera el arsenal de armas que se ocupó en la residencia del matrimonio el día que fue asesinada Paredes, el 14 de julio de 2012.

En la vista anterior, el fiscal Gustavo Vélez Acevedo, quien fue uno de los fiscales que trabajó la escena del asesinato de la ejecutiva, defendió que a Casellas Toro no se le hubiesen hecho advertencias relacionadas a la ocupación de armas.

'No había necesidad de hacerlo porque, en ese momento, Pablo Casellas era un perjudicado, no un sospechoso', declaró el testigo.

El fiscal Vélez Acevedo indicó que la orden para ocupar las armas y enviarlas a analizar al Instituto de Ciencias Forenses la dio él luego que Casellas Toro había alegado que el supuesto asesino le había robado un arma y tras entrar a la oficina y ver que las armas y municiones se encontraban en medio de un desorden, regadas por el suelo, lo que constituye una violación a la Ley de Armas.

Vélez Acevedo señaló que Casellas Toro consintió que se ocuparan las armas al abrirle la oficina que tenía unas medidas de seguridad que sólo él y la occisa conocían para que el cuarto se pudiera abrir. Declaró, además, que el juez federal Casellas, el licenciado Arturo Negrón García y el propio Casellas Toro observaron en diferentes momentos cuando las armas eran ocupadas y ninguno de los tres objetó el procedimiento.

El fiscal sostuvo, además, que dentro de la oficina del acusado se encontraron dos armas compatibles con los casquillos de bala calibre 5.7 X 28 utilizados para asesinar a Paredes. Una tercera arma que podía disparar municiones de ese calibre no se encontró.

Contra Casellas Toro pesan cuatro cargos por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia y declarar falsamente un delito.

Cuando se determinó causa para arresto el pasado 8 de octubre 2012, la fiscal Phoebe Isales explicó que ese último cargo se relaciona con la querella que el imputado presentó ante los agentes del cuartel de Levittown de que supuestamente el 17 de junio (Día de los Padres) le robaron tres armas y fue víctima de una tentativa de asesinato. Entre las armas, que Casellas Toro alegó falsamente que le robaron se encuentra la utilizada para asesinar a Paredes.