Washington - A solo días de dejar la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama conmutó la sentencia del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera, quien despues de pasar 35 años encarcelado, saldrá de la prisión en tres meses. Su hermano Jose López celebró con regocijo que la campaña que duró decadas para liberar a su hermano finalmente rindió fruto, y que su familia 'lo puedan tocar y tener ese momento de ese encuentro y un abrazo puertorriqueño.'

'Estamos agradecidos de todo lo que ha hecho el pueblo y tanta gente linda en esta lucha, desde el que firmó una petición hasta el Papa Francisco que hizo gestiones,' expresó José López desde el Centro Cultural Puertorriqueño José Antonio Corretjer en Chicago, el cual fundó con su hermano en el 1972.

Su abogada Jan Sussler, quien le dio las buenas noticias a Oscar López Rivera por teléfono, relató que López reaccionó con alegría pero de forma calmada, reflejando la paz espiritual que le caracteriza. Pero se mostró un poco más eufórico al decir que la buena noticia es tremendo regalo de cumpleaños para su hija Clarisa López Ramos, quien cumple años mañana, pocos días antes de su próxima visita a la prisión federal este fin de semana.

Citando a López Rivera, Sussler afirmó que 'Estoy muy, muy agradecido de toda esa gente allá afuera que me han brindado toda esa ayuda y ese amor.'

La conmutación de la sentencia de 55 años de López Rivera fue una de 209 que concedió el presidente Obama el martes, lo cual incrementa a 1,385 el número de individuos al cual este presidente le otorgó 'una segunda oportunidad', según la Casa Blanca. Además, el presidente le otorgó indultos a 64 personas el martes para un total de 212 en su gestión presidencial.

'Es asombroso. Estamos aquí en una celebración de familia y de la comunidad,' afirmó en tono eufórico Alejandro Molina, parte del comité coordinador de la Red Boricua Nacional Pro Derechos Humanos, por encima de los vítores y las canciones puertorriqueñas que resonaban en el Centro Cultural Puertorriqueño en Chicago.

'Esta es una tremenda victoria para una campaña que duró 35 años,' añadió Molina. 'Ya era hora de que regresara a casa y le agradecemos al Presidente Obama que lo considerara así.'

López Rivera, un veterano de la guerra de Vietnam quien cumplió 74 años de edad este mes, fue arrestado en el 1981 y convicto de conspiración sediciosa por sus vínculos con el grupo clandestino independentista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). La FALN reclamó el haber llevado a cabo decenas de atentados, varios de ellos con artefactos explosivos, en que murieron seis personas.

La campaña para liberarlo llevaba décadas e incluían las voces de la mayoría de la clase política de Puerto Rico y cientos de activistas puertorriqueños en los Estados Unidos. Entre ellos, figuraban los gobernadores saliente y entrante de Puerto Rico, Alejandro García Padilla y Ricardo Rosselló, la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín, y la presidente del Concejo Municipal de Nueva York Melissa Mark Viverito.

Ya acercándose el final de la administración de Obama, una campaña We The People en la página de la Casa Blanca en la red acumuló 108,000 firmas, 8,000 más de las requeridas para que la Casa Blanca respondiera al asunto, en solo 25 días. La semana pasada, líderes sindicales, políticos y algunos congresistas marcharon y entregaron simbólicamente en la Casa Blanca más de 100,000 firmas que se habían colectados en papel en actividades llevadas a cabo en todo el país y en Puerto Rico.

Los ganadores del Premio Nobel de la Paz, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu y la activista guatemalteca Rigoberta Menchú, el ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, el cantante Ricky Martin y el grupo musical Calle 13 reclamaron la liberación de López Rivera. La semana pasada, se unieron al reclamo el senador y ex aspirante a la presidencia estadounidense Bernie Sanders y, a través de los funcionarios católicos de mayor rango en Puerto Rico, el Papa Francisco.

El representante Luis Gutiérrez, demócrata de Chicago, dijo sentirse muy emocionado por la liberación de López Rivera, quien, junto a su hermano José López, ha considerado amigos y mentores en su vida adulta.

'El liberar a Oscar López Rivera para que viva en su país y entre su gente es un paso hacia la paz y la reconciliación y los están celebrando puertorriqueños de todas las tendencias políticas, de todas las clases y en todos los lugares,' expresó el congresista Gutiérrez.

'Va a ser un día bendecido y glorioso cuando pueda caminar y hablar con mi amigo al aire libre, lejos de las paredes de la prisión, y estoy esperando con ansias que llegue ese día,' afirmó Gutiérrez.

Molina indicó que él y la hija de López Rivera, Clarisa López Ramos, lo visitarán este fin de semana en la prisión federal de Terre Haute, a unas tres horas de Chicago. Familiares lo buscarán a la prisión cuando lo liberen el 17 de mayo e irán a Chicago, donde vivió desde los 14 años, para ver a su familia y para una gran fiesta comunitaria. López Rivera ha indicado que luego irá a vivir a Puerto Rico, donde viven su hija y su nieta, posiblemente en su pueblo natal de San Sebastián.

Al momento de su arresto en el 1981, López Rivera llevaba cinco años en la clandestinidad mientras que el Negociado de Investigaciones Federales (FBI) visitaban y presionaban a su familia a revelar dónde se encontraba, lo cual desconocían. En el pasado, López Rivera negó el tener sangre en sus manos y los casos contra él carecían de pruebas físicas o forenses. Los fiscales optaron por radicarle cargos a él y otros acusados de ser parte de la FALN por conspiración sediciosa.

El Presidente Bill Clinton le había ofrecido clemencia en 1999 a López Rivera y a otros doce prisioneros de la FALN y de Los Macheteros, otro grupo clandestino independentista. Los doce fueron liberados, pero López Rivera rechazó la oferta porque otros dos compañeros, Haydée Beltrán y Carlos Alberto Torres, no se incluyeron en el indulto y él no quería ser liberado y dejarlos encarcelados. Estos dos fueron liberados en 2010, once años más tarde, y en el 2011, López Rivera le solicitó clemencia al presidente Obama.

José López explicó que durante su visita a la prisión federal en diciembre pasado, su hermano le expresó que de ser excarcelado, quería tener conversaciones con la gente que lo apoyaron en todos los pueblos de la isla y en la diáspora.

La acción de Obama, expresó José López, puede ser dirigida a impulsar un poco más la discusión sobre el futuro de Puerto Rico y su hermano podría y quería 'ayudar en el diálogo en el pueblo de Puerto Rico' sobre el status político y la autodeterminación.

El nombre más controversial en la lista de 273 personas que recibieron clemencia o una conmutación de su sentencia es el de Chelsea Manning, al analista de inteligencia transgénero anteriormente conocido como Bradley Manning, quien fue condenada en 2010 a 35 años de prisión por filtrar miles de documentos diplomáticos y militares a la organización WikiLeaks mientras se encontraba con una unidad militar en Irak.

Funcionarios de la Casa Blanca aclararon el martes que las conmutaciones y las clemencias otorgadas reflejan la filosofía del presidente que hay personas que han cometido errores en el pasado y que han demostrado que con la rehabilitación aun merecen una segunda oportunidad de rehacer su vida.

'Aunque es increíble y notable la consideración que el Presidente le ha mostrado a las 1,597 personas que recibieron conmutaciones o indultos, debemos recordar que clemencia es un remedio extraordinario, concedido solo cuando el Presidente ha concluido que individuos particulares han demostrado que están listos para aprovechar bien su segunda oportunidad,' afirmó el counsel al Presidente Neil Eggleston en un blog en la página de la Casa Blanca en la red.

López Rivera, en una entrevista reciente con El Nuevo Día, se refirió al Presidente Obama al considerar la posibilidad de la excarcelación luego de las elecciones del 2016.

'Si él estuviera dispuesto a escuchar podría ver que todavía puedo ser productivo,' afirmó López Rivera. 'No tengo nada por lo que se pueda decir que soy una persona maligna.'