Cuidadanos apoyan medida que elimina bolsas plásticas
Provocar un impacto positivo en el medio ambiente es la razón principal por la cual un grupo de ciudadanos apoyó la aprobación de la medida que elimina las bolsas plásticas desechables de los establecimientos comerciales, según un sondeo realizado por NotiCel.
Julio A. Williams estaba apoyado a una tómbola del colmado Doña Ana en Río Piedras. 'Es un buen proyecto, por el ambiente, sí, por el ambiente. Esas bolsas tardan años en desintegrarse, sabes? Además, eso puede cambiar hasta la cultura del colmado', dijo el hombre de 65 años, residente de Río Piedras.
La medida prohíbe el uso de las bolsas plásticas que durante años han sido objeto de crítica por el tiempo que tardan en descomponerse, sus componentes que en ese proceso se convierten en tóxicos y contaminan los suelos y las aguas, así como las múltiples muertes que provocan anualmente a animales marinos y aves que mueren asfixiados o se intoxican por la ingesta.
El Senado de Puerto Rico aprobó el martes el proyecto de ley de la autoría del representante José Báez Rivera, y ahora espera la firma del gobernador Alejandro García Padilla.
'Estoy de acuerdo con esa medida, ya en Rincón es ley. Es una manera de ayudar a conservar los recursos naturales', dijo Belinda Pérez, residente de Santurce, que caminaba entre los pasillos del supermercado Pueblo en Ciudadela.
Pagando ante el cajero que ponía un producto tras otro en las bolsas plásticas que por años han salido a diario de los supermercados, cargando compras a veces muy vastas, se encontraba Paula Llubere, de 63 años. En su carrito de compras carga una bolsa de tela reusable. 'Es un adelanto. Ahora usaremos bolsas reusables', sonrió antes de salir.
Por su lado pasó Jaime Martínez, de 46, también residente de Santurce. 'Me parece muy bien, hay mucha basura en los vertederos del país. Hay que cuidar el ambiente', afirma. Se pregunta por instante cómo llevar la compra. 'Los comerciantes podrían regalar una bolsa reusable', propone.
El proyecto de la Cámara 1110 dispone que los establecimientos comerciales de Puerto Rico permitan a sus clientes utilizar bolsas reusables para llevar sus compras y pondrá a la disposición del público bolsas de papel a un precio de 15 centavos por bolsa.
La directora ejecutiva de la organización Basura Cero, Natalia Pagán, se manifestó a favor del proyecto y lo describió como un primer paso anclado en la iniciativa del municipio de Rincón que ya eliminó las bolsas plásticas.
'Creo que es algo positivo que Puerto Rico lo adopte también y que busque promover a las personas que usen sus bolsas reusables. Eso es lo que debería hacer todo el mundo, pero no es hasta que afecta su bolsillo que el grosor de las personas reacciona', lamentó Pagán.
'Es una forma de cambiar un comportamiento y no tienes que incurrir en gastos. Es un cambio de hábito que a la larga se verá que es buena para uno, para el bolsillo, para el ambiente, para todos', añadió.
Sin embargo, como todo primer paso, aún quedan escalones por pisar. Pagán exhortó a la población a que asuma la mentalidad de reducción para 'cambiar el hábito del consumismo', y a utilizar mecanismos de reciclaje, y en caso de no tener los medios para hacerlo, que llamen a sus representantes para mostrar así el interés por buscar otras alternativas. Por último, añadió la urgencia de oponerse a la incineración, que 'busca generar más basura para las incineradoras', manifestó.
Aún así, en parte de la población, persiste la desconfianza en el Gobierno. A pesar de que el representante Báez Rivera sostuvo que 'este proyecto es uno de pura concienciación', para algunas de las personas entrevistadas, todavía existen intereses económicos detrás de la medida. Algunos menos informados lo ven como un impuesto a las bolsas o como una medida para allegar dinero a las arcas en vez de para proteger el ambiente.
El universitario Axel Meléndez, portavoz de la organización UPR Verde, criticó que por una parte se obligue a las personas por motivos económicos a cuidar el ambiente, pero 'en términos de conciencia, se siguen por otros medios usando otros productos que como quiera el nivel de contaminantes que tiran es bastante significativo'. Para el joven, esto no se trata de una solución sino de un paso, aunque coincidió en la total eliminación de bolsas plásticas.
'Si se utilizaran otras vías que no estrangulen a las personas en términos económicos y sí atiendan de raíz el problema', sopesó el joven.
La medida dispone un término de doce meses para que entre en vigor una vez convertida en ley. Durante esos doce meses, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, la Autoridad de Desperdicios Sólidos, el Departamento de Asuntos del Consumidor y la Junta de Calidad Ambiental desarrollarán un programa educativo para concienciar ambientalmente a la población.
A su vez, en caso de violaciones, el Secretario de Asuntos del Consumidor impondría a los establecimientos comerciales una multa de cien, ciento cincuenta y doscientos dólares por cada violación que se cometa.
Yinet Blanco, cajera del colmado Doña Ana, comentó que aún no se les ha comunidado a los establecimientos las nuevas normas. Se enteró por las noticias, agregó. 'Tiene sus pro y sus contra. Los clientes vienen sin bolsa, me da pena que tengan que cargar todo en las manos', compartió.
A su lado, repartiendo las bolsas de papel y plásticas a los clientes, Élida Martínez, de 76 años asintió. 'Qué bolsas usaremos ahora?', preguntó. 'Pero es que por el ambiente', les dijo Julio A. Williams antes de marcharse. Martínez se quedó pensativa. 'Cierto', dijo.