Van llegando los ricos de Paulson al refugio contributivo
La ley de la Administración Fortuño que incentiva la mudanza de individuos acaudalados a Puerto Rico ha producido la mudanza de varias de estas personas con ciudadanía estadounidense, buscando un refugio de los impuestos que tienen que pagar en Estados Unidos.
Según reseña hoy la página web de Bloomberg, el secretario de Desarrollo Económico, Alberto Bacó, destacó que al menos unos 200 comerciantes y empresarios se mudaron o han hecho el compromiso de mudarse a la isla. El multimillonario John Paulson se ha convertido en el portavoz de esta iniciativa.
No obstante, como reseñó NotiCel el año pasado, éste último no estará viviendo en Puerto Rico. Varios medios de Estados Unidos reseñaron que la empresa del mogul aseguró que aunque ha considerado inversiones de bienes raíces e incluso ha vacacionado en la Isla, Paulson 'no tiene planes para establecer una residencia permanente allí'. La noticia surgió luego de informaciones que destacaban que Paulson buscaba un refugio contributivo en el país. En el más reciente artículo de Bloomberg se subrayó que la razón por la que decidió no mudrase fue por la excesiva atención mediática, pero que fue precisamente esta atención la que logró que otros individuos en busca de ese paraíso tributario se enteraran que Puerto Rico los quería.
Entre los ejemplos que destaca la historia se encuentran Peter Schiff, un republicano exasesor de Ron Paul y excandidato al Senado federal. Este admitió tener miedo de que en Estados Unidos sigan aumentando los impuestos, además de una creciente retórica contra los ricos.
Además de los ahorros contributivos, estos ricos están atraídos por lo 'barato', al menos cuando lo comparas con los precios en Nueva York.
Un 'penthouse' con vista al mar puede costar $1.99 millones, mientras que un dúplex en el distrito financiero, con cuatro habitaciones y dos terrazas, puede costar $900,000.
Una realtor de origen puertorriqueño, Margaret Peña Juvelier, se mudó a la isla en el 2012 y, además de presentar los pontenciales de vivienda, busca apaciguar dudas que puedan tener los clientes al enseñarles la ciudad y presentarle a puertorriqueños locales.
El gobierno también hizo lo propio y durante una conferencia vendió a la isla como un paraíso, no solo fiscal, sino también por su belleza natural y las comodidades educativas, artísticas y turísticas que se pueden disfrutar, claro está, si se tiene dinero.
Sin embargo, no todo es de una pintura tan prístina. El artículo menciona la nota que publicó recientemente el Centro de Periodismo Investigativo sobre la cantidad de Walmarts y Walgreens que hay en la isla. Uno de estos inversionistas habló sobre las ineficiencias que tiene Puerto Rico.