Urge gestionar más ayudas para pequeñas y medianas empresas
Las PyMes generan el 60% de los empleos en Puerto Rico.
En Puerto Rico, urge una gestión gubernamental para evitar la desaparición de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), después de que solo unas 2,856 comercios en la isla pudieran acceder a los fondos otorgados por la Administración de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés), como un paquete de ayuda en medio de la emergencia del coronavirus.
“Las PYMES se estima que generan el 80 por ciento de los empleos en el sector privado y un 60 por ciento de los empleos en Puerto Rico. Es la única economía propia que tiene el país y no se dan cuenta", apuntó Jorge Argüelles Morán, presidente del Centro Unido de Detallistas de Puerto Rico.
"Aquí rezan para que lleguen las farmacéuticas y seguimos propiciando la economía extrajera, en vez de apoyar la propia”, agregó.
A raíz de la pandemia del COVID-19, el gobierno federal creó un fondo que superaba los $349,000 millones, para ser repartidos entre los pequeños y medianos empresarios de los estados y territorios. El 75 por ciento de esta ayuda podía utilizarse para cubrir la nómina aún cuando los negocios no estuvieran operando. El 25 por ciento podía destinarse para otros gastos operacionales.
La aprobación de estos préstamos recayó sobre Banco Popular, Oriental Bank, First Bank, Santander y Banesco. Pero hace dos días el SBA dejó de aceptar solicitudes porque el fondo para los dos tipos de ayuda disponible amenazaba con quedarse sin dinero. Hasta ese momento, se habían aprobado sobre $720 millones en préstamos para la isla, según datos ofrecidos por portavoces del U.S. Small Business Administration.
De inmediato, empresarios locales expresaron su malestar en las redes sociales y señalaron a la banca local como la primera responsable de la raquítica asignación de fondos por excederse en los protocolos de las solicitudes de ayuda. Muchos de ellos, incluso, presentaron ejemplos de estados con población similar, en los que se aprobaron muchos más casos que en Puerto Rico, en el mismo periodo de tiempo.
“Lo primero es que cuando nos comparamos con otros estados, sí es importante que comparemos población, pero aún más con cuántas instituciones financieras cuentan los estados para procesar solicitudes de préstamos en ese caso el de SBA”, explicó a NotiCel la licenciada Zoime Álvarez Rubio, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos de Puerto Rico.
“Ahora mismo, tienes que, en Puerto Rico, fueron cinco las instituciones que sometieron casos de SBA y, aproximadamente, de esos casos hoy son casi $700 millones que hay en la economía para afrontar esta crisis. Cuando lo comparas con otros estados en donde puede haber el mismo número de población, por ejemplo, Iowa, tenía 273 instituciones aseguradas por el FDIC. Definitivamente, no es lo mismo. Ni siquiera sería lo mismo si tuviéramos 10, que es el doble de las instituciones que tuvimos procesando”, agregó.
Álvarez Rubio añadió que otra dificultad que enfrentó la banca en la isla es que, desde la cuarentena decretada por el coronavirus el pasado 16 de marzo, el ritmo de trabajo y las operaciones de la industria financiera se alteraron. Hay oficinas que trabajan de manera remota. Hay modificaciones de horarios y a los clientes, que también deben estar en confinamiento, se les dificulta hacer las gestiones de manera directa con la banca. “Eso es algo que no está pasando en los Estados Unidos”, apuntaló.
Sobre el excesivo protocolo denunciado por algunos comerciantes, Álvarez Rubio explicó que cada banco instaura sus reglas.
“Todo depende de ese apetito de riesgo de cada banco y lo que esté dispuesto ese banco a asumir en el riesgo”, apuntó.
“Estamos muy contentos. Ahora mismo son aproximadamente $700 millones en la economía de Puerto Rico y eso es de gran ayuda. También tenemos grandes esperanzas de que venga la aprobación de fondos adicionales lo más pronto posible. Exhortamos a los clientes a que tengan sus documentos listos para la segunda ronda, que estamos seguros que en las instituciones financieras van a hacer todo, en la medida en que puedan, para ayudar a más clientes”, añadió.
En ese sentido, Argüelles Morán destacó que es imperativo que el gobierno ejerza presión para que se puedan lograr ayudas adicionales.
“Lo primero que debe hacer el gobierno es cabildear al Congreso Federal para que se aumente la cantidad que se destinó para este tipo de préstamo y que un mayor número de comerciantes puedan aprovecharse del mismo, y que le exija ala banca ser menos protocolar, de manera de que sea más equitativo entre los 50 estados y sus territorios”, señaló.