El cierre del ocio nocturno y la ley seca entran en vigor en Puerto Rico
La explosión de casos de covid-19 en Puerto Rico llevó al Gobierno a imponer a partir de ayer y hasta el 18 de enero la ley seca y el cierre de comercios nocturnos, entre otras restricciones que entran en vigor para disgusto de los empresarios.
La medida prohíbe la venta de alcohol y la apertura de los negocios que atienden público desde las 12 de la medianoche hasta las 05:00 de la mañana y forma parte de la nueva Orden Ejecutiva 2021-086, firmada por el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia.
Dichas prohibiciones, que tratan de contener las cifras récord de contagios en la isla debido a la variante ómicron, han provocado el enfado de administradores de pequeños establecimientos dedicados a la venta de comida y/o bebidas, cuyos horarios se extienden tras la medianoche.
"CULPABLES" LOS NEGOCIOS NOCTURNOS
Uno de estos empresarios es Iván Villahermosa, administrador de los negocios Casa Cataño y AquíCBB, quien en entrevista con Efe criticó la nueva orden ejecutiva por señalar a los restaurantes y barras como los presuntos lugares donde más se contagian las personas.
"Todo lo que sea por el bien del pueblo, yo estoy de acuerdo. Lo que pasa es que siempre estamos dividiendo y penalizando a los restaurantes o barras", sostuvo Villahermosa en entrevista con Efe en el paseo marítimo de Cataño.
Villahermosa explicó que Casa Cataño no se afectará por la nueva orden ejecutiva, pero sí AquíCBB, donde el horario de cierre es a las 2:00 de la mañana.
Por ello, tendrá que reducir sus operaciones dos horas, provocando miles de dólares en pérdidas.
La nueva orden ejecutiva prohíbe también toda actividad multitudinaria de más de 250 personas, ya sea en el interior o en el exterior de cualquier instalación, pero no menciona a los centros comerciales o las grandes superficies, donde se aglomeran hasta miles de compradores al mismo tiempo todos los días.
DISCRIMINACIÓN ENTRE LOCALES
"Entonces, ¿allá no se pega y aquí sí? Por eso es que muchos de nosotros nos molestamos. Tenemos que ser justos unos con los otros", denunció Villahermosa.
Ante toda la situación, el empresario propuso que cada alcalde de los 78 municipios de Puerto Rico tenga sus propias ordenanzas y restricciones para paliar los contagios de covid-19 en la isla, donde este martes la tasa de positividad alcanzó subió a 36.12%.
Según los datos del Departamento de Salud, el miércoles se reportaron seis muertes adicionales por causa del covid-19. De acuerdo con el informe, de las seis personas fallecidas cuatro estaban vacunados y dos no. Salud agregó que todos los fallecidos tenían condiciones preexistentes.
Las personas fallecidas son: una mujer de 31 años de la región de Arecibo, tres mujeres de 43, 79 y 93 años respectivamente de la región de Mayagüez y dos mujeres de 65 y 87 años respectivamente de la región Metropolitana.
Mientras, Salud indicó que hubo 2,173 casos positivos confirmados y 5,603 contagios probables. Agregó que hay 539 personas hospitalizadas, de las cuales 83 son menores de edad. Hay 37 adultos en ventiladores y un menor en ventilador.
Por su parte, José Lomba, uno de los tres propietarios del negocio Pinchoneo en Guaynabo, aseguró a Efe que "el Gobierno siempre hace cosas para afectar a los pequeños comercios y deja a los grandes libres".
Lomba explicó que Pinchoneo no tiene un horario de clausura, por lo que en ocasiones continúa operando hasta las 4;00 de la madrugada, pero que ahora con la nueva orden ejecutiva estará obligado a cerrar y a informarles a sus comensales que tienen que irse.
Esta ordenanza no es la única que ha entrado en vigor en la última semana, cuando se han impuesto restricciones al aforo en los locales y se ha exigido para los eventos prueba negativa de covid-19, además de evidencia de vacunación.
El gobernador viene aprobando una serie de medidas, entre las que destaca la obligatoriedad de la dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 para todo el personal sanitario, los profesores, los policías y los trabajadores de restaurantes y supermercados, entre otros.