El banquero Salomón Levis Goldstein, actualmente con la hipotecaria Senior Mortagage y antes con Doral Bank, confirmó que solicitó una orden de protección contra su esposa porque esta supuestamente lo amenazó con un cuchillo, a la vez que la esposa, la licenciada María Georgina Chevere Mouriño, radicó una demanda de divorcio por la causal de adulterio.

El escandaloso episodio involucra a figuras que han sido protagonistas recurrentes de las páginas de eventos sociales, pero cuya relación ha estado en los tribunales desde sus inicios.

Levis y otros miembros de su familia estuvieron al frente de Doral, pero dejaron la institución, y su sobrino, Mario S. Levis, está involucrado en un caso criminal por su trabajo en el banco, que está pendiente de revisión ante el Tribunal Supremo federal. La propia relación con Chévere ha involucrado casos que han llegado hasta el Tribunal Supremo local, y que provocaron que se cambiaran las reglas de pensiones en Puerto Rico para que un padre no tuviera que revelar la totalidad de su caudal y capacidad económica, siempre y cuando acepte pagar una pensión razonable. Esta decisión significó un cambio porque, hasta entonces, los padres estaban obligados a divulgar su capacidad económica, y entonces se fijaba la pensión.

Ese caso se inició en 1996, cuando Chévere pidió $10,000 mensuales por los dos hijos que tenía en ese momento con el banquero cuando aún no estaban casados y el banquero salía de una relación con la hoy convicta Nancy Hernández. Ahora, la pareja tiene cinco hijos y, según la demanda que presentó Chévere, las necesidades económicas ascienden a $130,000 mensuales.

En entrevista con el programa Dando Candela, Levis aceptó que el divorcio está en proceso y que 'yo todavía amo a mi esposa' pero 'la idea del divorcio en mí, es bastante firme'. 'Quizá nosotros hemos cogido esa curva que es malita', dijo sobre el 'desgaste' de su matrimonio.

Agregó que buscará la custodia compartida de sus hijos pero aseguró que 'no hay ninguna tercera persona... eso no existe, ella puede decir una cosa y la realidad es otra'.

Confirmó que anoche acudió a la Sala de Investigaciones del Tribunal de San Juan para procurar una orden de protección porque su esposa, entre otras cosas, lo amenazó con un cuchillo. Se lamentó que 'hubiera querido que eso (la solicitud de la orden) se quedara confidencial'. 'Lamentablemente, por la democracia que tenemos en nuestro país y la libertad de prensa la gente se entera', subrayó.