Exjuez Acevedo se puso 'errático' cuando federales allanaron su casa
El exjuez Manuel Acevedo Hernández se puso nervioso cuando vio a los agentes investigadores del Gobierno Federal salir de su casa, el 14 de abril de 2014, con una bolsa de objetos confiscados. El semblante le cambió rápidamente, relató el último testigo de Fiscalía durante el primer juicio por soborno, que se lleva en Puerto Rico, contra un miembro de la judicatura.
El agente del Negociado de Investigaciones Federales (FBI), IvánVitousek, contó cómo el juez, de 63 años, se puso rojo y se le aguaron los ojos, mientras veía a los agentes salir con los objetos que el intermediario, Ángel 'Lito' Román Badillo, le había obsequiado.
Minutos antes, el juez había variado versiones sobre la procedencia del reloj, y otros obsequios, así como el motivo de su presencia en la casa del recaudador del Partido Popular Democrático (PPD),AnaudiHernández Pérez, en el barrio Playuela, en Aguadilla. Hernández Pérez testificó el jueves que el 21 de enero de 2013, recibió al juez en su casa, a petición de Lutgardo Acevedoo su hermano 'Bebé', del mismo nombre.
Inicialmente, el juez había asegurado que nunca había recibido 'nada de nadie', con relación a alguno de sus casos. Luego cambió su versión. Cuando Vitousekabordó al juez sobre el reloj marca Guess, que le obsequió Román Badillo, este mencionó que había ido a la Plaza Colón, en Aguadilla, y lo había arrojado al mar.
El testigo juró que en una ocasión, durante la conversación, hasta le mencionó 'el reloj que Lito me dio', como confirmando la información que ellos habían recibido. Luego de haber dicho que lo había arrojado al mar, mencionó que se lo había regalado a su sobrino, Miguel Acevedo.
'Estaba errático en sus respuestas', describió Vitousek.
El fiscal José Capó Iriarte comparó el código en el sello de una de las yuntas confiscadas con el código del recibo de Macys, que Román Badillo entregó a las autoridades como parte de la evidencia de soborno. Román Badillo también fue acusado de soborno, pero se declaró culpable como parte de un acuerdo de colaboración con las autoridades, y está en espera de su sentencia.
A cambio de librar al contadorLutgardoAcevedode enfrentar una pena por homicidio involuntario, el juez recibió dinero para una remodelación de su marquesina, para el saldo de una deuda con el Departamento de Hacienda, un reloj marca Guess, unas yuntas que costaban alrededor de $30, un triciclo que costó $1,200, y una promesa de ascenso para una plaza en el Tribunal Apelativo, según ha trascendido durante el juicio.
La Fiscalía también trajo al agente Elvis Soto, de la división de patrullas de carreteras de Aguadilla, quien fue el que intervino con Román Badillo, mientras viajaba con el juez, el 5 de abril de 2013. Del testimonio del agente, se desprende que el juez quiso hablar con los miembros de la Uniformada en dos ocasiones, para presuntamente pedir que dejaran ir a Román Badillo sin hacer la prueba de alcohol.
Esa fue la 'noche desgraciada', según Román Badillo, en que se supo de la relación de amistad entre ambos, luego de que el juez hubiera decidido a favor de Lutgardo Acevedo López.