El Recinto Universitario de Mayagüez fue el único deponente en la audiencia senatorial.

La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y el Departamento Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) se ausentaron el jueves de una vista pública senatorial que discutió medidas para la protección del recurso de agua en el país, lo que dejó al Recinto Universitario de Mayagüez como único deponente sobre el tema.

La situación incomodó a la presidenta de la Comisión de Innovación, Telecomunicaciones, Urbanismo e Infraestructura, la senadora Elizabeth Rosa Vélez, que emplazó a las representantes de ambas agencias para que se presenten a la próxima vista.

La legislación evaluada son los Proyectos del Senado 937 y 939. El primero propone la creación de la “Ley para requerir el riego de áreas verdes no agrícolas con aguas usadas, tratadas o de lluvia en Puerto Rico”; y el 939 busca crear la “Ley para la recolección y cosecha de agua de lluvia en Puerto Rico” para disminuir el consumo de agua de los embalses.

El catedrático y director del Instituto sobre Recursos de Agua y el Ambiente de Puerto Rico de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez (UPRM), doctor Walter Silva Araya, advirtió que la implantación de sistemas de riego en áreas verdes no-agrícolas conlleva retos en el diseño y construcción para transportar el líquido hasta los sitios de descarga, como los bosques, selvas, parques, jardines.

“Como ingeniero civil, cuando uno ve las dificultades que conlleva el transporte del agua usada, la energía que consuma, hay que ver si es costo efectivo y si el ahorro del agua es real”, señaló.

Agregó en su ponencia, que aunque el uso de la recolección de agua de lluvia tiene ventajas, la implantación de una ley como la que propone el P del S 939 requiere estudiar su impacto en la reducción de uso del agua de la AAA, según las especificaciones de los sistemas que se propongan.

Añadió que el agua de lluvia requiere un periodo significativo para almacenarla, para que perdure durante un periodo de sequía, por lo que habría que hacer un estudio para saber cuánto tiempo se podría mantener almacenada.

El catedrático sugirió que se le asigne a la UPR una cantidad de fondos para resolver problemas de agua. De este modo, en colaboración con las agencias pertinentes, entrenarían al estudiantado, se quedarían ejerciendo en el país y sus proyectos de investigación estarían orientados a resolver problemas específicos sobre la problemática del agua en Puerto Rico, dijo.

En su ponencia detalló los asuntos que habrá que tomar en consideración al legislar o establecer estas reglamentaciones. Mencionó cinco aspectos

El primero es determinar la eficiencia según los tipos y materiales de construcción usados en los techos ya que no todos los techos colectan el agua de igual manera, ni mantienen su calidad. A este agregó la evaluación del hecho de que el potencial de agua que se puede recolectar varía según la localización geográfica en la Isla ya que la lluvia en Puerto Rico es altamente variable en el tiempo y el espacio.

También el dimensionamiento adecuado de las cisternas de almacenamiento según el volumen de lluvia disponible y la demanda esperada en función del grupo familiar y/o las necesidades que se desean satisfacer.

Advirtió como cuarto punto la necesidad de manejar la calidad del agua recolectada mediante el manejo del volumen inicial de lluvia que cae al techo mediante dispositivos capaces de disponer fuera de las cisternas el volumen inicial que lava el techo.

Finalmente propuso un estudio de factibilidad para cuantificar el impacto que tendrán los sistemas de recolección de agua que se proponen sobre la reducción en el uso de agua de los embalses, sus costos y en el aumento en la resiliencia durante los planes de racionamiento.