A 30 días FEMA admite que sigue apagando fuego
El director del Caribe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en ingles), Alejandro de la Campa, justificó que a un mes del embate del huracán María en Puerto Rico las autoridades todavía se encuentran en la fase de respuesta inmediata para proveer ayuda de emergencia y suministros de primera necesidad a los miles de afectados por el ciclón.
De la Campa defendió el trabajo realizado por FEMA como coordinador del operativo del gobierno federal, pese al mar de críticas por la lentitud con la que se ha ofrecido la ayuda, que hasta el momento asciende a $2,000 millones.
'Nosotros estamos seguros de que hemos dado el máximo en todos los aspectos, en lo que se podía hacer y en terminos de la respuesta a un huracán tan catastrófico como este. Siento que nos queda mucho por hacer', reconoció el funcionario cuando se le preguntó si estaba satisfecho con la labor realizada por las autoridades federales.
A un mes del paso del huracán, la cotidianidad en Puerto Rico está muy lejos de regresar a la normalidad. Con más del 80% del país a oscuras y sin servicio de telecomunicaciones, se suman las denuncias de damnificados debido al poco y lento flujo de suministros y agua potable. Un sinnúmero de comunidades aisladas en áreas montañosas ha optado por bañarse y tomar agua de los ríos y otros cuerpos de agua, aunque pongan en riesgo su salud.
'Todos queremos volver a la normalidad, sin embargo, lo catastrófico de este evento no lo ha permitido. Cuando uno ve la realidad de los estragos y el desastre uno se da cuenta que no es ni tan sencillo ni fácil', reiteró.
Las críticas a la respuesta del gobierno federal no se limitan a Puerto Rico, lo mismo sucede en Estados Unidos. Publicaciones y medios estadounidenses han cuestionado la cantidad de recursos asignados en proporción al nivel del desastre natural.
De la Campa aseguró que la ayuda otorgada a Puerto Rico luego del paso del huracán es igual o comparable a la respuesta de emergencia del gobierno federal en otros estados en desastres como huracanes, e incluso en el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.
Informó que en Puerto Rico hay sobre 17 mil funcionarios federales en las operaciones de apoyo, entre estos, sobre 14 mil militares y 1,700 trabajadores de FEMA. Sostuvo que ni en Katrina, Sandy o ningún desastre anterior, la agencia había tenido que continuar proveyendo suministros de comida y agua a los afectados luego de tres semanas.
Estimó que entre 25,000 a 30,000 casas están destruidas y sobre 150,000 han sido afectadas severamente. Por la magnitud de los daños a infraestructura crítica, como puentes y carreteras, admitió que la restauración del país podría tomar años.
'Ya nuestra agencia ha reconocido que este es el desastre más grande en la historia de FEMA donde 'nunca antes' luego de tres semanas se tenía que seguir dando comida en las cantidades que estamos dando', consignó el Director.
Ante las críticas reiteró que hay que entender la dificultad que añade que Puerto Rico sea una isla. Al no estar en los Estados Unidos continentales la ayuda no puede llegar en camiones por carretera por lo que según el funcionario fue mucho más difícil ofrecer una respuesta inmediata.
'La logística que requiere traer los suministros y recursos es una cosa extraordinaria. Nunca antes vista. Tenemos que poner en justa perspectiva. Hay que ser realistas con las expectativas tambien. Somos una Isla y todo hay que traerlo en barcazas y aviones', insistió.
De la Campa señaló que el colapso del sistema electrico ha desencadenado en la tardanza de recuperación del país, por lo que mientras no se restablezca el servicio la agencia federal tendrá que mantenerse en la fase de respuesta de emergencia.
'Si tuvieramos el servicio electrico no tuvieramos que seguir proveyendo agua, ni comida ni habría que hacer tantos de los esfuerzos. Es una cadena de eventos', agregó.
Ante las críticas de muchos alcaldes, dijo que FEMA se encuentra en estrecha colaboración con estos para asegurar que les llega la comida y el agua. Aunque los funcionarios de gobierno insisten en que no falta comida ni agua, algunos alcaldes insisten que los suministros no llegan y si llegan no son suficientes. Se critica además que muchos de los suministros contienen comidas militares o meriendas que no proveen sustento para familias sin acceso a otro tipo de alimento.
'Estamos trabajando junto con los municipios para poder identificar esas áreas', sostuvo de la Campa tras admitir que la mayor dificultad ha sido acceder a comunidades en la zona central del país que, además de la topografía montañosa, hay residencias alejadas, con el agravante de las carreteras y caminos afectados y sin ninguna comunicación.