Inalterable la AAA ante predicción federal certera sobre embalses
Hace 11 años el Servicio Geológico Federal (USGS, por sus siglas en ingles) advirtió que en el 2015 la represa de Carraízo alcanzaría los niveles de almacenamiento de agua del 1994, epoca en la que se decretó un racionamiento en el país por 136 días, que luego llevó al dragado del embalse.
Sin embargo, el tictac de la agencia federal fue ignorado por el Gobierno. Solo en el 2011, la Administración habló de un plan de dragado para Carraízo, que nunca se concretó. A su vez, la Administración García Padilla tampoco le hizo caso a otras voces como las de la catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Jessica Rodríguez Martín, quien hizo sus advertencias el año pasado de que los cambios climáticos provocarían sequías o lluvias excesivas y falta de acceso al agua potable, entre otros.
Ahora, los abonados que se abastecen de dicho embalse van a ver su servicio de agua interrumpido por 72 horas a partir de hoy jueves 13 de agosto.
Cómo llegamos aquí?
El informe 'Sedimentation Survey of Lago Loíza' detalla que en el 1977 se instalaron unos 'flash boards' en la represa de Carraízo para incrementar su capacidad de almacenamiento a unos 2.7 millones de metros cúbicos y aumentar su 'rendimiento seguro'.
'La capacidad de almacenamiento del embalse, sin embargo, siguió disminuyendo según se ha documentado por varias encuestas de sedimentación posteriores… Las consecuencias de las pérdidas de almacenamiento se hizo evidente en 1994, cuando una sequía importante como resultado de un déficit de precipitaciones de alrededor de 30 por ciento, entre agosto 1993 y septiembre de 1994, dio lugar a un programa de racionamiento de agua de 136 días que afectó a la parte oriental de la zona metropolitana de San Juan', indica dicho informe.
Entre el 1997-1999, el embalse fue dragado para incrementar su capacidad de almacenamiento.
No obstante, el informe del 2004 arrojó que '(1.) la capacidad de almacenamiento del Lago Loíza en 2004 fue de 17.53 millones de metros cúbicos o lo mismo que 3.34 millones de metros cúbicos más que el calculado en 1994 (14.19 millones de metros cúbicos); (2.) que la velocidad de sedimentación del embalse sobre una base a largo plazo (1953-1997), es de unos 310,000 metros cúbicos por año; (3.) que la velocidad de sedimentación entre 1999 y 2004 se estima en alrededor de 364,000 metros cúbicos por año; y ( 4.) que en base a esta velocidad de sedimentación, el almacenamiento del embalse podría alcanzar el volumen de 1994 en el año 2015 y las condiciones del pre-dragado (1997) para el año 2018'.
Según el informe, el Lago Loíza quedaría completamente obstruido con sedimento para el 2060.
'La esperanza de vida de Lago Loíza fue de unos 50 años, en base a la encuesta de sedimentación de 1994, y sigue siendo cerca de eso (56 años) de acuerdo con recientes datos. El dragado tuvo el efecto neto de proporcionar agua adicional para los períodos de baja escorrentía y aumentar la esperanza de vida del embalse por cerca de 18 años. Sin embargo, el hecho es que alrededor de 2015 el volumen de almacenamiento de los embalses es probable que alcance el del 1994 (cuando se implementaron planes de racionamiento de agua), anulando el incremento del rendimiento seguro que se logró con las operaciones de dragado entre 1997 y 1999', advirtieron.
Para Rodríguez Martín, el informe de la USGS, 'abona, aún más, al conocimiento que tenía la AAA para reaccionar con medidas cautelares urgentes antes de que sucediera la situación que hoy nos agobia'. Además, resaltó que la deforestación de las cuencas ha provocado que ocurra la sedimentación.
Por esta razón, al llover, 'las escorrentías van cargadas de material erosionado. Dentro de un plan remediativo, es menester, establecer un plan masivo de reforestación, y de dragados programados que hoy no se pueden realizar pues causarían una turbidez tal, que las plantas de filtración se taparían', apuntó Rodríguez Martín a este diario.
En el 1969 el profesor de la Universidad de Puerto Rico, Isidoro Avilés Cordero, también alertó sobre los efectos de la sedimentación y recomendó que en los embalses se conservaran las escorrentías durante las estaciones húmedas del año, para asegurar el suministro de agua a la ciudadanía.
En el informe 'The Management and Control of Water', Avilés Cordero, explicó que los sedimentos eran tierra y rocas transportadas por el agua de la superficie, que son causados por 'la topografía escarpada, las fuertes lluvias, el suelo erosionable, y las actividades del hombre sobre la tierra'.
Según Avilés Cordero, los sedimentos alteran los canales y las características hidráulicas de los ríos, provocan disminución de la eficiencia de los embalses y de los canales de descarga de las centrales hidroeléctricas.
Unos 14 años después de los planteamientos de Avilés Cordero, la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), volvió a advertir que la erosión producida en los embalses estaba causando agotamiento en su capacidad de almacenamiento. En ese entonces, la dependencia federal destacó que el Lago de Loíza (Carraízo) ya había perdido un 60% de su capacidad. Y plantearon que el Lago La Plata, construido en 1974, tenía una mayor tasa de sedimentación que el lago de Loíza.
En el 2008, la Junta de Calidad Ambiental (JCA) recomendó en su Informe Ambiental que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) adoptaran e implantaran un plan para el control de los sedimentos en los embalses. Mencionaron la posibilidad de diseñar 'embalses nuevos fuera del cauce o con estructuras que puedan proveer una media vida mayor de 250 años. Iniciar investigaciones sobre la manera de minimizar las tasas de sedimentación en los embalses principales, con énfasis particular en obras de manejo hidráulico, e implantar las medidas de control de erosión'.
Tras años de inacción, Rodríguez Martín, manifiesta que la AAA debió explicarle al país lo que verdaderamente estaba ocurriendo. Además, 'debió implantar un sistema agresivo para la reparación de salideros, averías y hurto de agua, que se ha mantenido en un 60% por las últimas décadas'.
'El ingeniero (Alberto) Lázaro, en expresiones radiales emitidas ayer, aseveró que atienden querellas de roturas en 24 horas lo que ha llevado la pérdida a 58%. Esa cifra es inaceptable y en gran medida, el responsable de la falta de recursos económicos en esa agencia, que hoy, de manera inoportuna, casi como una provocación, anuncia que aumentará las tarifas. El pueblo pagará por el derroche. Si el desperdicio no fuera tan severo, la situación actual sería menos crítica, y no estaríamos ante la amenaza de que en pocas semanas, los embalses de Carraízo y la Plata queden inoperantes', argumentó.
De paso, aseveró que la realidad actual obliga a que el agua sea manejada y conservada con prudencia y responsabilidad.