Baños rotos, cucarachas y sabandijas en las cocinas y áreas de descanso, descuido de la planta física, sillas sin ruedas, alfombras rotas u otros, es el panorama que encuentran los trabajadores que día y noche contestan las llamadas de emergencia del país.

La denuncia la hizo el domingo Aramis Cruz Domínguez, vicepresidenta de la Unión de Trabajadores de las Comunicaciones de Puerto Rico CWA Local 3010, AFL-CIO – Unidad de Servicio 9-1-1,

'Los empleados no quieren ni asistir a sus turnos de trabajo, por ejemplo del turno de 8:30 de la mañana a 5:30 de la madrugada no se presentó uno solo de los diez telecomunicadores. La situación es tensa y los trabajadores no aguantan más. Quieren irse a la calle', dijo Cruz Domínguez en declaraciones escritas.

Indicó que el domingo amanecieron cortando un árbol que obstruía la entrada al estacionamiento y ya solo funciona un solo inodoro y un solo lavamanos en el primer piso, donde están los telecomunicadores.

'De surgir un brote de alguna enfermedad aquí, se paralizaría el 9-1-1 en Puerto Rico. Mañana (lunes) hablaremos sobre los actos de corrupción por los que es investigado el director Roberto Fuentes Maldonado', dijo la líder sindical.