Bajo la lupa recomendaciones del "Task Force" médico y económico
Expertas en salud pública y epidemiología advierten que Puerto Rico no cuenta con datos para determinar la reapertura comercial.
Al mismo tiempo que los miembros del Task Force médico que asesoran a la gobernadora Wanda Vázquez Garced ultimaban detalles sobre sus recomendaciones para una apertura escalonada del sector comercial, siete empresarios sostuvieron una reunión con la primera ejecutiva y dos jefes de agencia, en la que manifestaron uno de sus temores: que sus empleados obtengan incentivos desempleo y no regresen a su lugar de trabajo.
Esta posición fue presentada el sábado, durante un cónclave en La Fortaleza, de acuerdo a un resumen detallado al cual NotiCel tuvo acceso. Una fuente de este diario digital confirmó que su contenido es legítimo y que luce ser una minuta hecha por los miembros del sector privado sobre lo discutido con la gobernadora.
“A todos nos ocupa que los planes de incentivos por desempleo pueden ser a corto plazo de mayor beneficio para los que no están trabajando y por ende fomentar el que no quieran volver a la fuerza laboral”, lee uno de los puntos que fueron traídos a la atención de Vázquez Garced en la conversación de dos horas.
Los empresarios Ramón Leal (ASORE), Carlos López-Lay (Bella Group), Brenda Marrero (BMA Group), Felipe Pérez (El Mesón Sandwiches), Rafael Rojo (Asociación de Constructores, Asociación de Industriales y Bonistas del Patio), Friedel Stubbe y Federico Stubbe (Prisa Group) fueron los protagonistas del intercambio de ideas con la primera ejecutiva, el secretario del Departamento de Estado, Elmer Román y el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, Manuel Laboy.
Los empresarios Stubbe fueron invitados directamente desde la oficina de la Gobernación, según se desprende del resumen de la reunión.
De acuerdo con las notas, estos representan al movimiento “Estamos Listos Puerto Rico, Nos Toca a Todos”, el cual describen como “un grupo multisectorial que a (sic) dado un paso al frente para comunicar la importancia de crear un balance entre la salud y la oportunidad de comenzar a laborar escalonadamente en los diferentes sectores de nuestra economía”.
El documento en poder de este medio, menciona la necesidad de crear medidas específicas para atender la pandemia del COVID-19 en la isla, la posibilidad de que el número de contagios aumente con la flexibilización del cierre de negocios y la necesidad de que las empresas se comprometan en preparar protocolos de seguridad siguiendo las guías de las agencias estatales y federales. Además, se desprende que la gobernadora se dirigiría al país en algún momento entre hoy, lunes y mañana, martes para hablar sobre estos temas y divulgar el plan.
Los representantes del grupo compuesto por más de 80 empresas y organizaciones con y sin fines de lucro, alabaron la “labor extraordinaria y muy profesional del BEOC (Puerto Rico Business Emergency Operation Center) y el Economic Task Force” y manifestaron su apoyo a las recomendaciones presentadas por estos, las cuales no han sido divulgadas al público.
Además, presentaron formalmente su estrategia de propaganda digital para“...movernos a la próxima etapa #quedateencasa” al uso del hashtag #nostocaatodos”, el cual ha sido utilizado de forma agresiva por el empresario Carlos López-Lay y otros miembros del sector empresarial.
Estos lineamientos se destacan en la “Ruta a seguir ‘Roadmap’ para la apertura escalonada de Puerto Rico ante la pandemia del COVID-19”, preparada por 18 miembros del “Task Force” médico encabezados por el doctor Segundo Rodríguez-Quillichini, quienes también se reunieron en privado con la gobernadora y sus secretarios de Estado y Desarrollo Económico, según surge de varias fotografías compartidas por Vázquez Garced en redes sociales.
“Trabajando sobre las recomendaciones y observaciones, tanto de los miembros de task force médico como el task force económico. Cualquier decisión, se tomará reuniendo las visiones de todos los sectores para proteger tanto al sector laboral como a la ciudadanía en general”, compartió la gobernadora el pasado sábado en sus redes sociales.
El documento fechado el 25 de abril en su primera página pero con fecha del 24 de abril en sus páginas subsiguientes, propone la apertura del sector comercial de la isla en cuatro fases, explicó en detalle la doctora Marcia Cruz Correa al único medio (El Nuevo Día) al que se le brindó acceso primicia al informe.
Aunque NotiCel tuvo acceso al documento mediante una fuente, al momento de publicar esta historia, no se ha recibido copia del informe por la vía oficial, a pesar de que fue solicitado a la portavoz de prensa del “Task Force” médico. La secretaria de Prensa de La Fortaleza y la portavoz de Prensa de Salud refirieron a este diario digital al “Task Force” médico cuando se le pidió copia del documento.
"Task Force" médico defiende su informe
A preguntas de NotiCel, el “Task Force” médico defendió la validez del documento, el cual no establece una fecha certera en el que la gobernadora de Puerto Rico pueda poner en marcha las fases para la apertura gradual del sector económico. Este medio realizó preguntas puntuales para cuestionar la certeza de varios de los datos provistos a lo largo del informe, las cuales publicamos de manera íntegra con las respuestas provistas y señalamientos sobre la suficiencia de la contestación a continuación:
NC: ¿Por qué no participó el epidemiólogo del Estado, David Capó, en el análisis contenido en el "Roadmap" para reanudar la actividad comercial en Puerto Rico?
TFM: El documento fue preparado por los miembros del Task Force Médico, grupo asesor nombrado por la Gobernadora. El Dr. David Capó es el Epidemiólogo del Departamento de Salud, con quien mantenemos buena comunicación. Su postura ante nuestras recomendaciones será muy importante, ya que él es la persona a cargo de implementar el sistema de vigilancia y, en especial, el componente de rastreo de contactos.
Al cierre de este escrito, muy poco se conoce sobre el status del sistema de rastreo de contactos prometido por el Departamento de Salud en varias instancias desde que se nombró el Task Force médico y al doctor Capó, quien no ha presentado su postura formal sobre el informe preparado por el grupo asesor de la gobernadora.
NC: En las 17 páginas del documento, no se hace mención del término "asintomáticos", ni a la realización de pruebas (serológicas o moleculares) a la población. ¿Cuál es la razón? ¿Se puede hablar de tasas de transmisión sin que exista esta información?
TFM: Desde el día uno de la epidemia hemos hablado de la importancia de las personas asintomáticas y casos con síntomas leves pues entendemos son el motor de la epidemia. Por cada caso confirmado hay 8-10 personas sin detectar. Por eso es muy importante no pasar a la próxima fase sin hacer pruebas de manera masiva. Sobre la probabilidad de contagio, en el documento se describe un riesgo estimado a base de las personas fallecidas. No es un R0 ni una tasa de transmisión calculada a base de los casos confirmados, sino un riesgo estimado basado en un modelo matemático que parte de las muertes confirmadas.
A pesar de que el Task Force médico ha manifestado la necesidad de realizar pruebas de forma masiva, no existen datos que sustenten esas aspiraciones. De hecho, se desconoce cómo se han utilizado los $19 millones que fueron destinados para la compra de 1 millón de pruebas rápidas en un negocio que fracasó entre el Estado y la constructora Apex General Contractors y que retornaron a las arcas del gobierno hace más de tres semanas.
NC: ¿Por qué no se recomienda al sector empresarial que realice pruebas a sus empleados como parte de las recomendaciones que el Task Force menciona en el documento?
TFM: El sector empresarial puede incorporar entrevistas y tomas de temperatura rutinarias o diarias a sus empleados. Si algún empleado presenta indicadores, síntomas o fiebre, se debe proceder a aislarlo, a requerir evaluación médica y a realizar las pruebas que sean necesarias para establecer un diagnóstico. Hay pocos datos en la literatura sobre el uso rutinario de pruebas en todos los empleados. Aunque su resultado puede estar listo tan pronto como en 15 minutos, las pruebas serológicas solamente detectan anticuerpos (defensas) que se empiezan a formar varios días después de que ocurra el contagio, así que hay una ventana de tiempo en que una persona infectada arrojará resultados falsamente negativos en la prueba serológica.
Algunas de estas recomendaciones aparecen en el informe de la OMS con fecha del 19 de marzo, el cual establece una guías para prevenir el contagio con COVID-19 en el ambiente laboral.
La prueba molecular podría detectar la presencia del virus rápidamente después del contagio tanto en personas con síntomas como en las asintomáticas, pero tiene mayor costo y el resultado puede demorar 24-48 horas. Es decir, hay unas consideraciones de costo, interpretación e implementación (como también de derecho laboral) que son importantes y merecen análisis. En algunos países se había postulado la creación de un "certificado de inmunidad" para aquellas personas en las cuales se detectan anticuerpos de más larga duración (de tipo IgG), pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha expresado en contra de la emisión de este tipo de certificados puesto que no se conoce si los anticuerpos IgG son totalmente neutralizantes y, de serlo, no se sabe por cuánto tiempo podría durar esa protección, por lo cual no se puede asumir que las personas que tuvieron COVID-19 no pueden volver a infectarse en un futuro a corto o largo plazo.
Si bien es correcto que la OMS no favorece que se cree un “certificado de inmunidad”, también es cierto que la entidad dio a conocer seis criterios que deben alcanzarse antes que los gobiernos autoricen la reapertura comercial. El gobierno no ha podido evidenciar que han cumplido con estas recomendaciones. Además, la recomendación sobre realización masiva de pruebas tampoco se ha seguido.
Vea: La apertura paulatina y controlada sustentada en datos
NC: ¿Por qué no se menciona la tasa de letalidad en el documento?
TFM: Las proyecciones que se hacen en el documento son a base de las personas fallecidas. La letalidad es la cantidad de personas fallecidas dividido entre todas las personas con enfermedad confirmada en un periodo de tiempo. Mientras más personas (con o sin síntomas) se realicen la prueba, más personas con la enfermedad se van a diagnosticar (incluyendo personas asintomáticas) y el cálculo de letalidad va a disminuir notablemente porque se aumenta el denominador pero el numerador (número de fallecidos) va a permanecer igual.
Aunque el documento establece la cantidad de muertes utilizada para establecer proyecciones (69 fallecidos hasta el 22 de abril), no se menciona de manera específica el número de casos positivos únicos confirmados mediante una prueba molecular, cifra indispensable para realizar el cálculo correcto para determinar tanto la tasa de letalidad actual como la proyectada, tal y como explica el Task Force médico en su respuesta. La tasa de letalidad desapareció del Dashboard de Salud el pasado viernes, media hora después de que NotiCel publicase una historia cuestionando este porcentaje.
Vea: Subestimada la tasa de letalidad por COVID-19 en Puerto Rico
NC: El documento establece la existencia de pruebas moleculares y serológicas.¿Por qué no se menciona la cifra de pruebas realizadas ni las disponibles?
TFM: Se menciona en el documento que en Puerto Rico se pueden realizar aproximadamente 1,500 pruebas moleculares al día (entre el Laboratorio de Salud y laboratorios privados), además de las pruebas moleculares que se pueden realizar a través de laboratorios de referencia. Varios laboratorios también tienen disponibles pruebas de anticuerpos en sangre. Los datos sobre los kits de pruebas serológicas rápidas que van llegando los informa el Dr. Lorenzo González, Secretario de Salud. El Departamento de Salud informa diariamente el número de casos únicos positivos por prueba serológica o por prueba molecular. Hasta el 25 de abril, de los 1,371 casos únicos positivos, 891 son por prueba molecular mientras que 480 son por prueba serológica (según el informe del Departamento de Salud del 25 de abril de 2020).
A pesar de que se afirma que el Laboratorio de Salud Pública y laboratorios privados tienen la capacidad de procesar alrededor de 1,500 pruebas moleculares diarias, nunca se ha evidenciado que el Departamento de Salud haya alcanzado esta cifra ni ninguna otra cerca de esta. Además, la cantidad de pruebas realizadas tampoco aparece en el Dashboard de la agencia. Tampoco se tiene certeza sobre la cantidad total de pruebas moleculares disponibles a la fecha.
NC: En conclusión y en vista de que la gran mayoría de los datos oficiales que tiene el Departamento de Salud no están depurados y dado al reconocimiento del Task Force Médico de que el rastreo de contactos no está en marcha, ¿cuál es la fecha recomendada para iniciar con la primera fase de apertura de negocios?
TFM: Tanto el Task Force Económico como el Task Force Médico le ofrecieron unas recomendaciones a la Gobernadora durante el día de ayer. La Gobernadora analizará las recomendaciones y debe anunciar su decisión final durante la semana. Los datos científicos que presentamos establecen los criterios para pasar a la Etapa 2 de la epidemia, donde se podría considerar reapertura escalonada de algunos sectores económicos siguiendo medidas de higiene y distanciamiento físico, además de unos límites en la ocupación máxima de edificios y localidades. Entre los criterios se encuentran:
1) Evidenciar una disminución sostenida de nuevos casos por al menos 14 días consecutivos;
2) Tener capacidad y recursos en los sistemas hospitalarios para atender nuevos pacientes con la condición;
3) Contar con suficientes pruebas para todos los pacientes con síntomas; y
4) Realizar un rastreo eficaz de todas las personas con enfermedad confirmada y sus contactos.
Actualmente el punto más fortalecido es el segundo (capacidad de hospitales). Se necesita robustecer el rastreo de contactos y la realización de pruebas. Los próximos días son cruciales para analizar cómo se siguen comportando los contagios. La orden ejecutiva actual se extiende hasta el 3 de mayo. Durante estos días debemos evaluar cuidadosamente el comportamiento de la curva de contagio, el número de pruebas realizadas y el rastreo de contagio para determinar en qué momento específico se puede comenzar el proceso de reapertura, si pudiera ser en mayo o si necesitará comenzarse más adelante.
Es importante destacar que una vez se inicie el proceso de reapertura, se necesitan al menos 3 semanas después de la reapertura de los primeros sectores para evaluar si esa reapertura tiene un efecto notable en la curva de contagio. El mínimo de 3 semanas entre un escalón y otro es imprescindible puesto que la enfermedad tiene un periodo de incubación de hasta 14 días. Luego del periodo de incubación surge el periodo de síntomas. Por lo tanto, esos 21 días entre un escalón y otro nos permitirán evaluar la curva de contagio después de cada apertura.
En el momento en que se perciba un aumento notable en la curva de contagio será preciso detener el proceso de reapertura, prolongar el tiempo entre escalones o incluso restablecer un lockdown. Si dividimos los sectores económicos en 4 escalones, habrá al menos 3 semanas entre uno y otro. Vemos entonces que este proceso de reapertura se vislumbra como un proceso bien lento y paulatino, de una duración mínima total de al menos 12 semanas (3 meses). Independientemente de cuándo se comience el proceso, tenemos que empezar a orientar a todos los sectores (empresarios, dueños de negocio, empleados, ciudadanía en general) sobre el proceso de reapertura escalonada para irnos preparando para el proceso.
Tras la eliminación de varios datos del Dashboard el pasado viernes, no existe información pública sobre el comportamiento de la curva de contagio, el número de pruebas realizadas ni del rastreo de contagio para determinar cuándo se pondrá el marcha este plan, si es que la gobernadora lo avala en los próximos días.
Los datos no son los datos, reclaman los expertos
“Para mí es más que un acto de negligencia, es un acto criminal porque se están utilizando unos datos tergiversados para dar una apariencia de que estás haciendo mucho cuando no estás haciendo nada”, tronó la epidemióloga Cruz María Nazario Delgado tras leer el documento en su totalidad.
“Es sorprendente que todo el planteamiento del gobierno de Puerto Rico, pretende que se tome por fe las proyecciones basada en los datos del Departamento de Salud. Esa es mi primera voz de alerta ante la interpretación de las recomendaciones para la eliminación de la cuarentena. ¿Cuán fiable son los datos del Departamento de Salud?”, se cuestionó la doctora Nazario, catedrática del Departamento de Bioestadística y Epidemiología en la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), quien levantó serias dudas sobre la veracidad de la información utilizada por el Task Force médico en su informe de 17 páginas “con mucho colorido, tablas y gráficas”.
“Por ejemplo, en la página del Departamento de Salud, del 26 de abril 2020, 6:00 a.m., cambiaron el formato y no sabemos cómo interpretar las implicaciones de esos cambios. Por ejemplo, no se puede identificar cuantas pruebas están pendientes de resultados y por ende no se sabe cuántos son negativos. Tampoco podemos saber cuántas pruebas totales han hecho. Si se hacen menos pruebas, es casi seguro que los datos reflejan menos casos”, señaló sobre las incongruencias entre los datos oficiales y los análisis llevados a cabo por el “Task Force” médico.
“Ya no se informan ‘casos positivos’ ahora se llaman ‘casos únicos’. ¿Cómo se puede interpretar? ¿Casos únicos de qué? ¿Son pruebas serológicas para detectar virus? ¿Son equivalentes a las pruebas moleculares?”, cuestionó la experta.
“¿Acaso el Departamento de salud sabe o tiene alguna idea de cuántas personas están contagiadas con COVID-19 en la comunidad? ¡Hasta hace unos días, la proporción de pruebas que se había hecho en Puerto Rico era de 0.4% de la población! Si no sabemos cuántas pruebas se hacen, y cual es la proporción de personas contagiadas y sin síntomas, pero capaces de contagiar a otros, ¿cómo podemos estar seguros de esas proyecciones?”, se preguntó la doctora Nazario, quien comparó la negligencia en el manejo de los datos con lo ocurrido durante el huracán María con las muertes asociadas al ciclón, cuando datos oficiales mantenían en 64 decesos a pesar de que diferentes estudios independientes de la comunidad científica colocaron la cifra en miles de fallecidos.
“Mi mayor preocupación es que la gran mayoría de las recomendaciones para la reapertura del país recaen en que cada “…empresario, administrador y supervisor” debe hacer para garantizar que no se propague el virus (página 6 del informe). En otro renglón: “… los empresarios, dueños de negocios, clientes y público en general deben recibir orientación sobre todas las modificaciones que van a tener que adaptarse para...”. ¿Quién ofrecerá la orientación? ¿Quién evaluará que esos a los que les ha caído la responsabilidad, estén debidamente orientados y adiestrados? Toda la responsabilidad, otra vez es para el pueblo”, concluyó la epidemióloga.
Por su parte, la analista de salud pública Regina C. Ortiz Nieves hizo eco de las expresiones de la doctora Nazario Delgado, al señalar omisiones que le restan credibilidad a los hallazgos presentados tanto en texto como en gráficas preparadas por el grupo asesor de la gobernadora.
“El Task Force médico no incluyó las fuentes de datos que utilizaron para realizar y presentar los análisis que aparecían en el documento. Creo que es importante que aclaren cuál fue la información, datos y qué análisis utilizaron para desarrollar los modelos presentados, pues de la información presentada hay cosas que no van a la par con los datos que hemos visto hasta el día de hoy”, sostuvo Ortiz Nieves, quien cuenta con una maestría en Ciencias de Investigación Evaluativa de Sistemas de Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico.
“Si se habla (en el informe) de velocidad de transmisión, lo ideal es que se incluya a todo el mundo (que la población a la cual se le haga la prueba sea representativa). Si se provee ese tipo de información con los datos que hay actualmente, se tiene que especificar que tenemos información incompleta, ya que no estamos capturando a esa población de casos asintomáticos debido a los criterios establecidos para que se le haga una prueba (molecular, y hasta rapid tests) a las personas”, añadió la investigadora, quien entiende que esta realidad no cambiará hasta que se flexibilicen los criterios para realizar las pruebas.
En cuanto a la tasa de letalidad, la cual también se dejó de compartir en el dashboard de Salud, la analista fue enfática en señalar la importancia de que este dato esté disponible y que se especifique si el cálculo realizado “fue tomando en consideración exclusivamente los casos confirmados por pruebas moleculares o si se hace incluyendo también los casos detectados por pruebas rápidas, las cuales no son confiables.
Sobre la labor del epidemiólogo del Departamento de Salud, doctor David Capó, quien es el gran ausente en el análisis realizado por el “Task Force” médico al que acompañó durante la gran mayoría de las presentaciones televisivas tituladas “Task Force Update”, Ortiz Nieves recordó que este había indicado la pasada semana que no solo la agencia enfrentaba escasez de reactivos para realizar pruebas moleculares, sino que estos materiales se han reservado para procesar pruebas de casos que presentan síntomas severos.
“Ya ahí estás excluyendo a gran parte de las personas que pueden estar cargando con el virus . Al tener un sistema que se enfoca en hacer pruebas solo a sintomáticos, se pierden los casos asintomáticos. Con esa información que no logramos obtener (por no diagnosticarlos) estamos perdiendo información valiosa de esa “transmisión silente” a través de los casos asintomáticos”.