Un grupo de pastores, capellanes y artistas de música cristiana anunciaron esta tarde la celebración de una magna actividad este próximo sábado en el Capitolio para conmemorar el cierre del Decreto de los 40 Días de Ayuno y Oración, iniciativa impulsada por el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos 'Johnny' Mendez Nuñez y que se mantiene como punto de discusión en el tribunal.

'Estamos haciendo una exhortación a todos los ciudadanos de esta amada Isla a que participen del gran cierre del Decreto de 40 Días de Ayuno y Oración. Este próximo sábado tendremos la actividad cumbre de esta celebración de unidad. En esta conmemoración tendremos mensajes de varios pastores de diversas denominaciones, así como un muy variado espectáculo musical', señaló el capellan WilfredoCameron en declaraciones escritas.

Mientras tanto el Tribunal de Primera Instancia de San Juan continua la determinación en la demanda que solicita el cese y desista de la actividad.

La directora del Comité Legal de Humanistas Seculares (HuSe), Mariana Nogales, acompañada por el Lcdo. Alvin Couto, describieron el decreto como una violación al derecho imperativo constitucional de que habrá completa separación de iglesia y estado. Además enfatizaron la inminencia y daños irreparables al llevarse a cabo los actos decretados por la Cámara, la certeza de que estos actos ocurrirán de nuevo, y la legitimación de HuSe de representar a sus miembros, que son descritos como 'no creyentes, ateos, agnósticos y librepensadores', entre otros argumentos. Enfatizan el daño irreparable que esta actividad específicamente religiosa le causaría a sumembresía y a minorías de otras religiones, por la imposición y establecimiento de una religión oficial de estado.

Por su parte, l a presidenta de HuSe, Eva Quiñones, había expresado satisfacción con la demanda presentada por el Comité Legal, y describió la necesidad de una decisión como 'un deber ético y moral de nuestra organización, no solo hacia sus miembros y afiliados, sino hacia toda la ciudadanía, creyente o no de toda la isla. Cuando los líderes electos deciden ignorar el contenido de la Constitución de Puerto Rico en su perverso afán de imponer una religión, nos están demostrando que no respetan a todas las personas que aquí vivimos y que tampoco respetan el documento que aceptaron proteger cuando juramentaron para asumir sus cargos'.