Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Ahora

Las formas de aprovechar, y de desaprovechar, una junta de control (documentos)

Las experiencias de las juntas que controlaron por un tiempo la ciudad de Miami y el Distrito de Columbia (DC) pueden arrojar luz sobre cómo funcionaria una junta en Puerto Rico y tambien dejan lecciones que se resumen en que, mientras más fuerte sea la imposición y menor participación local tenga, más tortuoso es el periodo de control de la junta y menos garantía de exito hay.

Esto es parte de lo que concluyó la tesis doctoral de Deborah Isadora Kobes, quien sometió una disertación en 2009 para el Massachussetts Institute of Technology (MIT) en la que examinó el rol de las juntas de control que se han establecido en Estados Unidos, unas 119 desde 1975, pero con énfasis en comparar el funcionamiento de las juntas de Miami y DC.

Según el estudio, estas dos juntas representan los dos extremos de lo que ha sido la experiencia hasta ahora con estas juntas: la de Miami más exitosa y la de DC menos por elemento crucial de que en Miami los residentes le abrieron los brazos y hubo respeto hacia la autonomía del gobierno local y que en DC la junta se recibió como una imposición del Congreso con agenda expansiva que le restó credibilidad al gobierno local y provocó protestas populares.

Para aclarar, en ambos casos se logró que las jurisdicciones pudieran volver a tener credibilidad para los mercados financieros, la diferencia está en las dificultades que hubo en el camino para cada una.

Y en lo que concierne a Puerto Rico la mala noticia es que el contexto que se ha desarrollado nos coloca más cerca de la experiencia de DC que de la de Miami.

Según la tesis, reseñada inicialmente en el Caribbean Business, en DC la junta operó por seis años durante los cuales despidió directamente a jefes de agencia, se encargó de la gerencia de las divisiones principales del gobierno, cerró hospitales, instaló un nuevo Oficial Financiero (rol que en Puerto Rico cumple actualmente Melba Acosta) y tomó control del sistema escolar. En Miami la junta duró cinco años e implantó muchas reformas pero no directamente sino a través de los funcionarios locales. En DC, como indicado la junta la impuso el Congreso, como sucedería en Puerto Rico, mientras que en Miami fue el estado de la Florida el que la impuso después de una solicitud de la ciudad cuando el FBI se llevó presos a la mayoría del liderato de la ciudad por corrupción.

'Las dos juntas de control ayudaron a mejorar la democracia local a través de dos beneficios principales: asistencia técnica y absorber la culpa política', dice la tesis llamada 'Out Of Control? Local Democracy Failure and Fiscal Control Boards'.

Ambas juntas podía rechazar el presupuesto, el plan financiero y los contratos que hacían los funcionarios, investigaban las finanzas locales y las decisiones gubernamentales, trabajaban con funcionarios para revisar procedimientos, y retenían fondos estatales o federales si el gobierno local no cumplía con el presupuesto. En DC, tenía poder de citación y se convirtió en un delito menos grave y e causa de destitución el engañar a la junta. Ninguna de las dos negociaba convenios colectivos, pero los aprobaban o rechazaban.

El 'tono cooperador' de la junta en Miami hizo la diferencia, según la tesis, y en contraste con el tono que se ha desarrollado en la clase política de Puerto Rico de rechazo a una junta en parte porque, lo poco que se conoce hasta ahora de los planes del Congreso, apuntan a un ente que no va a tener como prioridad el respeto de la autonomía del gobierno local. En Miami, la junta se frenó de meterse en el detalle del gobierno diariose concentró en los problemas que necesitaban reforma, mientras que en DC la junta se metió a correr el detalle diario del gobierno. En Miami, el presupuesto llegó a terreno positivo en un año, pero en DC tardó dos.

'En Miami ocurrieron reformas extensivas de gobernanza, y en DC surgieron alternativas para unas nuevas estructuras de gobierno pero pocas se lograron. Las juntas de control esencialmente sirvieron como puente entre las estructuras fallidas y las mejoradas', concluyó la autora.

En cuanto a cómo se formó la crisis que provocó la entrada de una junta, en Miami fue de súbito debido a los arrestos por corrupción, mientras que en DC, similar a Puerto Rico, se cocinó a fuego lento y el Congreso hizo estudios extensos de la crisis fiscal antes de entrar en acción.

'Las lecciones básicas en cuanto a diseño de una junta de control que emergen de estas ciudades es que se deben emplear mecanismos para limitar el ámbito de la junta de control a la vez que se promueve la participación local. La diferencia primaria entre las juntas de control de Miami y DC fue en cuán expansivos eran sus roles', señaló Kobes.

Cronología de la Junta de Control de Miami - NotiCel_17776

Cronología de la Junta de Control de Washington DC - NotiCel_17777

Lista de juntas de control establecidas en EE UU - NotiCel_17778

El presidente de la Cámara federal, Paul Ryan, y su enviado a Puerto Rico, Jim Sensenbrenner. (Twitter)
Foto: