Día decisivo para 'PROMESA' en el Senado federal
Washington, D.C. - Con la espalda contra la pared, el mensaje al Senado federal que votará hoy, miercoles, sobre la medida 'PROMESA' para permitir la reestructuración de la deuda pública de Puerto Rico, fue muy claro.
A solo dos días de un impago de $1.9 mil millones del servicio de la deuda, se acabó el tiempo. Hay que tomar lo bueno con lo malo, y aprobar PROMESA tal y como está. Es todo o nada. Así lo dictaminó el líder de la Mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, al someter el proyecto de ley idéntico al que fue aprobado por la Cámara de Representantes hace tres semanas para consideración inmediata del Senado, bloqueando así todas posibles enmiendas.
El voto de hoy es decisivo. Si se obtienen 60 votos en este voto procesal, la propuesta Ley para la Supervisión, Gerencia, y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés) se debatirá y pasará a una votación final no más tarde del jueves. De aprobarse, el presidente Barack Obama, la firmaría inmediatamente.
'Hay muchas razones para estar en contra de la medida, y todos nosotros entendemos eso', aclaró el líder de la Minoría demócrata, senador Harry Reid, al salir de una reunión con el caucus de su partido el martes. 'Es muy decepcionante que el senador McConnell no permita ni una sola enmienda. Pero el puede hacer eso. El tiene el derecho a hacerlo', agregó.
Las objeciones principales a ‘PROMESA' están centradas en la composición, las funciones y el poder de una Junta de Control Fiscal que ayudaría a encaminar a Puerto Rico hacia la disciplina fiscal. Sus opositores la tildan de colonialista con poderes excesivos que tendría la última palabra al crear e implementar el plan fiscal y el presupuesto para Puerto Rico.
El proceso relámpago en el Senado refleja la misma dinámica de presión que prevaleció en las deliberaciones de ‘PROMESA' en la Cámara de Representantes, donde un pulseo férreo entre republicanos conservadores y acreedores, y funcionarios del Departamento del Tesoro produjo una medida que se dejó casi intacta, sin enmiendas sustanciales, por temor a que se descarrilara el esfuerzo por buscar una solución a la crisis fiscal en la Isla.
Ya el gobierno de Puerto Rico había advertido que habría otro impago masivo de la deuda este viernes, lo que sirvió para presionar a los senadores y para que McConnell le cerrara el paso a las enmiendas.
Al catalogar a ‘PROMESA' como 'un asunto que ha sido negociado', McConnell expresó el martes que le solicitó a sus colegas republicanos que se unieran a él y votaran para aprobar la medida. 'Estoy esperanzado y optimista que la administración (Obama) podrá lograr que los demócratas lo apoyen, y creemos muy encarecidamente que su estrategia es una que complace a la mayoría de los republicanos', agregó.
Eso es precisamente lo que le preocupa a algunos demócratas, las provisiones del proyecto que reflejan una ideología antilaboral y antigobierno que podría dar paso a una austeridad mayor en cuanto a los servicios esenciales al pueblo. Pero no ven otra salida dado el impago que se asoma y lo difícil que sería insertar otros elementos en un proyecto de ley que surgió de meses de negociaciones con tantas partes involucradas.
El secretario del Tesoro, Jacob Lew, se reunió con varios demócratas cautelosos el martes para convencerlos de que debían votar a favor de ‘PROMESA' para evitar una crisis humanitaria mayor en la Isla y para cerrarle el paso a un desfile de acreedores listos para demandar en los tribunales si ocurre el impago del viernes.
El senador demócrata Charles Schumer de Nueva York estimó que habrían unos 30 demócratas que votarían a favor del proyecto. Dick Durbin, senador de Illinois a cargo de buscar y contar los votos de sus colegas demócratas, expresó que ahora apoya ‘PROMESA' y se podría lograr los 60 votos de senadores de ambos partidos, pero posiblemente sea por un margen estrecho.
Su contraparte republicano, el senador John Cornyn de Texas, dijo sentirse confiado en que se aprobará el proyecto de ley y habrán suficientes de sus colegas que votarán que sí. 'El fracaso no es una opción', afirmó Cornyn. 'Ni siquiera voy a especular (sobre un fracaso) porque esto no va a fracasar', sentenció.
El senador Bernie Sanders, de Vermont, se opone tenazmente y afirmó que aprobar ‘PROMESA' representaría una victoria para los fondos de cobertura conocidos como los fondos 'buitres' que daría paso a que se siga perjudicando y explotando al pueblo de Puerto Rico. 'Voy a hacer todo lo posible para derrotar este proyecto de ley horrendo', sostuvo Sanders el martes a la publicación The Hill.
La oposición más férrea surgió del senador Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, quien al no poder someter enmiendas se pasó varias horas hablando en el hemiciclo del Senado sobre provisiones que, según él, perjudican al pueblo de Puerto Rico y explicó sus enmiendas para atender esas deficiencias.
Junto a otros seis senadores, incluso algunos que ahora apoyan la medida, Menéndez le solicitó a McConnell a mediados de junio que se considerara ‘PROMESA' inmediatamente para permitir un debate y considerar enmiendas antes del fin de mes. McConnell no accedió y no puso la legislación sobre el tapete hasta esta semana.
Menéndez buscaría eliminar que se requiera una supermayoría de la Junta – cinco de los siete votos – para autorizar una reestructuración de la deuda forzosamente por la vía judicial si no se logran arreglos voluntarios entre acreedores y el gobierno y sus agencias. Esto permite que una minoría imponga un veto sobre la reestructuración.
Además, Menéndez sostiene que sus enmiendas le darían más prioridad y protegerían más los fondos necesarios para los servicios esenciales de salud, seguridad, y otros, que afectan la calidad de vida del pueblo, y protegería las pensiones de los jubilados.
Otra enmienda establecería que la Junta no tenga el poder de implementar sus 'recomendaciones' presupuestarias que dan paso unilateralmente a mayor austeridad, violaciones de derechos laborales y sindicales, la reestructuración y reorganización de agencias gubernamentales y la privatización o comercialización de entidades públicas.
Además, el establecer una Junta no electa sin representación de Puerto Rico, con poder para sobreponer su voluntad sobre las Ramas Ejecutiva y Legislativa de la Isla es antidemocrático, afirmó el Senador. Por lo menos, se debe añadir dos representantes seleccionados por Puerto Rico que tengan voz y voto. De este modo la Junta se compondría de nueve miembros: cuatro republicanos, tres demócratas, y dos representantes de la Isla.
'El hecho que la gente de Puerto Rico absolutamente no son parte de la decisión sobre quién se nombrará a la Junta es un neocolonialismo descarado', expresó Menéndez en el hemiciclo senatorial al mostrar fotos de reservas naturales que podrían peligrar si la Junta da luz verde a proyectos de desarrollo comercial sin respetar leyes ambientales locales.
'Temo que le estamos abriendo las compuertas para que Puerto Rico se convierta en un laboratorio de políticas públicas de derecha', continuó. 'Puerto Rico merece mucho más que ser un anfitrión renuente de experimentos de austeridad aún sin comprobar', agregó.
De igual modo, rechazó el argumento que había que actuar antes del impago del viernes para evitar las muchas demandas que surgirían. El proyecto ‘PROMESA' contiene provisiones que retroactivamente dejan sin efecto las demandas en curso, afirmó.
'Esto hay que hacerlo bien para la gente de Puerto Rico, y hay tiempo para hacerlo', aseguró.
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