Ya no podrán pasar gato por liebre en la venta del café
El gobernador Alejandro García Padilla convirtió firmó la 'Ley de Denominación de Origen del Cafe Puertorriqueño' que busca prohibir que se venda cafe adulterado con grano importado, como si fuera cafe netamente puertorriqueño y establece los parámetros que debe seguir la industria para poder utilizar la marca de cafe 100% puertorriqueño.
'Nuestro país ha sido un importante exportador de café desde hace casi 300 años. La calidad de nuestras tierras y el conocimiento de nuestros agricultores nos han permitido desarrollar un grano que ha sido clasificado entre los mejores del mundo. En la actualidad el café es uno de los productos más valiosos para el comercio y la exportación a nivel internacional, cuya demanda aumenta cada año. Sin embargo, a pesar de las buenas condiciones que tiene Puerto Rico para su cosecha, la industria cafetalera ha decaído por diversos motivos, entre ellos la falta de rigurosidad a la hora de establecer controles en lo que se puede mercadear como -café de Puerto Rico-. Esta disposición busca proteger la pureza y el prestigio de este producto tan distintivo en nuestra cultura' aseguró García Padilla.
La medida exige, que el caficultor que desee utilizar en su empaque la denominación de café de origen puertorriqueño, cumpla con ciertos requerimientos, entre ellos, que el grano que utilice sea del país en su totalidad. Para certificar el cumplimiento de este requisito, el producto será evaluado por una junta catadora que asegurará su calidad y sabor, de modo que el grano esté libre de defectos e impurezas.
La ordenanza prohíbe además, que se utilicen las etiquetas distintivas de calidad superior cuando no se cumpla con los estándares establecidos por el Departamento de Agricultura. De esta manera, si determinada marca de café va a utilizar una mezcla de café puertorriqueño con café extranjero, deberá expresarlo en su etiqueta y no podrá utilizar la denominación de café de origen puertorriqueño.
Esta medida, que comenzará a regir en 60 días, resulta similar a leyes adoptadas por otros países que buscan proteger la calidad y distinción de sus productos. La aprobación de esta ley faculta al Departamento de Estado a registrar las marcas y denominaciones de origen puertorriqueño ante la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y al Departamento de Agricultura a imponer multas desde $500 hasta $30,000 por infracciones a la misma.
La medida fue originalmente el Proyecto del Senado 951 y estaba siendo reclamado por la industria cafetalera.
El exsecretario del Departamento de Agricultura y actual asesor senatorial, José Orlando Fabre, señaló que 'cuando el café sea mezclado con grano extranjero, deberá explicarse asimismo en la etiqueta, para diferenciarlo del café 100% puertorriqueño'.
El pasado julio, en medio de la controversia suscitada por el Reglamento de Precios del Café, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Nery Adames, manifestó a este diario digital que en la Isla se importaba café para abastecer la demanda local. Reconoció que muchas veces los torrefactores adquiría este tipo de café ya sea por su cuenta o por medio de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropercuarias, y luego lo mezclaban con otro tipo de café local.