A deliberar sobre ‘emojis’, pero no Ricardo Rosselló, el jurado en caso Díaz Colón
Durante tres horas y media, la fiscalía federal y el abogado defensor hicieron su último esfuerzo por persuadir al jurado sobre cómo considerar la evidencia que vieron, o que no vieron, en el caso por extorsión contra productor Sixto Jorge Díaz Colón.
La defensa del productor Sixto Jorge “Sixto George” Díaz Colón le pidió hoy al jurado que deliberen tomando en cuenta las alusiones que hizo la fiscalía a evidencia que nunca presentaron, mientras que la fiscalía se esforzó en enfatizar a los seis hombres y seis mujeres que no tomen en cuenta la “película que el acusado quiere que crean”.
El abogado Rafael Castro Lang y los fiscales Myriam Fernández y Michael Lang entregaron de esta forma la evidencia al jurado, que comenzó a deliberar a las 3:00 pm, después de tres horas y media de argumentos finales de las partes en el caso por intento de extorsión, extorsión mediante comunicación interestatal y obstrucción a la justicia por supuesta destrucción de prueba.
A las 5:00 pm, el jurado pidió recesar para reanudar mañana a las 9:00 am.
Fue clara la intención de los fiscales de abordar de alguna manera la discusión pública que el caso ha generado afuera de la sala del juez Francisco Besosa, particularmente extractos de la grabación que hizo el testigo principal, Anthony Maceira Zayas, el 21 de junio de 2019, pero que no fue presentada en evidencia, el informe de la entrevista que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) hizo al exgobernador Ricardo Rosselló Nevares con elementos contradictorios al testimonio del testigo de la fiscalía, y los cuestionamientos sobre por qué la fiscalía no presentó el testimonio de Raúl Maldonado Nieves ni la grabación de la llamada que el acusado le hizo a éste el 26 de julio de 2019 por instrucciones del FBI.
“Este es el caso de los Estados Unidos contra Sixto Jorge Díaz Colón, no el caso de los Estados Unidos contra Ricardo Rosselló ni el caso de los Estados Unidos contra Raúl Maldonado Nieves… vamos a ser bien claros”, dijo el fiscal Lang en el turno de refutación.
Más temprano, en el primer turno del gobierno, la fiscal Myriam Fernández había enmarcado el caso como uno de “oportunidad, avaricia, extorsión y encubrimiento”. Con esto como guía, y con una presentación tipo Power Point, la fiscal hizo un repaso de la prueba resaltando aquella que entendía satisfacía la necesidad de probar los elementos del delito más allá de toda duda razonable.
Para la fiscal, la conexión de esos cuatro elementos con la conducta delictiva imputada es que el chat de Telegram que tenía Maldonado Nieves fue la oportunidad que el acusado explotó; que la petición de $300,000 para evitar la publicación del primero, o más chats, fue la avaricia que lo movió; que las reuniones con Maceira Zayas en el restaurante Musa el 21 de junio de 2019 y en el restaurante Il Postino en el 16 de julio fueron las instancias en que se cristalizó la extorsión; mientras que el que el acusado borrara de su aplicación Telegram los mensajes que había compartido con Maceira Zayas fue el encubrimiento.
“Cuando miren la evidencia como un conjunto completo de hechos, no la película que el acusado quiere que crean, cuando lo miren con sentido común, los Estados Unidos han probado este caso en los tres cargos”, resumió para dar paso al único turno de defensa, que duró dos horas, y en el que Castro Lang le recordó a los jurados que esa era su única oportunidad y lo tenía que decir todo.
Objeciones de la fiscalía y discusiones con el juez tanto en el estrado como frente al jurado, marcaron el turno de la defensa, el cual comenzó virando el discurso de Fernández para decir que el caso no era de los cuatro elementos que ella había mencionado, sino solo de uno, el de la “revancha” que Maldonado Nieves quería ejecutar contra la Administración Rosselló por el trato a su padre, el exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado Gautier. Díaz Colón, dijo el abogado, fue meramente el que transmitió a Maceira Zayas el peligro que enfrentaban por la actitud de Maldonado Nieves y por la evidencia que este había recopilado contra el gobernador y su equipo.
Igual que la fiscal, el abogado pidió a los jurados que aplicaran el sentido común, pero que, al mirar mensajes y documentos, lo que se dice es lo que se dice, y las palabras no se pueden interpretar con sentimientos. El abogado presentó el mensaje de texto el 20 de junio de 2019 de su cliente a Maceira Zayas y subrayó que el mismo no contiene una exigencia de extorsión y que, como no la contiene, el resto del caso se cae y el delito no existe.
“Caballo, si Fortaleza no para de joder con Raúl Maldonado, el hijo de Raúl Maldonado tiene pruebas contundentes para joder a esta administración comenzando con Ricardo Rosselló. Según Raulie ‘hijo de RM’ eres tú y Fortaleza los que están detrás de este tiroteo hacia Raúl Maldonado. Te lo digo de hermano. El hijo de Raúl los va a destruir a otros niveles. No sé lo que tú vas a hacer. Pero si no paran, los populares van a estar 30 años en el poder. Para esto. Esto es una locura. Tengo un pana que es amigo íntimo de RM y quieren verme para entregarme pruebas contundentes a mí y otros medios. Esta administración se jodió. Necesito parar esto”, fue el mensaje.
“¿Dónde en este texto ustedes ven a Sixto haciendo una extorsión de $300,000 a Maceira? ¿Dónde hay una amenaza de Sixto a Maceira?… Les pregunto, ¿desde cuándo es delito dejarle saber a un amigo que alguien más lo quiere perjudicar?… Sixto está dejándole saber a la gente de su partido (sobre las intenciones de Maldonado Nieves)”, planteó el abogado a los jurados.
Sobre el testigo estrella, Castro Lang lanzó varios dardos. Recordó que cuando fue al gran jurado, nunca mencionó que su cliente la había pedido $300,000; recordó que tuvo la oportunidad de hacerle un pago de $20,000 a su cliente bajo el monitoreo del FBI, pero no lo hizo; que la fiscalía no presentó la grabación encubierta que le hizo a su cliente en el almuerzo del 21 de junio; que en el Verano de 2019 mintió a la prensa sobre su participación en el chat de Telegram de 889 páginas que desembocó en la renuncia de Rosselló; y que en la grabación del 16 de julio se le escucha disfrutando de comida y pidiendo whiskeys sin mostrar miedo de su cliente. “El miedo que tenía Maceira no era por Sixto, él tenía miedo por lo que los chats revelarían de él… eso era un show que les montó en el juicio, nunca hubo miedo y nunca hubo una amenaza de Sixto a Maceira”, martilló el abogado.
Tanto la fiscal como el abogado recalaron en sus respectivos argumentos sobre el significado del ‘emoji’ de corazón con el que Díaz Colón contestó a Maceira Zayas cuando este, por órdenes del FBI, le dijo que estaba trabajando con las “asignaciones” que el acusado le había dado en la reunión del 16 de julio. Para Fernández, el ‘emoji’ de corazón, acompañado del ‘emoji’ de brazo musculoso, era “un reconocimiento de cuál era la asignación” que el funcionario estaba haciendo para el productor. “Yo no sé, pero, para mí, un corazón significa afecto. Cuando alguien me envía un corazón, no debo sentirme amenazado por eso”, dijo, por su parte, Castro Lang al jurado.
El abogado abordó el cargo de obstrucción por borrar mensajes proponiendo al jurado que la conducta de su cliente cuando el FBI lo visitó no fue la de un criminal, sino la de un inocente que cooperó con todo lo que le pidieron, incluyendo hacer la llamada a Maldonado Nieves que la fiscalía no presentó en evidencia.
En su turno de refutación, Lang remató sobre la interpretación de los ‘emojis’ y de los mensajes indicando al jurado que leyeran bien el mensaje del 20 de junio, que no tenía ningún ‘emoji’ de corazón, o de carita alegre o decía “LOL”. “Era una amenaza y punto”, dijo.
“No especulen sobre qué otra evidencia puede existir allá afuera para considerar la potencial culpabilidad de otras personas… no es un caso de venganza, es sobre el acusado aprovechándose de la ira de alguien para conseguir dinero”, afirmó.
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