La empresa Academic Sciences of Puerto Rico (ASPR) abogará mañana, jueves, por mayores controles en los parámetros para la distribución y administración del cannabis medicinal durante las vistas públicas que celebrará mañana el Departamento de Salud.

La serie de vistas públicas están diseñadas para conformar el Reglamento que regirá el uso, posesión, cultivo, manufactura, producción, dispensación e investigación de la marihuana medicinal.

Por lo tanto, se unió a la conversación ASPR, una empresa netamente puertorriqueña dedicada en parte al desarrollo del cannabis medicinal desde hace más de un año, que pretende asegurar las mejores prácticas en el cultivo, utilización y suministro de la controvertida planta.

Cuenta con un grupo de profesionales de la salud que hasta el momento se han dedicado a educar y concienciar a líderes religiosos, conservadores, políticos y a la población en general, sobre los beneficios del cannabis medicinal, y a la vez, sobre la importancia de una investigación meticulosa para utilizar los ingredientes del cannabis que son eficientes para tratamientos médicos, y descartar los que son dañinos a la salud o que sirven solamente para uso recreacional.

Según el coronel retirado con especialidad en salud, Roberto González, presidente de ASPR, los dos aspectos primordiales a enfatizarse en las vistas serán, por un lado, los controles en la oferta, y por otro, la necesidad de que el Gobierno invierta en la investigación para velar por una industria permanente desde el campo de la investigación científica.

Entre las estrategias de la compañía para insertarse en este nuevo mercado, incluyen enfocar los esfuerzos en el campo de la investigación y el desarrollo (R<><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>&D por sus siglas en inglés), que trata precisamente de conectar la producción del medicamento con el monitoreo constante, la base de datos precisa y la investigación clínica para asegurar su mejor rendimiento./p

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El farmacéutico John Reyes, vicepresidente de la compañía, comentó que el proyecto atravesaría varias fases, a partir de la aprobación del Reglamento del Departamento de Salud. Estiman que en cuatro meses puedan obtener todos los permisos, licencias y requerimientos burocráticos para comenzar a operar, y que en otros cuatro meses ya puedan contar con la primera ronda de cannabis cultivado para comenzar la investigación clínica./p

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'Lo que busca la compañía es que se establezcan parámetros estrictos, que haya cierta cantidad de miligramos por paciente, que el paciente siempre esté utilizando esa cantidad hasta que le toque su próxima evaluación. No es subjetivo, [se trata de] validar proceso y establecer un producto final que se pueda patentizar de Puerto Rico al mundo. Se puede establecer un nuevo patrón de investigación científica que establezca nuevo patrón de servicio, [que haga que] los estados pueden emular a Puerto Rico', manifestó Reyes./p

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Por su parte, dada sus experiencias con los pacientes de cáncer y su estudio en las propiedades del cannabis medicinal, el hematólogo oncólogo Héctor Vélez, también investigador clínico de la Escuela de Medicina en Ponce, comentó que se le debe dar cabida al efecto terapéutico de la planta dentro de la buena práctica de la medicina./p

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'Tradicionalmente es equivocado utilizar la marihuana, pero a través de los años se ha demostrado que sí hay unas propiedades encontradas en la planta que tienen un valor vital. Cuando hay investigación clínica, consentimiento, un acuerdo entre paciente y médico de utilizar un producto que tiene todas las garantías, estamos hablando de ciencia, más allá de una droga recreacional, más allá de de la opinión de un ciudadano', dijo Vélez./p

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Para el proceso de estudio, se estarían sometiendo al proceso a pacientes crónicos o moderados crónicos, para monitorear la capacidad de la medicina para aliviar los dolores de los pacientes de cáncer, las epilepsias, los espasmos de la esclerosis múltiple, entre otras./p

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Mediante un programa de adherencia, se garantizaría el monitoreo del profesional de la salud al paciente en su cumplimiento de tratamiento, para también documentar efectos secundarios, beneficios, de acuerdo a los medicamentos que esté utilizando concurrentemente. Mientras tanto, la seguridad del paciente se tiene que garantizar en todo momento, coincidieron./p

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El agrónomo Juan Bauzá, exsecretario del Departamento de Agricultura, se unió recientemente a la empresa. Unas buenas pruebas clínicas, dijo, solamente pueden ser garantizadas si existe un buen producto base para preparar el medicamento, sin pesticidas ni plaguicidas./p

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El espacio donde se estaría cultivando la planta sería en un espacio cerrado, controlado, y vigilado por guardias armados debido al status actual de ilegalidad de la planta para su uso recreacional. Con todas estas variables, aportó Reyes, se aseguraría la 'mejor práctica de cultivo en un ambiente controlado', y se pasaría a la investigación científica y clínica, velando por un producto consistente y de calidad, que responda a un diagnóstico adecuado, y por lo tanto, permita un tratamiento adecuado./p

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Dentro de esa fase investigativa, enfatizaron la importancia de la extracción. El catedrático del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, José Rodríguez Orengo, explicó que no todos los 450 componentes del cannabis cumplen con funciones medicinales, por lo que la investigación pretende extraer los ingredientes necesarios para, a partir de ahí, elaborar el medicamento./p

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Aún desconocen la versión final del medicamento - aceite, tableta, inhalador - pero sí coinciden enteramente con el Departamento de Salud en que esa versión final no debe tratarse de un cigarrillo para ser fumado, debido al efecto nocivo en los pulmones./p

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El proyecto pretende además convertirse en una fuente de ingresos para el país. Por un lado, los pacientes actualmente tienen que viajar para recibir tratamiendo de productos derivados del cannabis que han mostrado aliviar los dolores, por lo que la Isla podría convertirse en ese destino para pacientes del mundo./p

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Por otra parte, mediante una nueva industria basada en el campo de la Investigación y Desarrollo, los científicos puertorriqueños podrían exportar a otras jurisdicciones sus conocimientos y resultados, e incluso patentizarlos para generar ingresos a la economía puertorriqueña./p

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Ante cuestionamientos sobre el interés lucrativo que puede generar este nuevo mercado que se abre, por un lado, se manifestaron a favor de que se repartan pocas licencias para garantizar la calidad. 'Cualquier producto que se quiera investigar, si se abre descontroladamente, no se va a poder analizar la data', enunció Vélez./p

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Se estima que para finales del 2016 y principios del 2017, ya puedan haber terminado el primer ciclo del proyecto, y ya se esté distribuyendo a los pacientes del país que necesiten las propiedades del cannabis para aliviar sus dolores./p