Marihuana en PR, mientras nos contemplamos el ombligo otros se llevan los millones
En comparación con los múltiples modelos de desarrollo económico latentes en 23 estados de la nación americana, en Puerto Rico el debate sobre la medicalización, despenalización y comercialización de la marihuana se asoma a paso conservador, con dos piezas legislativas que buscan despenalizar la posesión menor y validar las propiedades medicinales del cannabis. Según el presidente de la Comisión de lo Jurídico de la Cámara, Luis Vega Ramos, ninguna de las medidas está destinada a generar ingresos.
'Estas son medidas de carácter salubrista y humano enfocadas en generar soluciones a problemas de salud y adicción', resaltó el representante, recalcando que tanto el gobernador Alejandro García Padilla como el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, apoyan los proyectos de ley, y esperan el respaldo de la mayoría popular cameral.
Por su parte, el representante popular Carlos Vargas Ferrer, coautor de la medida 1362 para medicalización del cannabis en Puerto Rico, asegura que si se continúa subestimando el potencial de desarrollo económico del cannabis en la Isla, estamos destinados a sufrir una pérdida tan grande como la del puerto de Ponce.
Vargas Ferrer describe el movimiento como el desarrollo de un mercado novel, con empresas de cannabis americanas como el THCF (The Hemp and Cannabis Foundation) que se están haciendo públicas en el mercado de valores. 'Mucha gente va a invertir en el mercado, y cuando le metan dinero van a mover cielo y tierra para transformar la ley Federal, mientras que aquí (en la Isla) a la larga nos quedaremos mirando cómo pasa del desarrollo económico frente a nosotros', declaró el funcionario.
Entretanto, el coautor de dicho proyecto, el también representante popular José Báez, asegura que son muchos los emprendedores que están llamando y llegando a su oficina, buscando como adentrarse en un concepto industrial isleño que aún no se encuentra ni en estado embrionario. 'Una vez encuentren la capitalización necesaria, crecerá como la pólvora, con la creación de grandes compañías millonarias con gran fuerza política, que tendrán la capacidad de cabildear y lograr alianzas comerciales', explicó Báez.
En los últimos años, el debate civil y científico que se ha propagado sobre las virtudes y villanías de la marihuana, ha impulsado cambios significativos en la política pública de múltiples regiones, que optaron por transformar la visión hacia la notoria planta de una punitiva, a una flexible.
Una de las muestras es el estado de Oregón, reseñado en una serie especial de NotiCel sobre su industria de Cannabis medicinal, donde la posesión menor de la sustancia fue despenalizada en los años setenta. A principios de siglo implementaron un programa médico de marihuana, el cual hoy día cuenta con más de 60,000 miembros registrados. En noviembre llevarán a cabo elecciones para consultar la legalización del consumo recreativo.
Según estima el Instituto Mexicano de Competitividad, de ser legalizada la sustancia en dicho estado, los carteles del mercado negro podrían experimentar pérdidas ascendientes a $1,800 billones. Su propuesta de legalización aspira a que el 40 porciento del ingreso en impuestos sea inyectado en el sistema de educación, 35 en agencias de ley y orden, y 25 en los programas de tratamiento de adicción, prevención y salud mental.
Otra muestra es el estado de Colorado, donde la marihuana ha sido regulada para uso recreacional, generando recaudos ascendientes a 27.2 millones de dólares en los primeros cuatro meses de legalización, según reseñó el movimiento ‘New Approach Oregon'. 'Mientras que el resto del país se recupera lentamente, la economía aquí está floreciendo', declaró al portal de noticias ‘Buzzfeed' el gobernador del estado de Colorado, John Hickenlooper.
En la Isla, el interés externo ya se pudo palpar públicamente, cuando GrowBLOX Sciences, compañía radicada en Las Vegas, Nevada, anunció mediante comunicado de prensa en junio de este año, la creación de una subsidiaria llamada ‘GB Sciences Puerto Rico', como centro de distribución y exportación de productos derivados de la marihuana medicinal, prevenidos y atentos a la posible aprobación de las medidas ante la Cámara.
Son muchos los argumentos y comparaciones que pretenden estimular la simpatía hacia el cannabis en la Isla, lo que quizás se presta para distraer un poco la mirada hacia el deterioro que propicia la prohibición en uno de los principales activos de cualquier economía en el mundo, el capital humano.
Al día de hoy, poseer cantidades pequeñas de marihuana en Puerto Rico es considerado un delito grave, procesable con pena fija de tres años de cárcel, lo que le cuesta al fisco $40,000 anuales por individuo. De ser aprobado el P. del S. 517, nadie cumpliría cárcel por posesión menor, y su récord de antecedentes penales no se afectaría, según recomendó el Departamento de Justicia.
Se espera que ambos proyectos de ley bajen al pleno para votación tan pronto como la semana entrante. El 517 del senador popular Miguel Pereira fue enmendado para tipificar la clasificación del delito de posesión a menos grave, eliminando la pena de cárcel. Si alguien es sorprendido con 14 gramos o menos de la sustancia, se le impondría una multa que varía de acuerdo a la reincidencia.
A la tercera violación, el sujeto sería sometido a evaluaciones psicosociales y de ser menor de edad, sería referido a dicha evaluación con la primera ofensa. Si un adulto introduce cualquier cantidad de marihuana a un plantel escolar, se enfrentaría a penas que sí serían procesables con cárcel.
En cuanto al 1362 de la autoría de los representantes Carlos Vargas Ferrer y José Báez, este fue ‘engavetado' y sustituido por la 'Ley para Autorizar la Investigación Clínico-Científica del ‘Cannabis' en Puerto Rico', la cual sería desarrollada por la Universidad de Puerto Rico, para investigar las propiedades medicinales de la planta durante un periodo de cinco años. Con el fin de facilitar dicha investigación, la medida alteraría la clasificación de la marihuana en los estatutos vigentes, transformándola de narcótico tipo 1 a tipo 2.
Vea nuestra serie especial sobre la industria del cannabis en Oregón y nuestra cobertura sobre el debate de la marihuana en Puerto Rico aquí.