Nadando contracorriente por llegar al USNS Comfort
Mientras el huracán María azotaba a la Isla, Frances Marie Olavarría Rosario y su esposo Nataniel Nieves Guzmán, luchaban por salvar a sus dos pequeños hijos de un golpe de agua y lodo que entró a su casa en el reparto Marques de Arecibo.
La joven madre colocó a su hija de dos años en la espalda y su esposo se encargó de colocar al bebe de tres semanas de nacido en una nevera de playa para huir de la casa. Salieron ilesos, pero 'el agua sucia con animales muertos enfermó a mi nena'. Ahora Frances Marie lucha porque su pequeña sea atendida en el buque hospital USNS Comfort, tras días con altas y bajas de temperatura de su hija.
'La nena ahora está mucho mejor, pero hasta el sol de hoy no hay pediatras funcionando y me dijeron del barco, así que quiero hacer todo lo posible a ver si la atienden', dijo vía telefónica.
A casi un mes del paso del huracán, Frances Marie aún recuerda perfectamente la experiencia 'más horrible' que ha vivido en su vida cuando en cuestión de cinco minutos vio su casa llena de agua y lodo.
'Fue horrible. Se metieron cinco pies de agua, me llegaba a la quijada. Cuando mi esposo vio que empezó a subir tan rápido puso el nene en una neverita y yo me amarre a la nena en la quijada como pude, y salimos', recordó. 'Cuando salíamos, mi esposo se cortó con unas planchas de zinc y se hundió por una alcantarilla que estaba abierta. Fue horrible. Estaba desesperada', reconoció.
Según relató, ambos lograron salir con los niños y fueron trasladados a un refugio. A los dos días, su hija comenzó con los episodios de fiebre.
'Como la nena estuvo expuesta a esa agua, en la que había hasta animales muertos, se que es por eso que se enfermó. La fiebre llegó a los 40 grados, sudaba y temblaba. Me sentía impotente, no podía hacer nada, no había comunicación ni nada. Cogía agua de lluvia y la bañaba para bajarle la fiebre, mojaba toallas y la envolvía, me la ponía piel con piel a ver si la ayudaba con la temperatura, trate de hacer de todo', narró.
La familia regresó a la residencia y lograron recuperar algunas cosas. Estando allí, contó, se escuchan disparos todas las noches y el pasado viernes uno entró por la ventana y pasó a escasa distancia de la niña, terminando en el espejo.
'Todas las noches se escuchan tiros y despues salen cosas en las noticias. Esa madrugada, entró una bala y le pasó a un chavo de la cabeza de la nena, rebotó en la pared y el espejo, y los vidrios se cayeron encima de ella. Llamamos a la Policía pero dijeron que no podían hacer nada', contó.
Su frustración la publicó en las redes sociales bajo la etiqueta #CansadaDeFingirQueTodoEstaBien. 'Mi lucha es mantener los nenes seguros y que no les falte nada. Estoy nadando contra la corriente… Todo el mundo pregunta: '¿Estás bien?' y uno contesta que sí, pero la realidad es que no'.