El celebre chef español Jose Andres, que se ha destacado por su reciente ayuda en la crisis humanitaria que sufre Puerto Rico, tras la devastación del huracán María, cuestionó hoy las reacciones estatales ante catástrofes de ese tipo.

'La falta de adaptación hizo que algunos problemas incluso empeoraran', afirmó durante un coloquio en Washington el restaurador, quien señaló que 'hay que aprender a adaptarse a las circunstancias, necesitamos ser más adaptables'.

Jose Andres -que tiene ciudadanía estadounidense- repartió un total de 3 millones de raciones de comida a traves de su organización sin ánimo de lucro World Central Kitchen ante la devastación ocasionada por el huracán María el pasado 20 de septiembre, que ocasionó la muerte de 58 personas.

'Tenemos a gente en un sistema que no les permite ser lo exitosos que pueden ser ni lo buenos que saben que deben ser', incidió el cocinero, que criticó duramente los metodos de ayuda ante estos desastres y llamó a darle al termino 'emergencia' su 'sentido real'.

Pese a sus críticas a la organización estatal de la ayuda humanitaria, Jose Andres alabó la labor realizada por cada una de las personas que intervinieron en la isla, incluso a las que procedían de instituciones estatales.

El restaurador argumentó que quienes tienen responsabilidades en gestiones de este tipo deben estar 'más preparados' y comentó que el quiere ser 'un amigo' de las instituciones, 'no un dolor de cabeza'.

Tambien puso el foco en la falta de información que hubo durante esas semanas en Puerto Rico, algo que ejemplificó con el rechazo de parte de la población a beber el agua que venía en garrafas de allí pese a que no suponía ningún riesgo: 'Tenemos que saber comunicarnos mejor, la gente no bebía pese a que era potable', subrayó.

Jose Andres tambien aseguró que, cuando prestó ayuda humanitaria tras el huracán Harvey en Houston (Texas) el pasado verano, ya vio fallos de gestión que luego se han repetido en Puerto Rico y enfatizó que ante cualquier desastre de esas magnitudes el apoyo alimentario debe estar en la cúspide de las prioridades.

El chef afirmó que las organizaciones no gubernamentales del siglo XXI tienen que tener 'mentalidad de negocio' para ser más eficaces.

Tambien comentó las duras imágenes vividas en la isla durante su estancia que le hicieron, según narró, ser consciente de la gravedad de la situación: 'Vi a una mujer caer delante de mí porque llevaba dos días sin beber agua'.

Ensalzó el poder de la comida como tecnica de relaciones internacionales y bromeó con la posibilidad de utilizarla con Corea del Norte: 'Un plato de comida hecho con corazón y servido con amor -agregó- es una buena táctica diplomática'.