COVID-19 en PR: un conteo incompleto y no del todo transparente
Monitoreo no está unificado.
Por regulaciones federales y por falta de unificación estatal, los números de casos relacionados al coronavirus que se divulgan de manera oficial por parte del Gobierno de Puerto Rico están incompletos.
Esto implica que al día de hoy, sexto día del toque de queda y 12 días después de que se bajara del Costa Luminosa la pasajera que se considera el primer caso sospechoso de coronavirus en la Isla, no se tiene un cuadro real de la prevalencia de la enfermedad no solo porque las pruebas se comenzaron a administrar tarde, con tropiezos y y de manera limitada, sino también porque ahora hay laboratorios privados, municipios y el propio Estado recibiendo casos sospechosos y administrando pruebas sin que la información esté centralizada.
El Departamento de Salud es la agencia que habla a nombre del Estado sobre nuevos casos de esta enfermedad y es la que recibió la autorización para realizar y procesar las pruebas del coronavirus, o COVID-19, en la Isla por parte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Si bien se asegura que la agencia tiene constancia de todos los casos positivos, que al momento ascienden a ocho, desconoce de la cantidad de pruebas que se realizan fuera de sus laboratorios.
O sea, mientras que Salud podría aludir a 29 casos bajo evaluación, el número real puede ser más alto basado en las pruebas realizadas por los cuatro laboratorios clínicos que el gobierno autorizó a tomar muestras, los cinco municipios que decidieron contratar a una compañía externa y el Hospital de Veteranos.
Todas estas entidades envían las muestras a los Estados Unidos para análisis y, a su recibo, suponen informar a Salud únicamente sobre los casos positivos, para que así la agencia pueda hacer un trazo epidemiológico de esa persona y conocer con quiénes estuvo en contacto.
“Los laboratorios por ley informan los resultados positivos de enfermedades contagiosas que son reportables al Departamento de Salud para vigilancia epidemiológica. Ellos no reportan la cantidad de pruebas que hacen. Reportan los resultados positivos. De hecho, hay un email para ellos poder reportar y reportan si hacen pruebas de hepatitis, todas las enfermedades que son reportables por ley. Eso se hace desde hace mucho tiempo, solo que ahora añadimos COVID-19, porque antes no existía”, explicó Concepción Quiñones de Longo, secretaria interina de Salud.
El acuerdo suscrito con el gobierno se dio con el Laboratorio Clínico Toledo, Laboratorio Clínico Borinquen, Quest Diagnostics e Immuno Reference Lab. No obstante, los números que manejan estas empresas son distintos a los que divulga el Estado.
Cada laboratorio tiene una cifra de envío distinta. Toledo nada más, según la Secretaria interina, había enviado 73 pruebas a un laboratorio en California para determinar cuántos arrojaban positivo o negativo a COVID-19. Esta cifra es hasta el miércoles, 18 de marzo, y esperan recibir los resultados dentro de tres a cinco días.
Salud, por su parte, solo menciona en sus cifras oficiales que tiene 29 casos en espera para conocer los resultados.
“No se envían al CDC. Se envían a un laboratorio privado y en el caso de ellos, lo envían a California, como Veteranos. Quest también, si toma una muestra, que de pronto no recuerdo el número que ellos han tomado, lo envía a California y es el mismo proceso. En tres a cinco días reciben el resultado. Ambos laboratorios, Immuno Reference y tal, están pasando el proceso de validar sus procesos aquí en Puerto Rico para poder realizar las pruebas y no tener que enviarlas. Los positivos los informan a Salud para que Salud lo incluya en sus estadísticas. No es solo decir que tenemos un caso positivo, es hacer un seguimiento epidemiológico”, abundó Concepción de Longo.
En el caso del Hospital de Veteranos, o VA Healthcare System, la institución tampoco informa a Salud sobre la cantidad de casos sospechosos o bajo evaluación, sino que solo detalla los que arrojaron positivos.
A mediados de mes, y cuando trascendió públicamente que habían al menos seis posibles casos, NotiCel contactó a la portavocía del hospital, pero la entidad se mostró renuente a dar detalles que pudieran abundar sobre la procedencia de los afectados y cómo se cree que fueron contagiados.
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La epidemióloga del Estado, Carmen Deseda, aseguró el miércoles que habían 25 casos nuevos de individuos en ese hospital bajo sospecha de COVID-19. De ellos, diez han salido negativo en la prueba, mientras que aún esperan por el resto de los 15 análisis restantes, datos que tampoco se incluyen en los números oficiales del gobierno a menos que les sea preguntado.
En este tema, el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico se queda corto ya que la herramienta que proveen se limita a los casos que reporta el Departamento de Salud.
La gobernadora Wanda Vázquez Garced alertó que el control absoluto y centralizado de las estadísticas debe ubicarse en Salud. Sin embargo, estos otros frentes para realizar las pruebas de este virus —como es el caso de los municipios— han surgido a consecuencia de la respuesta retrasada del Estado y el CDC.
Salud está limitada a realizar 50 pruebas diarias para detectar el coronavirus, porque hasta ahí llega su capacidad. Podrían ser 100 pruebas diarias, pero eso requeriría que los empleados extiendan su horario de trabajo.
Hasta el jueves, 19 de marzo, en la mañana, se habían realizado 90 pruebas porque, según Vázquez Garced, “son las que han llamado al Departamento de Salud y son las que los epidemiólogos y los personales médicos de diferentes hospitales han tomado”.
El Departamento también cuenta con un número limitado de “kits” para realizar las pruebas: 1,200.
Las primeras 1,000 fueron enviadas por los CDC, mientras que las 200 restantes se adquirieron por parte de la empresa Quest Diagnostics para el inventario de la agencia en la iniciativa conjunta con la Guardia Nacional en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina.
“En una situación de emergencia como esta no pueden haber muchas personas por sus diferentes lados haciendo estos análisis. Mi recomendación es a los alcaldes. Esto tiene que ser una labor en conjunto. No estoy aquí de ninguna manera diciendo que no lo hagan, pero somos una sola Isla y yo tengo que mantener control sobre todos los ciudadanos de esta Isla para que no se me contaminen, no haya contagio”, declaró la Primera Ejecutiva en conferencia de prensa.
En el aeropuerto, la Guardia Nacional toma la temperatura de los pasajeros que llegan a la Isla desde el martes, 17 de marzo, a las seis de la tarde. El general José Reyes indicó a NotiCel que, hasta el medio día del jueves, habían completado ese proceso a 16,793 personas.
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De esa cifra, se administró la prueba de COVID-19 a tres personas, cuyos resultados continúan bajo evaluación. Estos tres casos deberían añadirse al renglón de pruebas pendientes manejado e informado por Salud, pero hasta horas de la tarde de ese día, no habían sido incluidos.
En ese caso, se elevaría el número de 29 casos pendientes a 32.
De las 16,793 personas, además, solo 14 fueron referidas al “triage”, dentro del mismo aeropuerto, que es donde envían a quienes registren una temperatura de 100.3 grados Fahrenheit o más. Allí, son atendidos por personal de la Guardia Nacional y Salud. Reyes añadió que estas personas fueron instruidas a dirigirse a sus hogares y deben recibir seguimiento por Salud y médicos de cabecera.
De acuerdo a Vázquez Garced, estas operaciones se extenderán hasta los aeropuertos de Aguadilla, Ceiba, Ponce e Isla Grande, pero no se especificó cuándo.
En el caso de los municipios, el Municipio de San Juan estableció un acuerdo con Quest Diagnostics para 2,000 pruebas a través del cual se realizan las muestras en las instituciones hospitalarias de la ciudad capital y, al otro día, la empresa recoge ese material para enviarlo a través de Federal Express a un laboratorio en California.
Según la alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto, los resultados serían recibidos por el municipio en cuatro días a partir del envío.
“No se puede enviar esta prueba [al Estado] porque esta prueba tiene propiedad intelectual de Quest. La otra pregunta es si la prueba tiene que ser validada por CDC. [No], ya ellos [Quest] pasaron ese proceso”, declaró Cruz Soto a través de una transmisión en vivo.
En el caso del Municipio de Bayamón, el ayuntamiento ostenta un contrato abierto con la misma empresa, Quest Diagnostics, para la toma de pruebas.
No obstante, se sigue el protocolo del laboratorio en la medida en que se toman las muestras en los hospitales del ayuntamiento y se envían a los Estados Unidos para determinar si corresponden a casos positivos a COVID-19 o negativos. A Salud solo se le informa que esta gestión está en curso y se le notifican los casos positivos.
Los municipios Fajardo, Canóvanas y Naguabo se suman a la lista como los que adquirieron pruebas para detectar el coronavirus por sus propias vías, fuera de la estructura del Estado.
Sin datos, no hay proyecciones
Una de las preocupaciones a nivel Isla, y que se le ha planteado a los funcionarios en las conferencias de prensa, es que no solo se desconoce la cantidad de casos reales de contagiados con coronavirus, sino que tampoco se sabe cuántas personas podrían verse afectadas por esta enfermedad.
Es decir, el Estado carece de proyecciones, según confirmado por la Gobernadora, la Epidemióloga del Estado y el Departamento de Salud, pese a que se tiene conocimiento de lo que ha sucedido en otros países y se tienen datos del cuadro clínico de los puertorriqueños.
De acuerdo al CDC, los grupos de mayor vulnerabilidad ante el COVID-19 incluyen a los niños y las personas de 60 años de edad o más, con condiciones preexistentes o con un sistema inmunocomprometido.
En Puerto Rico, de acuerdo a la Oficina del Censo, habitan cerca de 638,738 (20.7%) personas de 65 años o más, mientras que un 22.4% son niños menores de 18 años.
En Italia, las personas entre 80 y 89 años componen el grueso de los fallecimientos por este virus, que alcanzaron la cifra récord de 3,405. Según un estudio del ministerio de salud de ese país, citado por Bloomberg, el 99% de las personas que fallecieron por el coronavirus tenían otras condiciones, como alta presión, diabetes o problemas del corazón.
“En Puerto Rico tenemos las tasas más altas de hipertensión, de diabetes, a nivel regional. O sea, que con una población vieja que se estima cerca de 700,000 personas mayores de 60 años con todas esas condiciones prevaleciendo, tenemos un cuadro que es preocupante, por eso tenemos que mantenernos en las casas y cuidar de nuestros viejitos”, exclamó Juan Carlos Reyes, director del Departamento de Bioestadística y Epidemiología del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).
A esto, la epidemióloga Cynthia Pérez, también del RCM, señaló que un estudio reciente en China detectó que los niños y los jóvenes adolescentes también están en riesgo, pues tienen una tasa de infección de casi 18% en los menores de un año y en los 20% en los de cinco a nueve años.
Pese a que se conoce ese cuadro clínico, Reyes aseguró que los datos disponibles no son suficientes para establecer proyecciones. Lo que se necesita, contó, son pruebas a los posibles casos para poder llevar a cabo un estudio de prevalencia.
“Lo mínimo que necesitamos, pienso yo, son pruebas y el diseño de un instrumento que lo podemos diseñar rápidamente. Tan pronto tengamos pruebas disponibles, obviamente estudios de prevalencia a nivel comunitario con un muestreo nacional requiere de fondos, pero si utilizamos estudiantes de la Escuela de Medicina, la facultad de la Escuela, quizás podamos hacerlo de la manera más barata”, señaló Reyes.
El estudio de prevalencia podría dictar cuántas personas asintomáticas hay y si existe un “cluster”, o una agrupación de personas con la enfermedad, y los factores que influyen en la propagación de la enfermedad.
“Un estudio de prevalencia nos permite ver a nivel nacional cositas que no vamos a ver con los casos que están llegando al hospital. Personas jóvenes, personas asintomáticas, factores de riesgo asociado a la severidad de la enfermedad, dónde se distribuye esto a nivel geográfico. Vamos a poder ver cosas que los pacientes que están hospitalizados ya es un espectro muy pequeño dentro de todo lo que está pasando”, explicó Reyes.