A finales de abril el precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y gobernador de la Florida, Jebediah 'Jeb' Bush, no quiso comentar durante su visita a Puerto Rico para recaudar fondos sobre la millonaria deuda pública que tiene al país entre la espada y la pared de no poder pagar sus obligaciones frente a un crecimiento económico prácticamente nulo. Sin embargo, haciendo campaña hoy en la ciudad de Orlando decidió compartir su opinión sin comprometerse a nada sobre las soluciones a la crisis fiscal del territorio estadounidense.

En un almuerzo con líderes hispanos religiosos, en una región del 'Estado del sol' que ha crecido sin precedentes ante la cantidad de puertorriqueños emigrando de la crisis fiscal y el desempleo, Bush sostuvo que la situación económico de la Isla es insostenible luego que la pregunta sobre Puerto Rico se repitiera unas cuantas ocasiones, reseñó el Washington Post.

'Cuando puedes comprar un boleto de JetBlue por $69 desde San Juan a Orlando –lo cual han hecho muchas personas- es difícil ver cómo salir del espiral descendiente de una actividad económica en declive con una gran deuda encima. Pienso que debe resolverse', comentó el precandidato, quien sería el tercero de la familia Bush en aspirar a presidente.

No osbtante, Bush se cuidó de ofrecer soluciones y dejó la bola en al cancha del liderato estatal. 'En última instancia, los líderes deben abordar el problema', para añadir que con estabilidad y crecimiento económico se puede celebrar un referédum para decidir el estatus de Puerto Rico. Bush se expresó de igual modo respecto al estatus en su visita de abril, lo que dejó malsabor entre algunos líderes estadistas que pensaron que insistiría en que se reconocieran los resultados del pasado plebiscito de 2012.