Afirmaron que les tomó por sorpresa la Orden Ejecutiva que prohíbe el uso de scooters en la zona histórica de San Juan, de la que dijeron se enteraron por terceros.

Los ejecutivos de la empresa Skootel aceptaron que les tomó por sorpresa la Orden Ejecutiva anunciada hoy por el alcalde capitalino, Miguel Romero Lugo, en la que se prohíbe el uso de 'scooters' en la zona histórica de San Juan y la calificaron como "un retroceso", al tiempo que dijeron estar "sumamente decepcionados".

No obstante, lo empresarios Juan Carlos Parra y Aldo Briano aseguraron que seguirán operando dentro de todas las zonas geográficas permisibles de San Juan incluyendo Río Piedras, Hato Rey, Santurce, Miramar y Condado.

“La determinación del municipio de San Juan constituye un retroceso en la solución del caos de transportación que impera en la zona histórica y va en detrimento de los jóvenes emprendedores, como nosotros, que buscan atajar la crisis de movilidad producto de la pobre planificación urbana en Puerto Rico. Como empresa netamente puertorriqueña, estamos sumamente decepcionados con el proceder del alcalde Romero Lugo", dijo en declaraciones escritas Parra, CEO de Skootel.

Como razón para esta Orden Ejecutiva, Romero Lugo dijo que la Policía Municipal ha atendido en los pasados meses 24 querellas relacionadas al mal uso de estos vehículos en las áreas de Viejo San Juan y Santurce. Entre estas, nueve querellas han involucrado incidentes desgraciados en los que ha tenido que intervenir la Agencia Municipal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres y otros servicios de emergencias médicas.

“En los últimos meses, la Ciudad Capital, especialmente dentro de las áreas de mayor movimiento turístico, ha visto un aumento significativo en el uso de los 'scooters'. La zona histórica del Viejo San Juan presenta la peculiaridad de que sus aceras son estrechas e inadecuadas para el estacionamiento de estos vehículos y las centenarias calles adoquinadas representan un peligro para los usuarios de estos ya que la superficie no es plana y el tránsito en muchas de estas es unidireccional”, sostuvo Romero Lugo al anunciar la Orden Ejecutiva.

Parra agregó que el municipio no se comunicó directamente con ellos para informarle sobre esta determinación.

"La decisión tomada abruptamente, y de la cual nos enteramos mediante terceros, no solamente afecta a Skootel, sino que prohíbe que cualquier puertorriqueño se mueva en un scooter por la zona histórica, aun cuando este sea residente, visitante, tenga negocio y/o trabaje en la misma. Este tipo de decisión gubernamental está desvinculada de las modernas tendencias globales de transporte alternativo en las ciudades cosmopolitas del mundo y la política pública de nuestra isla.”

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Por su parte, Briano, COO de Skootel, añadió que "resulta decepcionante que el municipio de San Juan le esté cerrando las puertas a métodos alternos de transporte para resolver el problema de la movilidad en la zona histórica de San Juan. Es harto conocido por todos que el casco histórico es complejo desde el punto de vista de transporte, existe una alta escasez de estacionamiento y un problema de falta de mantenimiento adecuado a las carreteras. El problema de congestión vehicular y el daño ambiental de la dependencia del automóvil es real y es imperativo que haya un cambio. Además, en múltiples estudios hechos en distintas ciudades y países, se ha determinado que los “scooters” son igual de seguros que las bicicletas permitidas en la isla. Desde el 2019, Skootel ha contribuido con sobre 400,000 viajes en scooters y sólo se han reportado 23 accidentes menores, lo que representa un porcentaje ínfimo de 0.00575%.”

Sobre el impacto económico de esta prohibición, Parra estimó que “la política pública errada del municipio de San Juan ocasionará la pérdida de 20 empleos o más, de jóvenes puertorriqueños que Skootel ha contratado a petición del mismo municipio, para brindarles una opción de trabajo en el contexto de la pandemia global del COVID 19, la cual ha costado muchos empleos y negocios. Nos sorprende grandemente que el municipio de San Juan opte por poner trabas al desarrollo económico y al emprendimiento de nuestros jóvenes".

Todo usuario que infrinja la prohibición dentro de la zona histórica del Viejo San Juan se expone a una multa de $250. Esta multa podría alcanzar los $500 cuando medien circunstancias agravantes por negligencia.