Policía sigue investigando la muerte del juez como un suicidio
La investigación que lleva a cabo el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón y la Fiscalía de Puerto Rico sobre la muerte del juez Jose Javier Ramírez Lluch, quien fue hallado ahorcado en su casa el miercoles pasado, sólo espera por recibir el análisis de la prueba científica, luego de haber culminado la etapa de las entrevistas.
El teniente Negrón, jefe de homicidios, confirmó que ya se había entrevistado al exoficial jurídico, Guillermo Hernández Saavedra, a quien por el momento no se volvería a citar, ni a requerir información adicional. 'No vislumbramos hacer más entrevistas. Seguimos investigando un suicidio', comentó el teniente sumamente escueto.
Sin ofrecer información sobre la alegada queja o querella, aseguró que 'todos los elementos necesarios para la investigación' se habían obtenido.
Las pruebas toxicológicas del Instituto de Ciencias Forense identifican la presencia de algún medicamento o sustancia controlada en el cuerpo del occiso, lo que según la portavoz de prensa es un procedimiento estándar que no responde a una sospecha en el caso del juez. La Fiscalía espera que el patólogo entregue el informe sobre el análisis de la autopsia y las pruebas, que se iniciaron hace dos semanas.
En la tarde del martes, el doctor Norman Ramírez Lluch, hermano del juez, concedió una entrevista a Telemundo en la que aseguró que su hermano no se había suicidado, que fue presionado por el sistema y exhortaba a los jueces y juezas a hablar de lo que sabían del caso o la queja con que se le pidió la renuncia de su puesto como administrador del Centro Judicial de San Juan.
Javier, como le conocían sus familiares, fue encontrado muerto por su hijo de 16 años, con quien había llegado de un viaje a Europa un día antes. Su muerte coincidió con la celebración de la vista del juicio nuevo del caso de Pablo Casellas, a quien había sentenciado a 109 años de prisión.