La información fue confirmada por el alcalde, Miguel ‘’Ricky’’ Méndez Pérez.

La empresa Trajector Medical, que ofrecía asistencia a veteranos y que ubicaba en Isabela, anunció el cierre de operaciones, dejando a sobre 400 empleados en la calle.

La información fue confirmada por el alcalde de ese municipio, Miguel ‘’Ricky’’ Méndez Pérez, quien dijo que el anuncio fue sorpresivo.

“El viernes recibimos un correo electrónico como al mediodía de la compañía Trajector Medical, que está ubicada en la zona industrial de Isabela. La compañía había hecho unas remodelaciones sustanciales a la estructura, una expansión en el mes de diciembre y reclutaron un montón de personal y sorpresivamente este viernes, de ahora pa’ ahora, enviaron un correo electrónico indicando que tenían problemas con el inversionista que apoyaba este tipo de iniciativa y tenían que cerrar operaciones”, dijo Méndez Pérez en entrevista radial (WKAQ 580 AM).

“Estamos trabajando con el Consorcio del Noroeste y el Gobierno de Puerto Rico para identificar el perfil de estos empleados y los decretos que había firmado esta empresa con el Gobierno en términos de anuncios de cesantías porque esto fue de ahora pa’ ahora”, agregó.

De igual forma, una empleada de la empresa, identificada como Sandra Rosado Silva, confirmó que los la notificación llegó el viernes de forma sorpresiva

“Nos despidieron el viernes a las 10:00 a.m. Sin previo aviso”, escribió la empleada.

Según la descripción de la empresa en las redes sociales, Projector Medical trabaja directamente con los veteranos para ayudarlos a maximizar su compensación por discapacidad a través de un sistema de “call center”.

“Asistimos ayudando a estos veteranos con la documentación crítica y el proceso de recopilación de registros médicos. Nuestra misión es brindar apoyo operativo, administrativo y técnico de 5 estrellas a nuestros veteranos a través de servicios precisos, oportunos y atentos”, según se describe en sus redes sociales.

El alcalde indicó que la empresa ofrecía buenos salarios y tenía empleados de Isabela y otros pueblos cercanos.

“Esto es un efecto en cadena. Había una compañía privada de seguridad que estaba contratada. Otra de mantenimiento e inclusive para los negocios que se habían establecido alrededor. O sea, el impacto es más que los 4025 o 450 que se quedan sin trabajo”, destacó.

“Hoy espero tener respuesta por parte del gobierno, del Departamento de Trabajo, de Pritco (Compañía de Fomento Industrial) y demás a ver qué alternativas tenemos para reunirse con los directivos de esta empresa y ver si el gobierno tiene algún mecanismo que pueda aportar para que esto no llegue a lo que anunciaron el viernes”, acotó.