A nueve meses del paso del huracán María, cientos de comunidades continúan recuperándose de la emergencia y batallando con la ineficiencia y burocracia gubernamental, de la manera que pueden.

Es es el caso de Villa Hugo, en San Isidro, Canóvanas, una comunidad que ha estado por decadas batallando un mar de problemas burocráticos y de permisos y que el paso de María los obligó a buscar la manera de cómo levantarse sin la necesidad de apoyo gubernamental.

Una de las piezas claves de este esfuerzo de recuperación lo ha sido el líder comunitario Oscar Carrión. La comunidad le debe mucho a este joven, quien ha sido protagonista en el levantamiento del sector, a pesar de haber quedado sin hogar despues del huracán. Un negocio de la comunidad le ha servido de hogar y, desde allí mismo, ha preparado una especie de centro de comando, en donde tambien almacena los materiales de construcción de las casas.

'Aquí hay mucha necesidad y ver a las personas de PUMA y de la Fundación TECHO aquí es muy chevere. Aquí lo que no se llevó el viento, se inundó. Muchas bacterias, plagas, aguas contaminadas, fallecieron personas a causa de eso…', dijo durante una actividad el sábado pasado en la que voluntarios de la empresa y la fundación ayudaron a rehabilitar casas en el vecindario.

Carrión ha logrado mucho por los vecinos, pero la gesta que quizás más le agradecen es haber energizado sus casas, ante la lentitud de la Autoridad de Energía Electrica (AEE).

'La comunidad nunca ha estado fácil. Hay mucha gente enferma y teníamos entendido que por los problemas legales que hay de la comunidad con los terrenos, la AEE no quería poner luz. Aquí hay gente que no paga luz, pero hay mucha gente que sí paga. Entonces el proceso de la luz es porque no ponen un contador más, pero hay solicitudes y eso es importante que se sepa', dijo. 'Habiendo necesidad y sabiendo lo que había, mire y vi que estaba grave. Hablamos, recolectamos un dinero, nos movimos y una persona nos habló de un camión abandonado en una finca y lo logramos prender. Y con ese camión prendimos la zona'.

Con el camión de canasto de fondo, el que se volvió a averiar, Oscar narró que despues que encendió el sector, la AEE apareció, pero para apagar nuevamente las casas.

'Prendimos el 5 de enero y la vinieron a apagar. Tuvimos altercado allá afuera. Volvimos a prenderla porque aquí hay necesidad y porque vivamos aquí pobremente no significa que somos menos que nadie. La prendimos y todavía tengo unas personas sin luz, así que voy a meter mano. Necesitamos y estamos agradecidos de que la gente haga como PUMA y TECHO y lleguen hasta aquí. A veces van a los grandes y casi nada llega a la comunidad... cuando tu caminas por aquí se nota la necesidad', concluyó.