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Interior de Puerto Rico, el mayor damnificado de María

Escenarios dantescos con áreas sin una casa en pie

El huracán María que atravesó Puerto Rico dejando un rastro de destrucción, golpeó con especial virulencia a la población del interior siendo la gran damnificada por un desastre de magnitud histórica y que dejó 34 muertos.

María destrozó infraestructuras de electricidad y telecomunicaciones dificultando las condiciones de vida en la capital, San Juan, y otras ciudades, pero, sin duda, lo peor se lo llevó la población más vulnerable, la que habita en las zonas aisladas de la que poco se sabe.

Al cumplirse dos semanas del paso del huracán, la atención mediática se centra hoy en el resultado de la visita del presidente Donald Trump a la isla o de si sube un punto el porcentaje de personas con electricidad, pero hay otra isla, la de los municipios de montaña, en los que no se sabe con certeza que pasa.

Testimonios de quienes se han trasladado hasta allí, muchas veces en viajes relámpago, hablan de escenarios dantescos con áreas sin una casa en pie, falta de agua y alimentos y desesperación que ha provocado suicidios, datos difíciles de corroborar de forma oficial porque, la mayoría de las veces, la información llega a cuenta gotas.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, pidió hoy a los alcaldes que hagan saber a sus vecinos dónde están instalados los puntos de recepción de ayuda para que las agencias federales puedan dirigir con efectividad sus operaciones.

Pese a ser una pequeña isla que se recorre en poco más de tres horas en carretera, este territorio caribeño cuenta con un respetable sistema montañoso, en algunas áreas de difícil acceso donde viven esparcidas miles de personas que aún esperan ayuda mientras permanecen sin agua, luz y comunicación telefónica.

Testimonios recogidos por Efe, de personas que han accedido a los municipios más aislados, hablan de población alimentándose de comida para perros en Adjuntas, en la montaña, donde familias pobres subsisten en medio de la precariedad y en espera de la ayuda que organiza la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (Fema).

En áreas aisladas de los municipios de Barranquitas y Orocovis, según información de residentes suministrada a Efe, han muerto personas por no recibir su tratamiento de diálisis y la falta de oxígeno.

En esas áreas se estarían sepultando a fallecidos en huertos cercanos por falta de medios para un enterramiento con unas mínimas condiciones y los suicidios se habrían disparado por la desesperación, datos no confirmados por el Gobierno, que ha reconocido en repetidas ocasiones que el principal problema sigue siendo la falta de comunicación.

Esther Berríos, una vecina con residencia en el distrito turístico de Condado pero que viajó al municipio interior de Cayey para saber de sus familiares, dijo que hay multitud de casas completamente destruidas y que las carreteras secundarias son inaccesibles.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, denunció pocos días despues de que el 20 de septiembre el huracán María cruzara la isla que la gente se estaba muriendo de hambre y se daban casos de personas bebiendo agua de los ríos.

El alcance de lo que realmente pasó y todavía ocurre en Puerto Rico es para muchos aún una incógnita que el Gobierno de Rosselló no puede despejar con certeza.

El gobernador dijo hoy que el principal desafío es hacer llegar el agua y la comida a las áreas que lo necesitan, pero muchos dudan de que realmente se haya llegado a quienes precisan ese apoyo, la población más olvidada que habita en las montañas en casas de pobre estructura, de madera y con endebles tejados de hojalata.

Muchas de esas casas del interior están construidas en zonas cercanas a corrientes de agua sin ningún tipo de permisos de edificación, una práctica muy común en la isla.

Rosselló y los representantes de las agencias federales dicen que el objetivo es que la ayuda llegue a los damnificados, pero día tras día los medios locales exponen los casos de gente desesperada que no tiene que llevarse a la boca.

El paso de las semanas será, como muchos esperan, la única forma de conocer con exactitud el verdadero alcance de esta tragedia.

La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

Foto:

La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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La crecida de ríos y los poderosos vientos dejaron escenarios dantescos especialmente al interior de la Isla. (EFE)

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