Reanuda la lucha por proteger costa de Playuela
La pugna entre la comunidad de Playuela en Aguadilla opuesta a la construcción del megaproyecto hotelero Christopher Columbus Landing Resort se reanudó en estos días cuando reiniciaron los trabajos de remoción de terrenos en el propuesto proyecto.
El pasado martes 18 de septiembre, la compañía desarrolladora Caribbean Management Group comenzó nuevamente la remoción de terreno sin siquiera levantar un letrero anunciando las obras, como lo estipula la ley.
La comunidad tambien alertó para que las agencias pertinentes verifiquen la Declaración de Impacto Ambiental, vuelvan a hacer vistas públicas y actualicen todos los documentos obsoletos, más aún despues del cambio radical experimentado despues del huracán María.
Dentro de los terrenos se encuentran propiedades privadas de dueños particulares opuestos a la construcción de CCL desde los comienzos de esta lucha en la decada de los 90. El miercoles, 19 de septiembre, a un dueño de terreno se le impidió la entrada a su propiedad ya que para accesarla hay que cruzar fincas de CMG.
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Ademas, el pasado 21 de mayo, los abogados en representación de residentes de la comunidad de Playuela y la Liga Ecológica del Noroeste sometieron a la Junta de Planificación documentación solicitando que se revoque la Consulta de Ubicación del 1994, porque Caribbean Management Group ha incumplido con muchas condiciones de la misma, incluyendo cambios drásticos del proyecto y que el documento perdió vigencia ya que fue realizado hace más de 20 años por el desarrollador anterior que le vendió los terrenos a CMG.
Distintas agencias ecológicas locales han presentado pruebas contundentes que declaran el daño ecológico que puede causar la propuesta construcción en el valle costero de Playuela. La comunidad continúa una batalla legal, iniciada en el 2013.
El resort que alteraría 121 acres de valor ecológico y turístico, pretende la construcción de 300 habitaciones de hotel con un casino de 17,000 pies cuadrados, centro de convenciones, 160 unidades de condo-hotel, 240 condominios de apartamentos y 100 villas residenciales.
En la zona habitan más de 300 especies de flora y fauna que habitan en los terrenos arrebatados por estos destructores ambientales a la comunidad y a la ecología costera. Una docena de estas especies son endemicas de Puerto Rico y por lo menos ocho son especies amenazadas o en peligro de extinción, incluyendo tortugas y mamíferos marinos, aves migratorias y corales amenazados. Estas últimas viven en hábitat crítico designado por el Servicio de Pesca Nacional (National Marine Fisheries Service of NOAA) en 2008.
Ante el paso del huracán María, debido al oleaje y escorrentías, estos terrenos se inundaron, demostrando la importancia de proteger las costas y la zona marítimo terrestre.
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