La jueza presidenta del Tribunal Supremo, Liana Fiol Matta, de 68 años, se expresó convencida en el poder que tiene el diálogo para lograr decisiones judiciales sólidas. En entrevista con este diario, reconoció que una votación mayoritaria de cinco a cuatro - como ha ocurrido en los casos más notables recientemente - sólo provocan inestabilidad en el sistema de derecho.

'Lo ideal es que el Tribunal hable en una sola voz', reconoció Fiol Matta, al recordar que las decisiones del Tribunal Supremo sientan las pautas de cómo se debe aplicar el derecho en los casos similares que surjan en el futuro.

'Cuando una mayoría es de cinco a cuatro, quienes lo reciben saben que con un juez que cambie (de postura), cambia el criterio del Tribunal entero. Eso hace la norma un poco más inestable', advirtió la Jueza Presidenta.

Sin aludir directamente a ningún caso particular, la jueza indicó que el sistema de derecho necesita normas estables a las que los abogados y jueces se puedan referir con tranquilidad. Por el contrario, la estabilidad del sistema tambalea cuando los jueces supremos no se ponen de acuerdo, emiten hasta cuatro opiniones de conformidad distintas, o logran una mayoría por diferencia de uno. Esto pudiera crear una percepción de que el Tribunal no tiene una voz, sino entre dos a cinco voces distintas.

En la más reciente decisión del Supremo de acoger una solicitud de certificación del senador Thomas Rivera Schatz, respecto a la colegiación de abogados, fue notable esa división entre los jueces. A preguntas de este diario, Fiol Matta rechazó que el expresidente del Senado por el Partido Nuevo Progresista tenga influencias sobre la mayoría de jueces, nombrados por el exgobernador Luis Fortuño, como pareció indicar la jueza Anabelle Rodríguez Rodríguez en su opinión, al plantear que la premura con la que se atendió el interdicto era por motivos 'político partidistas'.

'Ni sé que él tiene influencias, y si la tiene tampoco sé por qué... Él acude como abogado', se limitó a contestar la Jueza Presidenta en evidente disconformidad con el planteamiento. Agregó que esos rumores no eran de su conocimiento, ni estaban en su esfera de intervención.

La Jueza Presidenta insistió, de hecho, que contrario a la percepción pública, la mayoría de las opiniones no salen con divisiones grandes. 'Hay mucha opinión mayoritaria donde se unen casi todos los jueces', aseguró optimista. Recordó que son personas con visiones filosóficas y judiciales muy distintas, pero de ahí a establecer que los jueces actúen como bloque 'es una zanja demasiado grande'.

Indicó que necesariamente se tiene que mirar hacia una búsqueda de consensos, que parte en primer lugar del respeto al criterio del otro, pero apostó al propio proceso como mecanismo para lograr que se armonicen los criterios. Los jueces tienen un término de 30 días para examinar la opinión que redactó el juez asignado, y dar el voto de conformidad o disidencia. 'Yo voy mucho a las oficinas, otros pues (llaman) por teléfono', detalló Fiol Matta sobre el proceso.

Pese a que descartó que haya una fragmentación, los casos más notables como la reforma de retiro de maestros, la reforma de retiro de empleados públicos y todo lo relacionado a la Iglesia Católica o a la adopción de parejas del mismo sexo, han estado marcados por expresiones fragmentadas.

Fiol Matta expresó a este diario que tiene como meta controlar la crisis de legitimidad que se ha salpicado también en el Supremo, como ha pasado con muchas otras instituciones en las que la gente simplemente ya no cree. 'Quiero que los ciudadanos vean en los tribunales una institución compuesta por personas que se han preparado diligentemente para atender sus casos, que son sensibles a las dificultades que tiene nuestra sociedad', comentó.

Lejos de atender estos objetivos mediante reglamentos, revisiones a los cánones de ética, o cambios profundos al sistema, indicó que está mirando cómo fortalecer la academia judicial.

*Tercera y última parte de la entrevista de NotiCel con la Jueza Presidenta.

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