Así ha sido en otros países el camino que P. R. comienza con su deuda
Si los planes o ajustes fiscales hechos por otros países son una muestra, a Puerto Rico le depara una buena dosis de medicina amarga que tendrá que consumir por un largo tiempo como parte del tortuoso camino para reducir su deuda y tener sostenibilidad económica.
Se espera que el gobierno someta una plan de ajuste fiscal para finales de agosto como parte del plan para reestructurar una deuda de sobre $72 mil millones.
Todavía, el gobierno no ha dicho cuánto de la deuda se planifica reestructurar ni cuántoa ajustes conllevaría. La semana pasada el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, Luis Cruz Batista, dijo que eso todavía se desconocía. Fuentes de NotiCel aseguran que el recorte tendrá que ser sustancial y sería de unos $20 mil millones.
A modo de ejemplo, la vecina isla caribeña de Barbados implantó un plan de ajuste que resultó en la salida de sobre 3,000 empleados, aumentos en impuestos municipales y de bancos así como recortes. También hubo una reducción en salarios. Su economía sólo mostró un leve crecimiento en el 2014 de 0.3% aunque se esperaba un mayor crecimiento.
En Puerto Rico, la economista Anne Krueger ha hecho ya varias sugerencias para un ajuste fiscal que incluyen un intercambio de la deuda, reducir el subsidio a la Universidad de Puerto Rico; revisar, para el alza, los impuestos de la propiedad; eliminar las amnistías contributivas; seguir con el plan de impuesto al consumo de la Administración García Padilla y eliminación de plazas de maestros. El país ya se ha embarcado en un plan para renegociar la deuda y promueve que el Estado Libre Asociado pueda acogerse a los beneficios del Capítulo 9 de la Ley de Quiebras.
La ciudad de Detroit se pudo acoger a un plan de quiebra luego de una batalla legal para impedirlo por varios de los acreedores. Como resultado, la ciudad pudo recortar sobre $7,000 millones en deuda no asegurada, lo que afectó a los acreedores, e invertir $1,400 millones en servicios por los próximos diez años. Los pensionados, sin embargo, sufrieron recortes de 4% en sus pensiones y la eliminación del COLA, o ajuste por el aumento en el costo de vida.
Irlanda, un país que luego de un crecimiento sin precedentes se vió afectado debido a la crisis inmobiliaria, tuvo que implantar un Plan Nacional de Recuperación, que consistió en el recorte de 15,000 millones de euros o 10% de Producto Nacional Bruto hasta 2014. En el 2011, se recortaron unos 6,000 millones. Además, se recortaron 25,000 empleos en el sector público, básicamente a través de la no renovación de contratos y una reducción en las pensiones de 800 millones, a través de una reforma del sistema y rebajas del 10% para los nuevos pensionistas, junto con un aumento paulatino de la edad de jubilación. También se redujo el gasto de asistencia social en sobre 2,750 millones y se aumentó la matrícula a los estudiantes universitarios. También se bajó el salario mínimo. Los irlandeses ganaban un mínimo de 8.65 euros por hora, lo que equivale a un sueldo mensual cercano a los 1,500 euros en un trabajo a tiempo completo cuando comenzó el plan. Sin embargo, pudo lograr un crecimiento.
En Brasil, la presidenta Dilma Rousseff propuso un recorte de 70 mil a 80 mil reales o $23.1 millones como parte de su ajuste fiscal para reducir su elevado déficit. Esto incluye recortes en los gastos para asistencia social y desempleo, entre otras medidas para conseguir ahorros que fuesen el equivalente a 1.2% del producto nacional bruto. También propuso recortes en las pensiones, eliminación de subsidios de energía y la eliminación de exenciones contributivas.
Costa Rica implantó un plan de ajuste en los años 1990 que consistió en aumentar impuestos y recortar gastos.
El Fondo Monetario Internacional mantiene un monitor fiscal que evalúa los planes de ajustes. La entidad alega que los planes se deben ajustar al tamaño de lo que se quiere recortar y al estado de la economía. Un estudio del 1997 que evaluó 62 eventos de ajustes fiscales mostró que la magnitud del ajuste fue un factor importante ya que los eventos tímidos de ajustes fueron más propensos a fracasar.
Los eventos exitosos también se concentraron en recortes en gastos pero no de inversión y en salarios. También se encontró que una política agresiva de ajustes no conduce necesariamente a una recesión pero tan recientemente como en el 2012, el monitor fiscal dijo que si no hay presión en los mercados, es mejor hacer ajustes graduales o lentos.