Hija de Casellas defiende su capacidad para cuidar a su padre
"Me considero una buena candidata”, afirmó María José Casellas.
María José Casellas defendió su capacidad para servir como tercer custodio de su padre, Pablo, acusado por el asesinato de su mamá, Carmen Paredes.
“Es mi padre, antes que nada, y no me pondría en una situación que me perjudique. Está muy pendiente de las cosas que me pasan a mí. No haría nada que me afecte. Puedo cuidar de él, de darle sus medicamentos, porque conozco sus tratamientos y las medicinas que se tiene que administrar, y me considero una buena candidata”, dijo María José, quien guarda un gran parecido con su madre, y heredó las pecas y el color de piel de su papá.
Madelyn González Ortiz, administradora de la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ) trajo a sala varias fallas disciplinarias cometidas por el acusado en prisión. Entre ellas, dijo, dar positivo a cocaína, y unos “disturbios” que le costaron ser removido de mediana seguridad e instalado en máxima.
Pero la fiscal Janet Parra aportó con más. Señaló que, al María José ser la hija de Paredes, también se convertía en una víctima de su padre, por lo que no era la persona apropiada para hacerse cargo del acusado.
“Nadie más mostró interés, ni su hermano, ni su otra hija… más nadie mostró interés en ser custodio”, expuso la fiscal, mientras María José cerraba los ojos, movía la cabeza en negación y respiraba profundo.
Parra insistió en que se requiere de una persona independiente para hacerse cargo de Casellas y que el hecho de que María José sea una heredera, no la hace independiente.
Desde que llegó de los Estados Unidos, en donde estudió por cuatro años, María José vive con sus tíos en una residencia de la lujosa urbanización Garden Hills, en Guaynabo. Su intención es mudarse con su papá a la residencia dejada por sus abuelos, también en herencia, en Gardenville, en el mismo municipio. Se trata de la casa en donde vivió Pablo con su padre Salvador antes de ingresar a la cárcel.
El licenciado Harry Padilla restó méritos al señalamiento de Parra y, por el contrario, utilizó el que la joven viva con sus tíos como una señal de unidad familiar.
“Su mamá murió, su abuelo murió, su abuela murió, su hermana está en los Estados Unidos… ¿No es razonable que viva con un ser querido? Somos una sociedad de gregarios. Lo que demuestra es que es familiar y que ese vínculo con su papá es de tal naturaleza que opta por vivir en la residencia que es del propio Pablo, el hermano y los nietos. Es una casa de su propiedad. Se habla también de que es otra víctima; mire, juez, concebirlo dentro de la definición subyacente de ese reglamento significaría tener que excluir a todos los familiares porque bajo la definición de la fiscal todos caerían bajo ese concepto”, expuso Padilla, mientras Casellas afirmaba en pantalla.
Antes de retirarse del banco de la defensa, María José insistió en que podría tener el control de su papá, que ahora tiene movimientos limitados por una condición de salud, y comentó que dejaría el trabajo que comenzó hace un mes como decoradora de interiores para hacerse cargo de él.
“Es súper buen padre y ahora estamos en un rol invertido”, dijo María José, después de asegurar que, antes del COVID-19, visitaba a su papá cada dos semanas a la cárcel.
Ahora, deberá esperar a que la jueza notifique a las partes, cuál es la decisión final.
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