Como parte del Día de la Abolición de la Esclavitud el Programa de Solidaridad (PROSOL), de la Unión de Trabajadores de la Industria Electrica y Riego (UTIER), llevó a cabo una conferencia en donde se presentó a la Reforma Laboral como la nueva esclavitud en Puerto Rico.

La conferencia, titulada La (Des)Reforma Laboral: La nueva esclavitud en PR? y dirigida por el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Héctor J. Pérez Rivera, fue escenario para exponer cómo la Reforma Laboral aprobada arrastra al empleado puertorriqueño a la época de la esclavitud.

De acuerdo a Pérez Rivera la esclavitud es una institución antigua que fue justificada por ser una manera de garantizar que los acreedores cobrarán sus deudas sacrificando al ser humano. No obstante, para el siglo 18 la reforma industrial cambió al mundo y se creó un modelo de producción basado en mano de obra libre.

Por consiguiente, los industriales empiezan un movimiento de abolición ya que la mano de obra esclava representaba una competencia y ya no les era un negocio. Es por eso que para el 22 de marzo de 1873 la esclavitud fue abolida y surgen unos nuevos principios, con ello la Carta de Derechos de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Según la Carta de Derechos la dignidad del ser humano es inviolable y no existirá esclavitud de forma alguna. Al mismo tiempo, en el Artículo 3 sección 16 se expone que habrá igual paga por igual trabajo, salario mínimo razonable, protección contra riesgos a su salud en el empleo, jornada ordinaria que no exceda las 8 horas y compensación extraordinaria en exceso.

La Reforma trae consigo la aprobación de la Ley 4 de Transformación y Flexibilidad Laboral, que le permite a los empleados renunciar a los derechos constitucionales de la sección antes mencionada. De acuerdo a Pérez, esta medida es, 'una ley bien complicada, porque enmienda muchas leyes y crea una especia de 'mini' código laboral, en conjunto'.

Entre las medidas que establece la Ley 4 se encuentra el establecer que los empleados contratados antes del 2017 continuarán disfrutando los mismos derechos y beneficios que tenían previamente, excluyendo a contratistas independientes, relaciones franquicia, empleados gubernamentales o funcionarios públicos, trabajos voluntarios gratuitos por amistad o benevolencia, trabajos de familiares, trabajos obligatorios en instituciones penales o correctivas; y se creó un contrato especial denominado Contrato de Empleo.

'El mayor problema de Puerto Rico es el problema de empleados mal clasificados. No tienen ninguno de los derechos que tiene un empleado, no tienen derecho ni a la Ley 80. El problema es la necesidad, la necesidad inmediata', dijo Pérez al referirse que muchas personas aceptan ser contratados como independientes para recibir más dinero y se olvidan de la falta de beneficios y derechos que pierden.

Dentro de lo establecido en el Contrato de Empleo se encuentra el ideal de permitir que los empleados de otra jurisdicción que son ubicados en Puerto Rico por tres años o menos se rijan por las leyes de origen y no por las leyes locales. Como también el que haya acomodo religioso con penalidad para el patrono de mil a cinco mil y la reserva absoluta por parte del patrono de la interpretación de su reglamentación y políticas internas.

'Cualquier interpretación que haga el patrono es la que va y puede ser impugnada sólo si resulta arbitraria o caprichosa. Si la interpretación del patrono no es ninguna de estas, hay que respetar sus ideales', explicó Pérez.

Además, como parte de la reforma se enmendó la Ley 379 Jornada de Trabajo y Beneficios que para Pérez y el PROSOL representa otra medida que promueve la esclavitud. Según lo enmendado en la ley, el empleado podrá trabajar hasta un máximo de 10 horas diarias por un periodo semanal que no exceda 40 horas semanales. No obstante, el empleado no recibirá pago por horas extras a menos que excedan las 40 horas y es permitido trabajar 12 horas sin cobrar 'overtime'.

Por su parte, Luis Pedraza, portavoz de PROSOL, entiende que la Reforma Laboral arrastra la histórica libreta del jornalero donde luego de la abolición todo trabajador debía llevar un jornal para anotar con quién trabajaba y qué deudas tenía. Así la persona permanecía trabajando para ellos.

'Hay que organizar a la gente porque la única manera de tu superar la condición es el sobre reclamarse de una organización de tu tener fuerza porque los patronos son poder económico. El interés de los que mandan, de los que crearon la deuda, porque para ellos cobrar tienen que buscar chavos. Y cómo busco chavos? Reduzco el gobierno en un mínimo que le cueste menos para que se libere el dinero y me lo den, y que los trabajadores me cuesten menos para no repetir la historia', dijo Pedraza.

'El gobierno está planteando que su modelo económico está basado en la empresa privada y que de 130 agencias de gobierno los va a reducir a 35 a través de eliminar funcionarios y privatizar agencias. Para no despedir a esos empleados los van a mover a empresas privadas y se convierten en un empleado nuevo', añadió.

La conferencia se llevó a cabo el miércoles pasado en el edificio de la UTIER, en San Juan y culminó en una protesta en el capitolio por parte de la UTIER donde leyeron una proclama en contra de la reforma laboral dirigida a Rosselló.

Bajo el lema 'de la Abolición a la Esclavitud', las y los unionados corearon consignas al son de toques de bomba y plena en homenaje a las y los esclavos que en el siglo 19 usaron esos ritmos para narrar sus penurias pero también para conspirar y rebelarse contra la opresión.

Según la proclama, la Junta y el gobierno 'desean perpetuar la destrucción de nuestro futuro cerrando nuestras escuelas y destrozando la institución universitaria más importante del país' y llama a reivindicar 'nuestro pasado cimarrón, a defender el futuro de nuestros hijos, el presente de nuestros envejecientes y la dignidad de lo que somos como individuos y como pueblo'.

Los sindicatos aseguran que llevarán sus acciones 'a cada centro de trabajo, a nuestras casas, a nuestros círculos sociales, a nuestro pueblo' y así construirán la 'resistencia día a día', hasta demostrar que cuentan con el poder de vencer.

Según se anunció, simultáneamente con esta actividad se realizaron piquetes y demostraciones contra la Junta de Control Fiscal en Nueva York, Hartford, Orlando, Chicago, Boston y Seattle, convocadas por la coalición VAMOS4PuertoRico.

Las uniones que organizaron la actividad en San Juan cuentan con sobre 70 mil afiliados y afiliadas en el servicio público y la industria privada. Estos son: la Asociación de Maestros de Puerto Rico y su Local Sindical; Servidores Públicos Unidos de Puerto Rico, C95/AFSCME; Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores, Local 1996 SEIU; United Auto Workers (UAW) y la Unión General de Trabajadores, Local 1199 SEIU.

Proclama hecha por la Utier al Gobernador_23765