COVID-19 descarrila las oportunidades de muchos universitarios
El 67 por ciento sufrió una reducción de ingreso, según un estudio de Mentes Puertorriqueñas en Acción.
No solo interrumpió sus estudios, la llegada del COVID-19 a la Isla afectó las condiciones de vivienda de los universitarios y la futura búsqueda de empleo, descubrió un estudio de la organización sin fines de lucro Mentes Puertorriqueñas en Acción.
El informe, publicado y analizado en una conferencia virtual ofrecida por Alejandro H. Silva Díaz, director ejecutivo de la organización, destacó que “más de dos tercios de los estudiantes han visto una reducción en sus ingresos económicos”.
La investigación contó con una muestra de 535 estudiantes que participan en este programa de alcance comunitario para jóvenes profesionales comprometidos con el empoderamiento y el desarrollo comunitario.
Parte de estos estudiantes encuestados quedaron desempleados, mientras que otros sufrieron una disminución en sus horas de trabajo. Dado que más de un tercio de los universitarios se mudó con algún familiar, la carga económica ha afectado también a sus familias.
“Lo más impactante fue la reducción de ingreso. El 67.3 por ciento de los jóvenes mostró una reducción en ingresos y parte de esto es porque han perdido sus trabajos. Esto significa que estudiantes con reducción de ingresos, se mudaron con un familiar. De acuerdo al estudio, casi el 40 por ciento de los estudiantes se mudó con padres o familiares en el área. Eso significa que la familia adopta parte del impacto económico del estudiante. Es decir, no es solamente un impacto a los estudiantes sino a la familia completa”, dijo Silva Díaz.
Según Luis Ferrán Colón, estudiante de economía de la UPR y parte del equipo que trabajó en el informe, los universitarios trabajan en algunos de los sectores más golpeados por la cuarentena.
“La mayoría de los jóvenes comienza a adquirir experiencia laboral en trabajos de servicio al cliente y venta al detal. Estos son algunos de los campos que más se tardarán en recuperarse”, indicó.
Los comercios de venta al detal dejaron de operar desde que la gobernadora Wanda Vázquez Garced decretó un toque de queda y un cierre de negocios de servicios no esenciales el pasado 15 de marzo. La cuarentena busca evitar la propagación del virus que ha cobrado 125 vidas, según las cifras oficiales.
En el renglón de búsqueda de trabajo, el informe encontró que un 42.4 por ciento de los encuestados expresó haber perdido alguna oportunidad de empleo nuevo, mientras que 20.5 por ciento perdió oportunidades de desarrollo académico como conferencias. Otro 20 por ciento perdió oportunidades de investigación y un 16.4 por ciento vio desaparecer oportunidades de internados.
“A pesar de que la mayoría de los estudiantes han podido continuar sus cursos académicos, el acceso a tecnología ha representado un reto adicional que los estudiantes deben enfrentar. Uno de cada cuatro estudiantes reveló que su principal fuente a los cursos no es la más óptima para la tarea, mientras que un 34.4 por ciento expresó tener dificultad con el acceso a internet”, detalló Silva Díaz.
Otro asunto inquieta a los universitarios. Con la paralización de labores y el toque de queda, muchos jóvenes que estaban a punto de insertarse en el campo laboral no pudieron completar los procesos para tomar licenciaturas, certificaciones y reválidas.
“Este dato es preocupante ya que las profesiones que generalmente requieren la toma de estas pruebas son trabajos en el campo de la salud y derecho, que son esenciales para combatir la pandemia y sus efectos”, expresó Silva Díaz.
Las recomendaciones incluidas en el informe incluyen enfatizar en la transición de trabajos remotos, el desarrollo de oportunidades de trabajo y pasantías durante el verano, mejorar el acceso a internet, garantizar procesos de orientación efectivos y articular soluciones para que los jóvenes profesionales puedan tomar sus licenciaturas y reválidas.