La exgobernadora, Sila María Calderón, aprovechó la ocasión este martes, durante la presentación del libro que recoge la historia del proyecto de Comunidades Especiales, para responder a las críticas de quienes le responsabilizan por descapitalizar al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) a traves del desembolso de $1,000 millones para el único proyecto de desarrollo comunitario que se ha implantado a nivel nacional.

A preguntas de este diario, la Exgobernadorasacó un papel, que había preparado de antemano y rebatió la crítica con datos. Informó que dejó al Banco mejor capitalizado a final de 2004 de lo que estaba en 2001, cuando tenía $1,700 millones. Al finalizar el cuatrienio, el capital neto delBGF había incrementado por $229 millones, según Calderón. Sus activos habían aumentado en 32%, mientras sus depósitos en 50%.

Agregó que el capital de $1,700 millones que tenía el BGFen 2001, luego de los dos cuatrienios de la administración Rosselló, no era sólido, pues 'estaba pignorado por deudas escondidas. Para todos los efectos, el Banco no tenía capital, ni liquidez'.

'Pero, al final de 2004, el capital de $1.9 mil millones era neto y sólido', según Calderón, luego de haber restado los $500 millones de dividendo para Comunidades Especiales y de haber asignado otros $500 millones mediante línea de crédito.

Sus expresiones se dan, luego de haber declinado hablar del tema durante diez meses, en respuesta a las críticas que levantaron miembros del Partido Nuevo Progresista (PNP) en el contexto de la degradación del crédito de Puerto Rico a nivel chatarra en febrero.

Indicó, además, que la transacción se hizo después de haber consultado a las casasacreditadorasy de discutirla con auditores externos.

'En Puerto Rico existe la mala costumbre de mancillar las ejecutorias del otro por el mero hecho de ser opositores políticos. Esta crítica es malsana y de tanto repetirla se convierte en cierta', expresó con decepción la exgobernadora, en el Centro para Puerto Rico, de la fundación que lleva su nombre.

Vea también

Sila: 'La política partidista es enemiga de la transformación social'