Intervención temprana es la diferencia para la población de educación especial
Mejorar el sistema de intervención temprana supondría la diferencia entre una vida funcional o una dependiente para los niños que presenten deficiencias en el desarrollo, un factor importante en momentos en que el Departamento de Educación (DE) tiene la matrícula de Educación Especial más alta en todo Estados Unidos, apuntó la doctora Annie Alonso Amador.
La Directora del Instituto de Deficiencias en el Desarrollo (IDD) urgió a que el Departamento de Salud (DS) implemente medidas para velar que los pediatras estén cumpliendo con las Guías de Servicios Preventivos Pediátricos, de manera que los niños con retraso puedan ser identificados a tiempo.
Exhortó, además, a que se adiestre a la clase médica, y sobretodo que se fortalezca la relación entre la familia y el proveedor de servicios de salud.
Alonso Amador indicó que la mayoría de los proveedores de salud no involucran a la familia para fortalecer las destrezas de sus hijos e hijas, por lo que haría falta incluir un proceso de supervisión a los proveedores. Estas compañías no se pueden zafar de su parte de responsabilidad en el desempeño académico del menor, indicó.
En Puerto Rico, el 68% de los niños recibiendo servicios del Programa Avanzando Juntos, en 2009, estaban entre los 25 y 26 meses. 'Estos números lo que indican es que hay que mejorar el sistema de identificación de los niños para que puedan acceder a los servicios más temprano', alertó Alonso Amador.
Sus expresiones, mediante ponencia escrita, se dieron durante la primera vista pública para evaluar la resolución de la Cámara 1065, que ordena una investigación sobre el aumento 'vertiginoso' de la población de Educación Especial en Puerto Rico.
La población de educación especial consistía, a diciembre de 2013, de 159,000 estudiantes, lo que representa el 34% de la matrícula total del DE. En un solo año, de 2009 a 2010, el DE experimentó un alza de 27,000 estudiantes, lee el proyecto.
El Presidente de la Cámara, Jaime Perelló, dudó que los niños estén siendo bien diagnosticados. 'Si es cierto, lo que tenemos es un problema epidémico', mencionó con tono escéptico.
La doctora Alonso recomendó que se estudie la posibilidad de que el Programa de Avanzando Juntos, que brinda servicios de Intervención Temprana a niños desde el nacimiento hasta que cumplen 36 meses, se traslade al DE.
Por su parte, el director de la División de Niños con Necesidades Especiales dentro del DS, doctor Miguel Valencia Prado, indicó que la prevalencia de defectos congénitos tiene una concentración en el suroeste y noroeste de Puerto Rico. Entre 2008 a 2012, Yauco fue el más alto con una prevalencia de 27.3 por cada 1,000 nacimientos.
Contrario a la tendencia en el DE, el número de casos con defectos congénitos se ha reducido en Puerto Rico, de 724 casos en 2008, a 576 en 2013. Esto incluye anomalías en la estructura, funcionamiento o metabolismo. Los más comunes son los relacionados al corazón (100 por cada 10,000 nacimientos) y músculo-esqueletal (31 por cada 10,000).
El autismo, sin embargo, ha incrementado ya que Puerto Rico está en la posición tres de 18 jurisdicciones en Estados Unidos que reportaron datos. En el año escolar 2012, el DE contaba con 3,434 estudiantes de entre 3 a 21 años con autismo, un incremento de mil con relación a dos años anteriores.